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Red Internacional
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Violencia de género. 3J: dos femicidios a días del “Ni una menos”

Este fin de semana, dos nuevos femicidios nos estremecen. El abandono del estado y la violencia patriarcal se llevó la vida de Erica Torres, bibliotecaria de la Escuela 266 de la provincia del Chaco y de Mariel Jiménez, en la Ciudad de Buenos Aires del barrio Villa Lugano.

Lunes 27 de mayo 15:06

Erica Torres, bibliotecaria de la Escuela 266 de Charata, ubicada en la provincia del Chaco, fue asesinada el viernes 24 cerca de las 7 de la mañana mientras hacía dedo para llegar a su escuela a dar clases. Su femicida, Juan Cáceres, quién ya había cumplido una condena por un delito sexual, la levantó y tras resistirse a ser abusada terminó con su vida.

Mucho se habla de la docencia del interior romantizando el tener que recorrer kilómetros y kilómetros para llegar a sus lugares de trabajo y el falso discurso de la vocación. En repudio a este hecho y para lograr la seguridad que necesitan quienes cumplen la función de sostener la educación pública en entornos rurales, los sindicatos docentes de Chaco llamaron a paro y movilización para este lunes 27 de mayo.

A miles de kilómetros, en Villa Lugano, barrio de la CABA, se produjo este domingo otro femicidio que acabó con la vida de Mariel Jiménez a manos de su ex pareja Cristian García, quien tras asesinarla decidió junto a su familia dejar el cuerpo en la salita de primeros auxilios del barrio para no levantar sospechas, denuncian los amigos y familiares de la víctima. Al pedido de justicia sus seres queridos realizaron un corte el domingo a las 17 hs. en el cruce de Avenida Cruz y Pola. Mariel sufría violencia física y hostigamiento por parte de su ex pareja hacía tiempo, había realizado varias denuncias y contaba con un botón antipánico, pero esto no fue suficiente.

Hace muy poco, el 5 de mayo, en Barracas ocurrió un triple lesbicidio, donde Justo Fernando Barrientos, quien vivía en el mismo hotel que las víctimas fatales, arremetió contra Pamela Cobas, Roxana Figueroa, Andrea Amarante y la única sobreviviente, Sofía Castro Riglos, les arrojó una molotov prendiendo fuego la pequeña habitación. Fueron atacadas por ser lesbianas y el fuego que generó su homicida se propagó rápidamente debido a las condiciones precarias en que vivían. En las distintas acciones organizadas en repudio se escuchaba la necesidad de acabar con los discursos de odio promovidos desde el propio gobierno de Javier Milei, junto a personajes como Nicolás Márquez, Agustín Laje, Francisco Sánchez y el vocero presidencial, Manuel Adorni, quien se refirió al hecho como “uno más”, negando que fueron asesinadas por su orientación sexual.

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Estos tres hechos aberrantes sucedidos en provincias y barrios diferentes se dan a muy pocos días del 3J y dejan en evidencia un mismo problema: la falta de inversión en políticas para la atención y prevención de situaciones de violencia de género y la violencia patriarcal que nuevamente acaba con la vida de estas mujeres. A esto se suma la falta de presupuesto en las provincias que promueva el transporte público y seguro para sus trabajadoras y trabajadores, y el problema de la falta de inversión en obras públicas y accesibilidad para viviendas, como se observa en el caso de Barracas.

El próximo 3 de junio, en una nueva movilización de #NiUnaMenos, recordaremos a Erica, a Mariel, a Pamela, Roxana, Andrea y a todas las víctimas de femicidios, lesbicidios, transfemicidios. Seguiremos peleando para que se implemente el presupuesto necesario para las políticas de prevención por los femicidios y la violencia, por ayuda económica, psicológica y jurídicas para las, los y les denunciantes, contra los discursos de odio y el respeto a la diversidad sexual, en defensa del derecho a la Educación Sexual Integral en todas las escuelas y su correcta implementación, por vivienda digna y contra la Ley Bases que viene a precarizar principalmente, a las mujeres y disidencias. Contra toda opresión y porque después de más de tres años, continuamos exigiendo la aparición con vida de Tehuel de la Torre.

Seguimos gritando bien fuerte: “¡Ni unx menos! ¡Vivxs Nos queremos!”.