La Obra Social de los Empleados Públicos ha constituido históricamente para las gestiones radicales y peronistas mendocinas un botín del que todos quieren una parte.
Miércoles 23 de septiembre de 2015 01:06
La Obra Social de Empleados Públicos de la Provincia de Mendoza es un ámbito que los partidos partronales suelen utilizar como “semillero” de dirigentes para sus partidos. Allí adquieren “formación en terreno” sus cuadros, para que se aventuren luego en continuar su carrera de políticos rentados.
OSEP se sostiene con el aporte de 380.000 afiliados (una gigantesca masa de trabajadores estatales cautivos que la abastecen mes a mes) y el aporte del gobierno provincial vía endeudamiento que los "señores directores" manejan según les parezca y todo hace pensar que brindar beneficios a los afiliados nunca les parece.
Puesta al servicio de una casta burocrática, la Obra Social de los Empleados Públicos ha llegado a endeudarse en cifras records, restringiendo servicios, tercerizando otros y disponiendo de contrataciones “a la carta”.
En Malargüe, a más de cuatrocientos kilómetros al sur de la capital provincial, la “foto” es casi la misma: afiliados furiosos con servicios que no se ofrecen, carencia de insumos, trabajadores que se alejan por maltratos patronales, precarización laboral, privatización encubierta, arrogancia y maltrato de los patrones políticos.
Sin embargo, aquel axioma que dicta que no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo soporte se materializó allí cuando la cotidianeidad de prepotencia patronal y saqueo de los recursos estatales escribía un nuevo capítulo durante la tarde del lunes 7 de setiembre. En ese momento, una repetida situación de maltrato tuvo como protagonista al Delegado de la Obra Social de los Empleados Públicos y a una trabajadora.
Esta vez, el miedo ya no silenciaría la voz de los trabajadores ni su ánimo de lucha; en menos de 48 horas, por unanimidad y en asamblea, decidieron ir al paro por tiempo indeterminado. El reclamo de los trabajadores fue claro: “separación precautoria del cargo” del Delegado Asistencial Jorge Marenco hasta que se “libre el sumario administrativo correspondiente, a efectos de que no se profundicen hechos de violencia psicológica y persecución a la compañera y al resto del personal”, según lo comunica la notificación de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE).
En estado de movilización y asamblea permanente, la totalidad de los trabajadores llevó adelante una huelga de ocho días. Como consecuencia casi inevitable, la lucha y la movilización condujeron a la renuncia de Marenco, hecho inédito en la historia de luchas gremiales locales. Los trabajadores entretanto, dispusieron en asamblea, continuar la huelga hasta tanto el directorio de OSEP no acepte la renuncia del funcionario.
Barbeito exigió pedido de informes
De manera simultánea a la renuncia del cacique kirchnerista Jorge Marenco, quién hasta hace poco era el Presidente del Honorable Concejo Deliberante de Malargüe, la senadora provincial Noelia Barbeito impulsó un pedido de informe al gobierno provincial sobre las irregularidades y los presuntos casos de violencia de género en la Delegación Malargüe de OSEP. El pedido de la legisladora fue votado por unanimidad por todas las fuerzas políticas con representación parlamentaria en el senado mendocino, incluso el mismo PJ que se ve acuciado por denuncias de vaciamiento de la obra social de los estatales.