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Red Internacional
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Tierra para vivir. Villa Constitución: déficit habitacional y alquileres por las nubes

En este contexto de crisis sanitaria y económica mundial estalla un problema profundo y estructural en todo el país que es el déficit habitacional. En nuestra ciudad cientos de familias hacen malabares para cubrir el costo del alquiler.

Fabricio Rodríguez

Fabricio Rodríguez PTS Villa Constitución @fabrirodrgz

Miércoles 30 de septiembre de 2020 16:43

El proceso de tomas de tierra en distintos lugares, principalmente en Guernica, puso en discusión un problema estructural que se arrastra desde hace años y que abarca los distintos gobiernos que han pasado. Los más golpeados por la crisis son considerados delincuentes y usurpadores por el solo hecho de haber sido empujados a defender una porción de tierra para vivir. Esto no solo deja al descubierto un problema habitacional enorme que se agrava con la crisis económica y el desempleo, sino también por la falta de inversiones en planes de vivienda, la concentración de la tierra en pocas manos y la especulación del negocio inmobiliario que no para de crecer. A esta situación también se le agrega un problema que preocupa a muchos trabajadores y trabajadoras, que es la suba de alquileres ya que ocupa gran parte de un salario mínimo.

Una ciudad entre las más golpeadas

Según los datos del último Censo Nacional de Población, Hogares y Vivienda del 2010, Villa Constitución tiene una población de casi 48mil habitantes siendo el 51,2% mujeres, y con un total de 14mil hogares ocupados de los cuales el 3,7% es en condiciones de hacinamiento. El INDEC define como hacinamiento cuando más de tres personas comparten una misma habitación, de este modo el 3,7% del 2010 representa a decenas de familias en emergencia. Estos datos son calculados según la población censada de una década atrás, actualmente la población villense creció cuantitativamente según fuentes no oficiales, pero además se elevaron abruptamente los índices de desempleo, precarización y desocupación, golpeando doblemente a las mujeres que representan más de la mitad de la población.

En los recientes datos correspondientes al segundo trimestre del año relevados por el INDEC acerca del desempleo que registró una tasa nacional de 13,1%, San Nicolás y Villa Constitución continúan con una cifra tremenda de 11,5%. En la ciudad santafesina el porcentaje representa más de 5mil trabajadores y trabajadoras que están desocupados. Es una cifra alarmante si pensamos que hay aproximadamente 7mil trabajadores sidero-metalúrgicos. En este sentido, la tasa de desocupación es un escándalo que se asemeja a las cifras provenientes del sector fabril, teniendo en cuenta que Villa es principalmente obrera.

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Alquileres por las nubes

Las viviendas que se construyen en nuestra ciudad son escasas para las demandas de la población y no hay un plan provincial (ni nacional) de conjunto para resolver el déficit habitacional. Hace años que no se llevan adelante planes de viviendas acorde a la situación y podrían llevarse adelante con un impuesto progresivo a los más ricos de todo el país. Al contrario, vemos cómo el negocio inmobiliario crece cada vez más maximizando sus ganancias y sin mencionar la enorme estafa en los terrenos de Villa Don Carlos que golpeó duramente a decenas de familias.

En tiempos de pandemia, crece el endeudamiento en los hogares, principalmente por la caída de ingresos, suspensiones y despidos. Afrontar los gastos cotidianos es cada vez más cuesta arriba. Cientos de familias de la región le hacen frente a alquileres e impuestos muy costosos con salarios que vienen de perder un 20% bajo el macrismo y que hoy siguen cayendo producto del congelamiento de los mismos, los tarifazos, las jubilaciones pulverizadas y de la devaluación. Aunque las familias obreras hagan esfuerzos recortando gastos, los alimentos y el alquiler, que son derechos fundamentales para un hogar se convierten en una odisea. Sobre todo para un importante sector de la población que no alcanza a satisfacer estas necesidades vitales, mientras los gobiernos destinan millones para fortalecer a la policía y la salud se encuentra al borde del colapso sanitario.

Hoy los alquileres rondan entre 8mil y 20mil pesos según las particularidades de cada casa o departamento, con un costo promedio de 12mil pesos mensuales para una familia de 3 o 4 integrantes. Mientras que el salario mínimo de un trabajador metalúrgico (para poner un ejemplo) es de 27mil pesos. Es decir que el 45% de lo que cobra está ocupado solamente en vivienda, siendo este un derecho básico y elemental. Ahora bien, ¿cómo hace los sectores de esa enorme cifra de desocupados y los trabajadores informales para enfrentar estos gastos? ¿Cómo hace una mujer en condiciones precarias con hijos? ¿Cómo hacen los jubilados con sueldos miserables que nunca pudieron acceder a un techo propio? Son algunas preguntas que muchos nos hacemos y que básicamente dan como respuestas familias endeudadas y que caen en la extrema pobreza.

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El déficit habitacional es un tema urgente en nuestro país, sin embargo la prioridad para el gobierno será pagar una deuda ilegítima e ilegal que el pueblo trabajador no eligió y no fue investigada. Para el año que viene, los detalles del presupuesto 2021 presentado, se pagarán los intereses del acuerdo millonario del FMI por U$S 1.339 millones, una suma que equivale a nueve veces más que lo destinado a las viviendas sociales. Esta prioridad deja afuera a las familias que exigen el derecho a la vivienda, como las 2500 familias en Guernica que están bajo amenazas de desalojo. Hay que invertir las prioridades.