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Red Internacional
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Opinión. Votante Parisi: ¿Cómo conquistar las demandas sentidas?

Artículo de opinión sobre el votante Parisi y una breve problematización de su programa político. Un llamado a sus votantes a pensar cómo podemos conquistar nuestras demandas y enfrentar el fortalecimiento de la derecha.

Viernes 17 de diciembre de 2021

Si de Antofagasta y sus nueve comunas dependiera, Franco Parisi sería Presidente de Chile. Un controversial economista que llamó la atención con su campaña presidencial vía redes sociales, con reuniones en línea, presentando sus propuestas en YouTube a través de su programa “Bad Boys”, que emite en el canal “Parisi TeVe”, en el que sube videos a diario acompañado de otros hombres, casi todos jóvenes youtubers, economistas, abogados o publicistas. Espacios donde sus votantes señalaban haberse sentido escuchados.

Presentándose como “los que incomodan a la gente” y repudiando a “la casta política”, declarando que “no era de izquierda ni de derecha”, “independiente de los demás partidos” y “sin ideologías”, Parisi simulaba ser una nueva alternativa alejada de los males de los últimos 30 años, incluso uno de los ejes de su candidatura fue terminar con los “abusos de la élite”, con un fuerte discurso ultraliberal y anticorrupción.

Pero este telón de cinismo se cayó cuando sale a la luz pública irregularidades en los gastos de su campaña, donde militantes de su Partido de la Gente denunciaron que no han recibido hasta la fecha, rendiciones de actividades donde se recaudaron fondos, como la “lukatón”, varias rifas y cuotas mensuales. El Servel inició una investigación por esos eventos donde se recolectó dinero en cuentas bancarias personales, en palabras de sus adherentes la “Francotón”, incluso CIPER constató que una empresa de un militante, que compitió por un cupo senatorial en la RM, recibió $112 millones.

Parisi, tuvo un amplio apoyo que lo consolidó como la tercera fuerza en las elecciones presidenciales, ya que populistamente utilizó a su favor la crisis del régimen y de los partidos políticos de los últimos 30 años.

Logró contar con el apoyo de sectores de capa media y de sectores estratégicos de la economía, como los mineros, sobre todo hombres con sueldos superiores a los 500 mil pesos. Este voto está permeado por la política traicionera de los dirigentes de los grandes sindicatos mineros, quienes -al haber hecho vista gorda al hecho de que los mineros nunca pararon en plena pandemia, sometiéndolos al silencio con la amenaza de despidos, en un momento donde millones fueron sacados de sus puestos de trabajo- fueron instalando en los trabajadores un sentido común individualista, de preocuparte de “cuidar el bolsillo”, un sálvese quien pueda frente a la crisis, lejos de dar una pelea conjunta. Generando un terreno fértil, para el discurso populista neoliberal de Parisi, que no busca más que seguir fragmentando a las y los trabajadores con la flexibilización y precarización de los contratos laborales, como se ha realizado durante las últimas décadas en dónde los ricos se siguieron haciendo más ricos.

E incluso se vendió como una nueva alternativa frente aquellos desilusionados, que se revelaron al calor del Chile despertó, pero que denuncian que ninguna de sus demandas sentidas se han cumplido, y frente aquellos críticos de la Convención Constitucional, por negarse a luchar por la libertad de los presos políticos.

Parisi, un neoliberal vestido de oveja blanca, que conquistó a los defraudados, a quienes no tienen una posición política definida (80,6%) y que no se sentía identificado con las coaliciones políticas existentes (44,1%), según la encuesta de Pulso Ciudadano y Activa Research. También ilusionó a algunos, con la idea de que las grandes mayorías pueden decidir en una “democracia” para ricos y grandes empresarios, con su propuesta de “recuperar la democracia” por medio de consultas online. Si esto fuese así, cabe preguntarse, ¿por qué entonces las demandas que millones exigimos en las calles en el estallido social, como salud y educación gratuita, derecho a la vivienda y NO+AFP, fuera Piñera y por una Asamblea Constituyente libre y soberana, no fueron cumplidas, si las exigió la mayoría?.

Simple, porque no favorecen los bolsillos de la minoría, de grandes empresarios y sus políticos, quienes se han encargado de que la crisis abierta por la pandemia la paguemos las grandes mayorías, mientras se consolidan en el cuarto lugar de las mayores fortunas de Latinoamérica, como es el caso de la familia Luksic, liderada por Iris Fontbona, según revista Bloomberg. Minoría que cuenta con el respaldo de las instituciones represivas, como la policía y militares, además de un sin número de trabas y restricciones para que las y los trabajadores y pobres hagan política.

Parisi el supuesto “economista del pueblo”, como lo señaló el Mostrador, dialogaba con sus votantes que “Chile está forrado”, para referirse a la desigualdad, para luego dar como respuesta un programa populista neoliberal que no se propone terminar con el saqueo de los recursos naturales, ni menos poner estas ganancias al servicio de las mayorías, sino que se limita sólo a mayor fiscalización y sanción. Tampoco quiere acabar con el negocio de las concesionarias y el trabajo precario en salud, ni menos terminar con las AFP ícono de la herencia de la dictadura.

Incluso en su programa con respecto al trabajo, señala incentivar la flexibilidad laboral, que sabemos que es igual a polifuncionalidad y mayor precarización. Además, de tener una línea política del orden y la seguridad, que no es más que criminalización y represión. Compartiendo algunos planteamientos incluso con Kast del Partido Republicano y candidato presidencial del Frente Social Cristiano, como se pudo observar en el programa "Bad Boys".

Entonces, ¿cómo avanzamos en dar respuesta a nuestras demandas?

Para realmente avanzar a responder a las demandas democráticas de las mayorías y frenar a la derecha, que tiene más del 50% de representación en el parlamento, las y los trabajadores y el pueblo debemos romper con todo individualismo y la idea del "sálvese quien pueda", pues esto lo único que hace es mantener a la clase trabajadora dividida y en silencio, por ello es clave avanzar a discutir y reflexionar en asambleas en los lugares de estudio y trabajo, a organizarnos y coordinarnos de conjunto, siendo ésta la única fuerza real que puede lograr conquistar las demandas sentidas y enfrentar a la derecha, que sabemos que no ofrece nada para el bien de los trabajadores y sus familias.

Por un salario y una pensión mínima de 600 mil pesos que se ajuste automáticamente a la inflación, por la reducción de la jornada laboral a 6 horas 5 días a la semana, sin rebaja de sueldo, para que todos puedan trabajar y tener tiempo de descanso y con la familia, respetando el derecho a ocio y a desarrollarnos como personas en otros ámbitos. Por una educación y salud pública gratuita y de calidad al servicio del pueblo y por el fin de las AFP.

Es urgente para el logro de éstos objetivos, que los dirigentes de los grandes sindicatos, gremios, organicen asambleas y debates, para que las y los trabajadores tengan voz y una reflexión profunda sobre el rol que tienen en la economía y el actual escenario político que se encuentra polarizado.

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