La policía griega reprime a manifestantes a las puertas del Parlamento griego, en Plaza Syntagma, mientras se votaba la reforma de las pensiones y la reforma fiscal exigida por la Troika.
Domingo 8 de mayo de 2016
Foto: EFE/EPA/ORESTIS PANAGIOTOU
Miles de personas se manifestaron en las calles de Atenas este domingo para exigir que el Gobierno de Alexis Tsipras retire la reforma fiscal y de las pensiones que se votó en la medianoche, con la que el Ejecutivo ha cumplido el ultimátum de la Troika, un día antes de que se reúna el Eurogrupo. La reforma fue votada con 153 votos a favor, la totalidad de los diputados de Syriza y Anel.
La policía griega detuvo a varias personas tras los enfrentamientos desatados hoy frente al Parlamento durante la manifestación convocada por diversos sindicatos. Los agentes antidisturbios griegos lanzaron gases lacrimógenos y granadas aturdidoras a un grupo de manifestantes. La marcha convocada por el sindicato del sector público ADEDY, había reunido a más de 10.000 personas.
Outside the Polytechnic in Exarchia now.#Athens #Greece pic.twitter.com/Y2jZjaUnQs
— Savvas Karmaniolas (@savvaskarma) 8 de mayo de 2016
Dentro de la Cámara, donde los diputados debatían las reformas propuestas por el Gobierno, un miembro del Partido Comunista (KKE) denunció el uso de violencia contra los manifestantes.
Tras dos jornadas de huelga general, los principales sindicatos helenos convocaron manifestaciones para hoy lunes, tanto por la mañana en diversos puntos del centro de Atenas, como por la tarde frente al Parlamento.
Una de las movilizaciones de la mañana del domingo fue la que organizó el sindicato PAME (vinculado al KKE), a la que asistieron más de 10.000 personas, mientras que a la convocada por el principal sindicato del sector privado GSEE asistieron más de 2.000 manifestantes. Además, durante el día de hoy se produjeron paros parciales en el transporte público de la capital griega.
ADEDY y GSEE convocaron el jueves una huelga de 48 horas para viernes y sábado, con paro total en el transporte público a la que se sumaron también otros sectores, como los periodistas y los agricultores.
Una reforma “exprés” a la medida de la Troika
Este lunes se reúnen en Bruselas los ministros de finanzas de la Unión Europea, para evaluar el proceso de “reformas” implementado en Grecia. Por este motivo el gobierno griego ha aprobado de forma “exprés” las medidas exigidas por el FMI y la Comisión Europea: la reforma de las pensiones y la modificación del sistema fiscal. Es decir, seguir ajustando a los trabajadores y el pueblo griego que siguen pagando la crisis.
La reforma de las pensiones, el duodécimo ajuste de las mismas desde 2010, implica una mínima de 384 euros al mes para periodos de cotización de 20 años, la desaparición del fondo complementario de solidaridad y la homologación de los numerosos fondos de pensiones gremiales. La reforma fiscal, por su parte, contempla el aumento en un punto del tipo más alto del IVA (a partir de ahora, el 24%) y el ajuste a la baja de la base mínima imponible, lo que equipara al régimen general a sectores como el agrícola, que hasta ahora disponía de condiciones ventajosas.
Αυτα... #vouli #Vouli #asfalistiko #oloi_syntagma pic.twitter.com/k7UBNv0snx
— Yannis Kemmos (@JohnKemmos) 8 de mayo de 2016
Esta semana se conoció un informe de un centro de investigaciones alemán que demuestra que la mayoría del dinero de los anteriores rescates, desde 2010 en adelante, fue para pagar a los acreedores en forma de pagos de la deuda y pagos de intereses. Sólo un 10% de todo ese dinero fue para el presupuesto griego. Un círculo vicioso de “rescates” para pagar deuda, que generan nuevas deudas impagables. Un círculo vicioso al que se subordina el gobierno de Alexis Tispras, imponiendo el pago de la deuda con recortes, ajustes y represión.
Syntagma now. Protesters outside the Parliament, riot police nearby. #asfalistiko #Athens #Greece pic.twitter.com/bzJjALYzNu
— Savvas Karmaniolas (@savvaskarma) 8 de mayo de 2016
El gobierno de Syriza-Anel responde así, nuevamente, a las exigencias de la Troika, imponiendo nuevos y duros ajustes antipopulares que son ampliamente rechazados por los trabajadores y el pueblo griego.