Tras las elecciones, los mercados tomaron medidas: sacuden los ahorros nacionales y el bolsillo popular. La CGT habla, ¿pero qué va a hacer? El clasismo reclama asambleas y un paro de 36 horas.
Lucho Aguilar @Lucho_Aguilar2
Martes 13 de agosto de 2019 00:34
Vivimos momentos intensos. Cuando se publique esta nota sabemos que fue un lunes “negro”, como les gusta titular a los grandes diarios: el dólar trepó a 57 pesos y se derrumbaron las acciones de las empresas argentinas. Pero es difícil predecir lo que esté pasando el martes, cuando la leas. La economía se empieza a descontrolar y los dos principales candidatos presidenciales juegan con fuego. Macri alienta el chantaje de los mercados, Alberto justifica la devaluación.
Los mercados votan todos los días, se sabe. Un “voto” que en realidad son medidas (de fuerza) que impactan sobre la economía nacional y la vida de millones. Entonces vale preguntarse: Macri no se hizo cargo de su derrota ni de su responsabilidad en la crisis económica, ¿la CGT se va a hacer cargo de defender las condiciones de vida de millones ante el ataque que vivimos?
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Del “no te metas” al pacto social
Este lunes, dos de los principales referentes de las cúpulas sindicales hablaron. Primero fue Héctor Daer, jefe de la CGT, que confirmó que su pasión es el análisis (nunca la acción).
Tras marcar que la devaluación era culpa del macrismo, dijo que “si el gobierno no tiene capacidad para solucionar esto que pida ayuda a los que sabemos”. ¿Esperabas que proponga alguna acción para frenar el chantaje de los "mercados"? Olvidate. “El peronismo tiene economistas importantísimos que pueden aconsejar como moverse”. Mientras tanto, Alberto dejaba correr el “dolarazo”.
Todavía en modo consejero, Daer aseguró que "Alberto no tiene que involucrarse en esta crisis ahora, no es el presidente y no debe desgastarse. Lo que hay que hacer es no desbarrancar y que la crisis no sea mayor" (léase: que el trabajo sucio lo haga Macri). ¿Y qué hacemos mientras, Héctor? "Para el movimiento obrero es una responsabilidad acompañar a Alberto”. ¿Y cómo sería eso, Héctor? "A los que no especulan hay que decirles que en el proyecto futuro entran todos: empresarios, trabajadores, jubilados, profesionales, grandes empresas, Pymes".
La fórmula de Daer es sencilla: el peronismo, político y sindical, no tiene que “involucrarse” mientras Macri y los mercados hacen el trabajo sucio. El objetivo es “no desbarrancar” y esperar, en medio de una crisis cada vez más profunda, que Fernández & Fernández unan los intereses de empresarios, trabajadores y jubilados.
"Honrar los compromisos"
Otro que salió a la cancha este lunes fue Sergio Palazzo, el dirigente de los bancarios y el Frente Sindical para el Modelo Nacional. No participa del mismo sector sindical con Daer pero sí del mismo proyecto político, que es lo importante. Más que “a la cancha”, hizo una recorrida por distintas radios que simpatizan con el kirchnerismo.
"Esperemos que no pase nada hoy en los mercados, pero si sucede será responsabilidad del gobierno" dijo temprano. El “esperemos” sonó un poco ingenuo, viniendo de un dirigente bancario. Obviamente, hoy pasaron cosas.
Pero Palazzo repitió el libreto de Héctor. "Hasta el 10 de diciembre el responsable de lo que pase es el gobierno, él tiene que hacerse cargo, no Alberto". En un sentido tiene razón, si no fuera porque el consejo termina siendo un llamado a la pasividad ante una crisis en la que ganan los de arriba y pierden los de abajo.
Pero Sergio fue un paso más allá que su colega. Les habló con el corazón a los que siempre responden con el bolsillo. "Los mercados no deberían preocuparse porque Alberto ha demostrado que honra los compromisos con Néstor. Fernández - Fernández garantizan estabilidad política en el país, eso tienen que saberlo los banqueros". Bueno.
¿Y qué propuso? “Trabajar en la unidad del campo nacional, con todos los sectores, trabajadores y empresarios unidos”. Igual que Héctor: “Todos” con los empresarios que piden devaluación, remarcan, despiden, fugan.
Ponele fecha
A la crisis política de un gobierno en retirada se le suma la crisis económica de un país en quiebra. Y quieren que a esas crisis la paguemos los de abajo. La devaluación rebaja el salario en dólares como piden los empresarios y en pocas semanas será un tijeretazo a los sueldos, jubilaciones y planes sociales.
Este martes se reúne la mesa chica de la CGT en la sede de UPCN. La CGT analiza la realidad. Pide esperar, como pidió esperar mientras Macri hizo el ajuste. No quiere “involucrarse”. Propone un pacto social con los empresarios. No dicen nada de los 12 mil millones de dólares que se pagarán a los especuladores de acá a las elecciones de octubre. No dice nada de lo que nos van a robar de los bolsillos en los 80 días que faltan hasta octubre, de los miles que caerán en la pobreza, quedarán sin trabajo.
La CGT no se hace cargo. Igual que Macri.
¿Qué pasaría si en vez de esperar los gremios bancarios, como el de Palazzo, paralizan esa maquinaria que especula día y noche contra el pueblo? ¿Y si los gremios de la sanidad, como el de Daer, le ponen freno a los que especulan contra los remedios y la salud de los jubilados? ¿Qué pasaría si los gremios industriales no permiten ningún cierre ni ningún despido? ¿Y si los gremios de los servicios exigen que se anulen los tarifazos pasados y rechazan los que vendrán? Simple: la crisis la tendrían que pagar los que la generaron.
El clasismo exige que las centrales le pongan fecha a un paro general activo, de 36 horas, en defensa de nuestros ingresos y puestos de trabajo. Entre las medidas más urgentes, un aumento salarial inmediato y una cláusula gatillo para que salarios, jubilaciones y planes aumenten de forma automática todos los meses al nivel de la inflación; que se anulen los tarifazos desde 2016 y luego aumenten a la par de los salarios; apoyo a todas las luchas contra los despidos y ocupación de toda empresa que cierre o despida masivamente, reclamando su estatización bajo gestión obrera.
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Para terminar con la tregua de la CGT y las decisiones a espaldas de toda la clase trabajadora, reclama un congreso de delegados de base y asambleas para discutir, en cada gremio y lugar de trabajo, una salida de fondo ante la crisis. La izquierda tiene una propuesta para que las grandes mayorías tomen el destino en sus propias manos.
Interviniendo activamente en la crisis se prepara como alternativa de lucha ante el rol que jugará el sindicalismo peronista en el próximo gobierno.
Lucho Aguilar
Nacido en Entre Ríos en 1975. Es periodista. Miembro del Partido de los Trabajadores Socialistas desde 2001. Editor general de la sección Mundo Obrero de La Izquierda Diario.