Se dio a conocer que un lote de mil vacunas aplicadas a trabajadores de una maquila en campeche era falso. Se trata de una imitación de la vacuna Rusa Sputnik V.
Joss Espinosa @Joss_font
Martes 30 de marzo de 2021
Autoridades sanitarias dieron a conocer la distribución de lotes de vacunas falsas, mil de ellas ya fueron aplicadas a trabajadores de la maquila Karim’s, propiedad del empresario paquistaní Mohamad Yusuff Amdani.
Este caso no solo muestra la irresponsabilidad de autoridades sanitarias que no han garantizado la vacunación de sectores de trabajadores que se mantuvieron activos toda la pandemia, sino también la corrupción para la distribución de las mismas, pues con ese lote fueron vacunados personas allegadas al empresario dueño de la maquila Karim´s.
Dicho lote podría ser parte de las vacunas decomisadas el pasado 17 de marzo en el Aeropuerto de campeche, las cuales eran transportadas de forma ilegal en una aeronave privada.
Pese a que el lote aplicado a las y los trabajadores maquileros fue adquirido de forma ilegal, hasta ahora no hay una investigación hacia el dueño de dicha empresa, aun cuando esto puede generar reacciones o afecciones en la salud para aquellos a los que se les aplicó la vacuna.
Esta acción responde a que los empresarios, que quieren priorizar las ganancias buscan la forma en la que las y los obreros continúen con labores, aun cuando ponen en riesgo su salud, no solo por la aplicación de dicha sustancia, sino también porque siguen expuestos al contagio de COVID-19; siendo los centros de trabajo los puntos de mayor contagio como se ha mostrado todo este año.
La avaricia de las patronales no tiene límites, y esto demuestra que con tal de preservar sus ganancias pueden ser capaces de poner en riesgo la salud de las y los trabajadores.
Este caso es la muestra de un problema mucho más grande. Por un lado, las farmacéuticas que tienen las patentes de las vacunas, se están enriqueciendo sobre la base de lucrar con la pandemia, y por otro lado surgen lotes falsos e ilegales que también lucran con la salud de la población.
Por otro lado, los países más ricos del mundo han acaparado más del 50 % de las vacunas fabricadas, mientras en los países más pobres se estima que solo podrán vacunar al 10 % de la población en 2021. La lucha por eliminar las patentes y exigir vacunas para todas, todos, todes, se hace cada vez más urgente.
La situación de desigualdad en torno a la distribución de vacunas es producto de la irracionalidad capitalista que prioriza las ganancias por encima de la vida de la población. Esto no sería así si impusiéramos que las farmacéuticas liberen las patentes. Si estas no estuvieran en manos de un puñado que se están enriqueciendo con la pandemia, los países tendrían la capacidad de poder elaborar las vacunas necesarias para su población, evitando la infiltración de lotes falsos. Si expropiamos a las farmacéuticas y estas se pusieran bajo control de sus trabajadores, podríamos realmente enfrentar la crisis sanitaria en beneficio de las grandes mayorías y no de un sector de empresarios que llena sus bolsillos a costa de la tragedia de millones.
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