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Red Internacional
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CÓRDOBA/MARCHA ANTI CUARENTENA. 45 años después, volvieron a profanar la memoria de Agustín Tosco

“Fuera comunistas de argentina”, “Menos Marx y más Alberdi” (intelectual liberal del siglo XIX, ideólogo de la reaccionaria Constitución Argentina de 1853), rezaban algunos de los carteles con los que vandalizaron el busto de Tosco que se erige frente al Patio Olmos, los participantes de la marcha anti-cuarentena del 17A. La realidad es que la cobardía de esos actos está sustentada en que saben (y temen) que la clase trabajadora no dejará pasar la crisis sin dar batalla.

Martes 18 de agosto de 2020 20:18

La historia se repite, ayer como tragedia, hoy como farsa. Los “Comandos Libertadores de América”, versión cordobesa de la Triple A, lo persiguieron, junto a la vanguardia obrera y popular, consiguiendo que muera en la clandestinidad, por una enfermedad tratable.

Ahora no son fascistas armados apoyados por el Estado, como fue en aquellos años 70, en que murió Tosco. Son una comparsa de clase media cheta, algunos jóvenes liberales y fachos infiltrados, con pañuelos celestes y patriarcado por mil años. La concentración derechista en el Patio Olmos, como en el resto del país, mostraba escenas carnavalescas, de jóvenes y no tanto, anti-cuarentena, anti-vacuna, anti-comunistas, anti-k, pero sobretodo, anti-obreros, anti-negros, anti-feministas. Que no nos confundan sus disfraces republicanos y justicieros. No había un solo obrero en dicha manifestación. Sí hubo algunos compañeros trabajadores que simpatizaron con la concentración derechista influenciados por los grandes medios opositores, que bombardean contra Alberto Fernández y su supuesto “mito populista”. Pero ante cada medida que no le gustó a la derecha, con estas acciones minoritarias, retrocedieron inmediatamente. La única gran medida, el pago a los buitres, fue apoyado por todos los derechistas habidos y por haber.

¿Pero ni un obrero se movilizó ayer? Me pregunta un ilustrado primate albino, con aires de “somos el pueblo bien”. Es simple. No hace falta ni estar allí. En la clase obrera honesta cordobesa, no hay nadie que pueda insultar a Tosco.

(Foto Juan Leyes)

Hay obreros de todas las identidades políticas. Hay compañeros mas o menos combativos, mas o menos progresistas o conservadores. Pero lo que no hay y nunca conocí, es un trabajador honesto que ofenda la memoria de Agustín Tosco. Hemos tenido diferencias políticas, estratégicas y sindicales, con “el Gringo” y sus seguidores. Pero como se deben dar entre compañeros de la clase obrera. Sí señores, la clase que hace funcionar todo.

La pandemia nos volvió a mostrar que sin nosotros el mundo no funciona, el capitalismo se hunde. No funciona ni la fábrica, ni el hospital, ni la escuela, ni el restaurante. Ofender al Agustín Tosco marxista es el acto más clasista de esta marcha. Saben que la clase trabajadora no pagará dócilmente el costo de la crisis económica y sanitaria. Como no lo hizo nunca en la Historia Argentina. Y la derecha sabe que en la guerra de clases a la que nos arrastra la debacle capitalista, el marxismo volverá a conquistar entre jóvenes y trabajadores, ser la única opción a la debacle capitalista.