El fútbol femenino vivió una revolución en el 2019 tras el Mundial de Francia y la medalla de los Panamericanos, tuvo un crecimiento enorme la disciplina que hoy goza de un buen pronóstico pero que aún tiene muchos aspectos en los que tiene evolucionar para garantizar mejores condiciones de acceso para las futuras generaciones.
Jueves 5 de marzo de 2020 13:35
Los campeonatos de mujeres de AFA iniciaron en el año 1991 con tan solo 8 equipos, todos de la ciudad de Buenos Aires y los del Interior ni pensaban en presentar sus filas. En Rosario llegando al 2004 aún no había una liga de la ciudad, las chicas jugaban con los familiares, amigos o en los clubes de barrio como así comenzó Virginia que hoy es una de las abanderadas tras los históricos logros conseguidos junto con sus compañeras.
Sobre sus comienzos en el “Canalla” contó “Yo arranqué de chica a los 13 o 14, Central en ese momento no tenía equipo femenino, solo rosarina se hacía de vez en cuando, había nacionales, yo jugaba pero no pertenecía al club”. En uno de estos campeonatos llego su primer llamado a la selección sub 17, en el año 2007, cuando ella tenía 15, de la mano de Carlos Borrello y luego formaría parte de la sub-20.
Luego por desgracia la joven sufriría una grave lesión, recién volvió a la cancha de 11 en el 2016 por pedido expreso del técnico de la albiceleste que contaba con ella para la mayor. Hasta ese año poco había crecido la disciplina, en 2008 se jugó la primera Copa Libertadores con solo un elenco del país disputándola, San Lorenzo y en 2015 se creó la segunda división.
Con el retorno de ella a la actividad para disputar la Liga Rosarina con el auriazul, las condiciones eran muy diferentes a las que viven en el presente nos relató ella, “Cuando arranqué, el entrenador nos llevaba la ropa, nos cambiábamos en cualquier lado a veces no había vestuario en algunos clubes”. Con los de Arroyito se alzó con 2 títulos en el 2017 y con el Apertura y Clausura del año siguiente.
A fines del 2018 inició el progreso del deporte tras el partido de repechaje por la clasificación al Mundial entre Argentina y Panamá donde gran cantidad de público acudió a la cancha de Arsenal para ver la victoria por 4 a 0 y luego sellar el ingreso al torneo internacional después de 12 años.
En el año 2019 llego la gloria para el fútbol femenino la cual tuvo a la joven de Barrio Belgrano dentro de las protagonistas. El 16 de marzo luego del reclamo de Macarena Sánchez y los resultados recientes finalmente se “profesionalizó” la disciplina de las mujeres.
Un gran paso, pero que aún se ve la desigualdad en la actividad, una jugadora de Primera División cobra como un jugador de la división C, tan solo 8 jugadoras tienen contratos por equipos y a las demás sólo les pagan los viáticos. Ante la imposibilidad de algunas de tener este beneficio, para atravesar el día a día, Virginia sentenció: “Tengo compañeras que llegan cansadas por el trabajo de todo el día, es más de las 8 que tenemos contrato algunas siguen trabajando en otro lado porque hay veces que se retrasa el pago”. La desigualdad salarial entre hombres y mujeres se ve en el caso de Lionel Messi, que cobra 84 millones anualmente y es el salario combinado de 1693 jugadoras que son de los mejores clubes del mundo.
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El 10 de junio fue el momento más emotivo tras mucho tiempo la celeste y blanca volvió a un mundial, “Chichi” estuvo dentro de las titulares que se enfrentaron a Japón, después de superar tantas adversidades describió cuando entró al estadio: “La verdad fue hermoso fue uno de los mejores momentos que voy a recordar”.
Tras el trascendental torneo en París, fue el puntapié para hacer cambios muy grandes. Rosario Central anunciaría su participación en la máxima categoría, a partir de eso las condiciones de trabajo mejoraron mucho según la capitana, “jugamos con la misma ropa que el masculino, tenemos vestuario, cancha segura, tenemos muchas cosas que antes no teníamos”. Pero no es la situación de muchas de sus compañeras que no cuentan con los elementos para poder llevar a cabo la práctica, como botines y por ello van a entrenar en zapatillas.
El apoyo de la gente es algo que fue aumentando exponencialmente, los grupos que proporcionan una gran ayuda son la Subcomisión de Mujeres de Central que nos contó la numero 13: “Nos siguen muchísimo y nos ayudan en todo lo que necesitamos, intentan hacernos sentir bien y que se igualitario, la verdad que tenemos un grupo de chicas maravilloso”. El movimiento de mujeres que se puso en pie por Ni Una Menos y la Marea Verde también fueron parte del empuje para que las jugadoras salgan a pelear por ser reconocidas y tener acceso al deporte. Virginia nos cuenta que fueron un elemento para que muchas pibas se organicen para acompañar los fines de semana para ir a la cancha a alentar a la Ciudad Deportiva, nota la diferencia la referente y señaló “Es lindo los domingos cuando nos toca jugar de local, porque como vienen equipos de Buenos Aires, la gente va exclusivamente a vernos a nosotras”.
La seleccionada ve que se están haciendo modificaciones a futuro con la implementación de escuelitas e inferiores en los clubes y afirmó “esas nenas tienen una persona que les está enseñando muchas cosas, de ahí van a salir muy buenas jugadoras seguramente, tenemos un semillero muy grande en Rosario”. Algo de suma importancia de cara al recambio de esta exitosa generación.
Pensando también para las próximas camadas del fútbol argentino no hay dudas que la inversión económica tiene que ser superior porque se sostiene una teórica profesionalización que tiene a muchas en una situación realmente de carencia, ante esto Gómez recalcó: “Lo primero es el tema plata en cada club para que cada jugadora no le falte nada, eso es lo principal, para la mejora de cada jugadora”.
Para las niñas el mensaje de una chica que creció muy humildemente y que puede vivir de lo que ama es “Si es lo que les gusta y quieren, tienen que seguir, que entrenen, sean constantes, que sean buenas personas y tengan humildad”, por lo pronto hay que trabajar y mucho porque la profesionalización está en camino y, más allá de eso, el rol de la mujer en el deporte -y sobre todo en el fútbol- va tomando fuerza y siempre luchando contra los prejuicios habituales que genera su crecimiento en todo ámbito de la sociedad.