Directivos de la automotriz alemana VW confesaron haber engañado a las autoridades ambientales de Estados Unidos.11 millones de vehículos adulterados y una vaga promesa de solucionar el problema, conforman este nuevo escándalo de una multinacional.
Miércoles 23 de septiembre de 2015
El escándalo que involucra a Volkswagen, que admitió haber adulterado pruebas de emisiones tóxicas de sus vehículos a diésel en Estados Unidos, se agudizó el martes luego de que Corea del Sur anunció que realizará su propia investigación y de que un ministro francés pidió una pesquisa en toda Europa.
Por su parte, el ministro de Finanzas francés, Michel Sapin, dijo el martes que se necesitaba una investigación extensa en toda la Unión Europea..
La crisis dio paso a reportes de medios respecto al inminente despido del presidente ejecutivo de Volkswagen, Martin Winterkorn, un hecho que la compañía se apresuró en desmentir.
Las acciones de la automotriz alemana se desplomaban un 22 por ciento, extendiendo el derrumbe similar del lunes luego de que la compañía admitió haber utilizado un software para ocultar a los reguladores estadounidenses la verdadera dimensión de las emisiones tóxicas de sus autos.
Se calcula que las emisiones, en realidad, superaban en 40 veces los mínimos legales permitidos en Estados Unidos.
La mayor automotriz de Europa podría enfrentar penas por hasta 18.000 millones de dólares en Estados Unidos, al igual que demandas colectivas de compradores y daños a su reputación, luego que los reguladores estadounidenses dijeron que los habían engañado durante más de un año.
VW en 2014 declaró ganancias por 12.250 millones de dólares, por lo cual, las multas no significarían mucho para la multinacional alemana.
La confesión
La automotriz que durante varios años había estado transmitiendo avisos publicitarios en la televisión estadounidense elogiando sus autos "limpios a diésel", fue desafiado por las autoridades en pruebas del 2014 que mostraron que las emisiones excedían los límites federales y los del estado de California.
En un principio, la compañía atribuyó el exceso de emisiones a "varios temas técnicos" y a condiciones "inesperadas" en el uso.
Recién cuando la Agencia de Protección Ambiental (EPA) y el Comité de Recursos del Aire de California amenazaron con retirar la certificación a los modelos diésel del 2016, VW decidió cambiar sus declaraciones sobre el tema, a principios de septiembre.
Hasta el momento no hubo sugerencias de que otras automotrices se hubieran involucrado en las mismas prácticas que Volkswagen.
Esto no quita gravedad al asunto. La misma compañía afirmó que los motores especiales EA 189 fueron instalados en cerca de 11 millones de vehículos de VW en todo el mundo y han arrojado "una desviación importante" de los niveles de emisiones entre las pruebas y su uso en la carretera.
Los modelos afectados incluyen versiones diésel del Passat, así como el VW Beetle, Jetta y Golf. El Audi A3 también está siendo investigado. El mes pasado, los modelos diésel representaron el 23% de las ventas de la marca VW en EE UU, según un comunicado de prensa de la empresa.
“La hemos cagado por completo”
Estas fueron las palabras que utilizó el presidente de la compañía, Michael Horn, el lunes por la noche en Brooklyn (Nueva York) durante la presentación de una nueva versión del modelo Passat.
“Hemos sido deshonestos con la agencia de protección ambiental… tenemos que arreglar los coches y evitar que esto vuelva suceder…” continuó el directivo.
El tono dramático de Horn contrastó con la presencia en el evento de la estrella del rock Lenny Kravitz la cual intentó hacer como si el juego continuara. Mientras esto sucedía, en Brasil ex trabajadores de VW denunciaban a la empresa por torturas y crímenes contra sus trabajadores durante la última dictadura militar.
Nada de esto es de extrañar. En el caso ambiental las compañías vulneran permanentemente las tibias regulaciones del Estado contra la contaminación del ambiente. La sed de ganancias es más fuerte y se impone, la mentira y el engaño son moneda corriente para los capitalistas, así es el sistema.
Fuente: Reuters