Hace días se realizaban elecciones sindicales en la factoría PSA-Peugeot Citroën de Vigo. La empresa, conocida por su furiosa persecución al movimiento obrero y al sindicalismo de clase, no consiguió evitar una gran elección de la Central Unitaria de Traballadores (CUT). Izquierda Diario ha conversado con Vitor Mariño, delegado en el comité de empresa por la CUT y referente sindical en la fábrica.
Martes 30 de octubre de 2018
Foto: ID
Vítor, la CUT viene de hacer una importante elección sindical, que expresa la actitud combativa mantenida durante estos últimos años frente a los recortes y ajustes de la empresa. ¿Cuáles han sido los principales ataques que habéis sufrido los trabajadores por parte de la patronal?
Bueno, los ataques han sido constantes, sobre todo a la clase trabajadora y a sus derechos, en particular a aquellos colectivos más vulnerables, como los trabajadores eventuales de nuevo ingreso, que vieron mermados sus salarios sustancialmente.
Aquello de “a igual trabajo, igual salario” es algo que no se da en esta fábrica desde hace años y la diferencia económica entre unos trabajadores y otros, incluso a nivel de condiciones y contratos de trabajo es tan dispar, que tenemos una precariedad bastante más elevada que la media del sector.
¿Cuál fue la respuesta que venís dando los trabajadores a esta situación durante todo este tiempo?
Para empezar, denunciando la imagen que se tiene en Vigo y la comarca de que PSA siempre fue una fábrica que a nivel de condiciones económicas y sociales fue siempre pionera, cuando esto no se corresponde con la realidad. Peleamos por sacar esas problemáticas que había a nivel interno, que nadie era capaz de exteriorizarlas, hacia afuera. Que la ciudadanía conociera la situación de precariedad dentro de la fábrica, la situación de las cargas de trabajo, a nivel laboral, etc.
Peleamos por sacar esas problemáticas que había a nivel interno, que nadie era capaz de exteriorizarlas, hacia afuera. Que la ciudadanía conociera la situación de precariedad dentro de la fábrica.
Para ello denunciamos constantemente, dentro y fuera de la fábrica, la situación laboral que padecemos. En particular, la que se abrió después de 2014, cuando se produjeron los principales recortes en la historia de la fábrica, que afectaron a todos los trabajadores, en particular a los de nuevo ingreso. Para ello convocamos diversas huelgas, incluso denunciando como cuando había recortes para los trabajadores, el presidente del grupo se subía el salario un 211 % y como PSA cada vez está aumentando su margen de beneficios y, por el contrario, nosotros llevamos más de 5 años con el salario congelado.
Empezamos a hacer denuncias por la vía judicial y sobretodo apostando por la lucha en la calle, manifestándonos buscando la mayor unidad sindical y también ligándonos a otros sectores, el movimiento estudiantil y a nivel social, que siempre estuvieron a nuestro lado.
Convocamos diferentes huelgas, que tuvieron una importante repercusión y empezaron a poner en el punto de mira lo que estaba sucediendo en Citroën.
Estas han sido unas elecciones que se producen en medio de una atmósfera de terror sindical dentro de la fábrica, en las que la CUT os presentáis con un marcado perfil de combate, lo cual aumenta la importancia de vuestro resultado y es un síntoma del ambiente que se vive dentro de la factoría, de hartazgo y voluntad de resistencia. ¿Qué valoración hacéis vosotros?
Positiva y al mismo tiempo negativa. Positiva porque la CUT aumenta su representación y eso es resultado del trabajo que venimos desarrollando todos estos años y la gente percibe el sindicalismo que pelea por defender las condiciones de trabajo y no se limita a notas internas y nada más.
Al mismo tiempo, es un resultado agridulce porque no conseguimos restarle capacidad al Sindicato Independiente, conocido por todos como “sindicato amarillo”, precisamente por las presiones que ejerció la empresa a los trabajadores durante estos últimos meses, precisamente a aquellos más vulnerables, aquellos a tiempo parcial y eventuales. Era una situación de presión constante, de no renovación de contratos, de cambios de sistema con menos carga de trabajo. Una auténtica política del miedo, que explica que consigna mantener la mayoría sindical, por parte del Sindicato Independiente.
Eso no quita que a partir de ahora, después de estas elecciones, las reglas del juego puedan cambiar. Nos da muchísima más capacidad de lucha y resistencia, aumentar la representación va a hacer que podamos llegar a muchos más trabajadores y realmente poder sacar la conflictividad laboral afuera de la fábrica y pelear por mejorar las condiciones laborales y económicas.
Precisamente hablábamos antes de que era vuestra intención poner estos resultados al servicio de impulsar la lucha. ¿Crees que os podéis convertir en una referencia de lucha para el sector de la automoción en otras partes del Estado español?, ¿Cuáles son vuestras perspectivas?
Nuestra perspectiva es trabajar por unir luchas, desde luego. Citroën está poniendo las bases para precarizar completamente el sector y parece que el resto de constructores y auxiliares está asumiendo ese rol. Hay que ir por la vía de abaratar salarios y destruir condiciones laborales. De esta forma, otras fábricas están haciendo exactamente lo mismo para competir con nosotros. ¿Cómo contrarrestamos eso? Haciendo lo mismo que hacen ellos, ampliando el marco de lucha. PSA tiene fábricas en Zaragoza, en Madrid, incluso los compañeros de Portugal, queremos tener unidad de acción.
De hecho, ya hemos tenido diferentes reuniones para hacer una acción conjunta, incluso ya barajando la posibilidad de una convocatoria de huelga a nivel no sólo del Estado español sino de la península ibérica donde paremos todas las fábricas del grupo y poder dar a conocer la verdadera situación que vivimos los trabajadores de PSA. A partir de ahí, pelear por ser capaces de abrirlas al resto de fabricantes.
Hemos tenido diferentes reuniones para hacer una acción conjunta, incluso ya barajando la posibilidad de una convocatoria de huelga a nivel no sólo del Estado español sino de la península ibérica donde paremos todas las fábricas del grupo.
Hace poco, por ejemplo, Ford anunciaba recortes que van a venir a la fábrica de Valencia, muy importantes. En ese sentido, creemos que la unidad de lucha es la manera de contrarrestar la voracidad del capital. Tenemos que ampliar este marco y conseguir sumar a los mayores sectores en lucha, de la misma forma que la patronal también está organizada y coordinada.
Muchas gracias, Vítor. Por nuestra parte, tenéis las páginas de Izquierda Diario permanentemente abiertas y a vuestra disposición para contribuir a vuestra lucha, contra la precariedad, los ajustes y la unificación y extensión de conflictos.
* Entrevista realizada por Alberto Fernández, Jacobo García y Roi López.