Femicidios. Yorleny, otro femicidio del que el Estado es responsable

El pasado martes 19 de octubre en Rincón Grande de Pavas, Yorleny Chinchilla Madrigal de 41, años quien laboraba como empleada doméstica, fue víctima de femicidio. De acuerdo con los informes preliminares del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), la mujer se encontraba “en la calle a altas horas de la noche”.

Continuamos luchando contra declaraciones misóginas, cuando el OIJ en sus declaraciones afirma "altas horas de la noche", pues ¿acaso no podemos ser libres de poder transitar a cualquier hora?

La agrupación de mujeres Pan y Rosas plantea que entre el machismo por este tipo de declaraciones y la falta de interés hacia la localización de un imputado, no tenemos más salida que la autoorganización. La búsqueda de justicia y el levantamiento de un nuevo estado de cosas realmente igualitario para las mujeres sólo es posible a través de la autoorganización. Las exigencias que el movimiento de mujeres realice, en contra de la justicia patriarcal que solo promueve la violencia de género deben levantarse.

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Es necesaria la creación de comisiones independientes de investigación integradas por las familias de las víctimas de femicidio y con representación del movimiento de mujeres, organizaciones sociales y políticas, que cuenten con acceso a las carpetas y archivos de investigación, además de establecer plazos máximos para dar celeridad a los procesos investigativos.

Los casos deben ser juzgados en un plazo no mayor a 12 meses con garantías de verdad y reparación para todas las víctimas, lo cual implica reparar el daño causado a las familias de las mujeres asesinadas y prevenir su revictimización. Exigimos una Declaratoria Nacional de Emergencia, junto con la creación de un programa de albergues y viviendas para mujeres en riesgo de violencia con garantías para la independencia económica de las mujeres que evite la escalada de violencia y el desenlace en femicidios, atención psicológica gratuita y de calidad para quienes lo requieran.

Un programa político estructural donde mujeres, movimientos sociales, populares y trabajadores discutan, organicen y construyan de forma amplia las estrategias para enfrentar la estructura de muerte, violencia, hambre y pobreza que nos acecha patrocinada por unos cuántos en el poder.

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