Realizó un acto junto al gobernador Rodolfo Suárez, Marcelo Kloster y Juan Carlos Fernández, presidente y CEO de IMPSA. Allì oficializó que tanto el Estado nacional como el provincial serán los accionistas mayoritarios de la empresa de Pescarmona. Un salvataje al empresario amigo del poder que pagaremos todos
Jueves 3 de junio de 2021 19:55
El presidente realizó un acto en la empresa de Pescarmona para oficializar el salvataje estatal a esta empresa. Alberto Fernández recorrió las instalaciones de IMPSA, metalúrgica que produjo turbinas y puentes para 40 países desde Asia, EEUU y Latinoamérica. Ahora la nación es accionista mayoritaria, tras el desembolso de 1.362 millones de pesos, que se suman a la inversión provincial de 454,3 millones de pesos para el rescate de la ex Industrias Pescarmona.
Si bien la parte que le corresponde al Estado provincial no se abonará del presupuesto provincial, sino que se realizará a través de un préstamo del Estado nacional, son 200 millones de pesos que el gobierno de Suárez destinará en un primer momento al salvataje de la empresa, en momentos en la situación sanitaria se agrava producto de la falta de inversión en el presupuesto sanitario.
Antonio Caló, Matías Kulfas, Rodolfo Suárez y Alberto Fernández dieron una conferencia de prensa, donde el Gobernador expresó que “nos reunimos para capitalizar una empresa, y lo hicimos rápidamente. Con esta acción que estamos llevando adelante en este contexto, estamos dando un gran gesto de empatía, no sólo con los ciudadanos, si no con los empresarios.”
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Por su parte el presidente declaró que veía similitudes entre lo que le pasa a IMPSA con lo que le pasa a Argentina. “Piensen en IMPSA como el país: altamente endeudada, con tasas del 9,5% que había que pagar, que para poder encontrar una solución había que reducir esa tasa. Había que conseguir una espera de los acreedores, que además había que pedirles una quita. Que IMPSA hoy esté aquí de pie es el esfuerzo conjunto de todo eso. De quienes cedieron como acreedores, de los que apoyaron y también la fortaleza de poder asumir lo que hacemos a diario con Martín que es enfrentar a esos acreedores.”
Por su parte Kulfas dijo que “un día muy importante para toda Argentina. Pone fin a una larga crisis, y se inicia una etapa de recuperación y crecimiento. Con el apoyo decisivo del Presidente que tomó el compromiso de poner a la Argentina de pie”, justificando el millonario salvataje.
Cuando un gobierno endeuda el país, la deuda la tiene que pagar el conjunto del pueblo trabajador, como la sangría de millones de dólares que se lleva el FMI o el Club de París. Cuando un empresario se endeuda con el Estado, parece que también. Lo cierto es que Impsa tiene una larga historia de asistencialismo estatal.
En el 2014, mientras Pescarmona aparecía en las revistas ostentando ser el único mendocino entre los 40 hombres más ricos del país con un patrimonio personal de 320 millones de dólares, llevó a la empresa de su padre al default y las puertas de la ruina. Tomó a sus obreros como rehén amenazando con despidos masivos. El Estado tuvo que salir con un salvataje poniéndole 2 millones de pesos mensuales en subsidios directos. Condicionando nuevamente al Estado para que se le otorgue toda la obra pública energética en la que pudiera incursionar. Durante noviembre del 2016, con la ayuda del gobierno de Macri y los funcionarios del Banco Nación, su principal acreedor, logró zafar nuevamente de la quiebra logrando re-estructurar de la deuda que mantiene con sus acreedores.
Además, Pescarmona en 2018 utilizó el blanqueo de capitales dispuesto por Macri para declarar 108,2 millones de pesos.