La comunidad educativa de la Escuela 608 “La Esperanza”, de Villa Gobernador Gálvez, realizó en el día de ayer un Abrazo Solidario a la institución con el fin de reclamar los cargos necesarios para garantizar el dictado de clases presenciales en el Turno Tarde.
Martes 6 de abril de 2021 18:59
Ante la falta de respuestas del Ministerio de Educación y la pasividad de la dirección gremial de AMSAFE provincial, la comunidad educativa vinculada a la Escuela Secundaria Orientada Nº 608 “La Esperanza”, de Villa Gobernador Gálvez, realizó en el día de ayer un Abrazo Solidario a la institución con el fin de visibilizar la situación que atraviesa el Turno Tarde, el cual no ha podido comenzar el dictado de clases presenciales por falta de personal no docente:
A pesar de que el Turno Tarde fue creado hace ya cinco años, nunca se crearon los cargos necesarios para garantizar el funcionamiento adecuado del mismo. Hasta el momento, la escuela cuenta con un solo cargo de portero, lo que impide, por reglamentación del propio ministerio, que las puertas del mismo sean abiertas y que se desarrollen las clases presenciales en forma normal. Ante la falta de cargos, la comunidad educativa decidió realizar un abrazo solidario con el fin de reclamar por la creación de cargos, tanto docentes como no docentes.
Emiliano Fagotti, delegado docente, afirma que “desde hace cinco años que estamos funcionando en el Turno Tarde sin porteros ni asistentes escolares; no hay preceptor ni preceptora, y tampoco hay secretario ni prosecretario".
Frente a estas condiciones, la escuela se ha visto obligada a no comenzar las clases presenciales, manteniendo la virtualidad en un sector de la población con escaso acceso a las condiciones de conectividad necesarias y en el que la Brecha Digital se hace cada vez más evidente.
A esto se suma la falta de cargos docentes, que deriva, como en tantos otros casos, en aulas superpobladas, con más de 40 alumnos en algunos casos, lo cual obliga a que los alumnos, en caso de garantizarse la presencialidad en contexto de pandemia, deberán ser separados en cuatro burbujas. Como sostiene Fagotti, esto lleva a la absurda situación de que los alumnos de esos cursos terminarán asistiendo a la escuela una semana por mes.
Edgardo Plecito, docente de música de la institución, señala que a pesar de que han recibido la promesa de que se va a crear un cargo de portero para el Turno Tarde, por el momento se trata solamente de una promesa de palabra. Agrega, por otra parte, que “la virtualidad se da en la misma situación que el año pasado: chicos que no tienen manera de tener contacto con la escuela o con los profesores; chicos que por momentos se pueden conectar y por momentos no, debido a la precariedad del equipamiento del que disponen las familias.”
Frente a esto se levanta el reclamo de que el Estado garantice la conectividad para todos los alumnos, ofreciendo acceso a planes de datos para garantizar su derecho a la educación.
Selena, estudiante de 4to año, sintetiza en forma dramática la situación que han venido atravesando los alumnos a lo largo de estos meses: “Yo siento que el año pasado no aprendimos nada, y sólo nos preocupábamos en entregar los trabajos. Necesitamos las clases presenciales para poder recibir ayuda de los docentes, que te pueden explicar cuando no entendés algo”.
Vemos también en este caso cómo es la comunidad educativa, junto con los estudiantes y sus familias, quienes se ponen al frente para denunciar una situación que se repite en tantas instituciones a lo largo y ancho de la provincia.
Enfrentados ya al inicio de la segunda ola de la pandemia, con los índices de desempleo y subempleo en aumento y con la educación sumida en el olvido por parte del Estado, los protocolos actuales de seguridad se vuelven imposibles de poner en práctica. Por eso es necesario crear comités de seguridad e higiene en los sectores afectados, para que se pueda debatir y decidir qué medidas tomar ante los problemas de la comunidad, involucrando a todos los sectores afectados.