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Red Internacional
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A SANDRA LA MATÓ LA POLICIA. Rosario: a 17 años del asesinato de Sandra Cabrera

Ammar Rosario convoca a un homenaje en el cementerio La Piedad a las 10 y a una movilización a las 18 que partirá desde Santa Fe y Cafferata, hasta la Casita de la Diversidad.

Miércoles 27 de enero de 2021 10:34

Sandra Cabrera fue la primera dirigente de la Asociación de Mujeres Meretrices de la República Argentina (AMMAR) en Rosario e integrante de la CTA regional. Denunció la trata de mujeres y la represión sufrida por las mujeres que ejercían esa actividad en la calle, por parte de la policía local. A 17 años de su asesinato, aún se exige el esclarecimiento de la causa. Ammar Rosario, junto con la CTA de los trabajadores y ATE Rosario, convocan a un homenaje en el cementerio La Piedad a las 10 y a una movilización a las 18 que partirá desde Santa Fe y Cafferata, hasta la Casita de la Diversidad.

Sandra sigue siendo admirada por su fuerza, su coraje y conviccion.
Fue una revolucionaria luchando por los derechos...

Publicado por Ammar Rosario en Martes, 26 de enero de 2021

Sandra Cabrera, presente!

Eran tiempos de Obeid en el Gobierno de la Provincia de Santa Fe. El 27 de enero de 2004 se supo la noticia: a Sandra la habían asesinado de un tiro en la nuca con una pistola 38 mm, a dos cuadras de la terminal de Ómnibus de Rosario, muy cerca de su casa. Días antes, exactamente 18, por orden del subsecretario de Seguridad de ese momento, Alejandro Rossi, se retiró la custodia policial de su casa: “No se puede hacer una custodia personal sobre una prostituta callejera, es muy difícil", había declarado el funcionario.

El 23 de enero, Sandra acompaña a la meretriz Stella Maris Langoni a realizar una denuncia en la Fiscalía Nº 1 de Rosario contra la sección Moralidad Pública de la Policía. Longoni denuncia que fue detenida días antes por agentes de esa dependencia a pesar de haber pagado a un policía de esa dependencia la coima de 50 pesos para poder estar en la zona. Sandra denuncia ante los medios la situación, que sale publicada con una foto de ella el día 24. El día 29 de enero, dos días después de haber encontrado a Sandra sin vida, el entonces gobernador Obeid disuelve Moralidad Pública.

Quisieron hacer pasar en un primer momento su asesinato como un crimen pasional, para ocultar los verdaderos motivos que se encontraban detrás. Sandra se había convertido en una figura gracias a sus denuncias contra la Santafesina por abuso de poder hacia las trabajadoras sexuales, y por ser cómplice y participe necesaria de la captura para las redes de trata de mujeres y niñas en la zona de la Terminal de Ómnibus de Rosario.

El crimen de Sandra Cabrera fue uno de los primeros casos que echaron a la luz la podredumbre policial. Hay distintas versiones sobre su vida, incluso las que marcan que la misma Sandra habría sido informante del oficial Parcluczyk, quien fue absuelto de la causa por su muerte. La única precisión que se puede dar es que su muerte dejo al desnudo una de las caras de la policía: en su complicidad y participación con las redes de trata y el crimen organizado.

La otra cara de la misma moneda

A pocas cuadras del lugar de su asesinato, sigue en pie la Comisaría Séptima de Rosario. El asesinato de Cabrera, tiene como principales imputados a oficiales y suboficiales que generalmente trabajan y trabajaron en la zona de la Terminal, dependencia de dicha comisaría. Años después de su muerte, se dio a conocer por un informe del periodista Carlos Del Frade en el año 2008 escuchas legales (con motivos de otra causa judicial) dónde de las grabaciones surgía la responsabilidad de integrantes de la Comisaría Séptima por el conocimiento de la explotación sexual de menores en la zona y por su complicidad a través del otorgamiento de certificados de extravío de documentos para tapar la edad de las menores. A once años, la misma comisaría muestra otra de sus caras: fue en esta misma dependencia donde estuvo detenido Franco Casco y posteriormente asesinado, cuya causa hoy está bajo la carátula de "detención forzada de personas". Redes de trata y represión, dos marcas registradas de la Séptima y de toda una institución policial, plagada de coimas, narcos y complicidad Estatal.