Entrevistamos a Ariel Aloi, trabajador del Hospital Iriarte de Quilmes, autor que con diversos recursos literarios condensa en su última obra una historia cruda, real y atrapante que transcurre en la guardia de un hospital público.
Viernes 7 de abril de 2017
Es su segunda novela. No muchos trabajadores logran desarrollar su potencial en el arte, en las letras; Ariel Aloi no sólo transita un camino sino que ya cuenta en su haber con una variada obra. En la más reciente, Las edades de la lluvia (que presentará este sábado 8 de abril en Hipólito Yrigoyen 58, centro de Quilmes) construye una gran historia que pinta un cuadro sobre el estado de la salud pública y el mundo de pacientes que padecen sus falencias. Conversamos con Aloi sobre este trabajo.
¿Cómo fue que surgieron estas ganas de escribir? ¿Cómo te iniciaste en la literatura, siendo que tenés un trabajo que te absorbe mucho?
AA- Empecé a escribir en la escuela, cuarto grado, y lo recuerdo porque ese año recibí una gran estimulación de mi maestra para que así fuera. En esa época escribía cuentos fantásticos, claro, con una mirada de niño. Ahí empezó todo. Después seguí escribiendo esporádicamente hasta el 2014 que publiqué Vidas y peatones y un librito titulado Poesías libres.
También tenés otro libro, Aviones de papel, que publicaste acá en Argentina ¿y también en México, cierto?
AA- Sí. Aviones de papel, para mí, en lo personal, significó un cambio en la manera de abordar la literatura. Me tomé mi tiempo y lo escribí de la forma en que quería escribirlo. A fines de 2015 se publicó en Buenos Aires y en noviembre de 2016 en Guadalajara, México.
¿Cómo influyó esa experiencia para encarar la historia de Las edades de la lluvia? ¿Tuvo que ver en el desarrollo tu lugar de trabajo?
AA- Influyó, y creo que a todos nos influyen de una u otra manera las condiciones sociales y culturales en que nos desarrollamos. A pesar de que la historia de Las edades de la lluvia se desarrolla con una base realista, en la guardia de emergencias de un hospital, sobre ella crece un gigantesco árbol de fantasías que no entrarían en nuestra realidad. Lo imaginé como un gran tejido, cada vez más embrollado.
Por momentos la realidad aparece con una gran crueldad, y eso sí tiene mucho que ver con el lugar donde trabajo. Describí, en el libro, al ficticio Hospital Aztlán como una isla visitada por miles de embarcaciones y como una caja de resonancia de lo que sucedía con inflexibilidad en la sociedad. Eso, metaforizado, es realismo puro.
La historia de Joaquín es la de un laburante que de repente se encuentra enfermo, llegando a un sistema hospitalario colapsado que, como decís, es realismo puro ¿Llevás la historia a un lugar común de muchos que llegamos a un hospital público?
AA- Exacto. Joaquín es un trabajador, con los problemas de cualquier trabajador: tiene que trabajar incontables horas, pagar un alquiler y comer mucho arroz. Y se enferma de leucemia. El hospital, en este caso, está colapsado, pero marco, ante todo, cómo la inhumanidad se abre paso fácilmente en medio de este caos.
La novela te atrapa, sobre todo por esto cotidiano que vos ves y vivís y para quien lo lee, que en algún momento le tocó llegar a una guardia médica. ¿En Joaquín están transferidos esos sentimientos y esperanzas de muchos?
AA- En el fondo Joaquín es un personaje esperanzador. Pero transferí más la tragedia que la esperanza en él. La historia en su conjunto sí merece la idea de la esperanza y en el final, casi inesperado, se traduce en la idea de la transformación, de recomenzar cuantas veces sea necesario.
A eso iba. El mensaje es esperanzador... ¿Y después de esta gran historia, habrá una nueva novela?
AA- Si. Empecé a trabajar en una nueva historia, El teorema de los pájaros. Pero, antes, estaremos presentando a mediados de año, aproximadamente, la adaptación teatral de Aviones de papel, junto a Laura Lasalvia. Y en noviembre vuelvo a México a presentar la primera edición de Las edades de la lluvia, junto a la editora y escritora Elideth Venegas Grimaldo.
La presentación de Las Edades de la lluvia es ahora pronto…
AA- Es este sábado 8 de abril a las 19 horas en el Espacio Cultural El Andamio, en Quilmes. Me estarán acompañando Laura Lasalvia y Damián Penizzotto con una adaptación cortita de la novela, Rubén Sacchi, el grupo Canción Necesaria y María Rosa Yorio, por quien siento profunda admiración.
Y por último, ¿tenés idea de publicar Las edades en algún otro lugar de habla hispana, España por ejemplo?
AA- En realidad nunca pensé publicar un libro fuera de Argentina. Y, a veces, he llegado a pensar que sería sumamente difícil publicar incluso en nuestro país. Por ahora no tengo propuestas, pero me gustaría.
Ariel nos concedió la nota en sus ratos libres.
Ama lo que hace.
Se construye sueños, y los transforma en prosa y literatura.