En los últimos años más de 38 proyectos de ley que intentan modificar el régimen de licencias por maternidad fueron presentados por distintos bloques políticos sin lograr la sanción correspondiente.
Sábado 16 de abril de 2016
Uno de los ámbitos donde la desigualdad se hace notoria es sin dudas en el trabajo. Y no solo porque en promedio las mujeres cobran el 27% menos que los varones por igual tarea, sino porque derechos básicos que van desde el día femenino, el derecho a la lactancia, las ausencias justificadas por familiar enfermo, jardines materno-paternales hasta la licencia por maternidad no se encuentran vigentes o están restringidos.
En este sentido, un tema que afecta directamente a las mujeres trabajadoras en una etapa muy especial de su vida es la licencia por maternidad.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) reconoce la licencia por maternidad como un derecho de las mujeres trabajadoras estableciendo la misma en un mínimo de 14 semanas.
En la Argentina, la Ley de Contrato de Trabajo comprende una licencia de 90 días (12 semanas) para las madres y de 2 días para los padres. Este régimen no solo es el peor de Sudamérica, en cuanto a plazos, sino que además deja afuera otras formas de maternidad, como por ejemplo padres o madres adoptivos o mujeres que se sometieron a fertilización asistida. Estas exclusiones resultan totalmente extemporáneas en pleno siglo XXI, frente a otros derechos conquistados como el matrimonio igualitario y la identidad de género.
Sin embargo, existen excepciones. En la provincia de Tierra del Fuego durante el año 2013 se sancionó la Ley 911 que establece notables mejoras en las licencias maternales. En principio se extienden los días de licencia: 30 días previos al nacimiento y 180 días posteriores. Se suman 30 días más por parto múltiple (idéntico criterio para adopción).
Contempla además la concesión de la licencia a el/la cónyuge o conviviente en caso de fallecimiento de la madre. Luego del nacimiento puede compartirla con su cónyuge o conviviente o quien ella designe como responsable del cuidado del niño mientras trabaja. Del mismo modo puede hacer con las horas asignadas para la lactancia por el término de dos años.
Si es el padre con el que se decide compartir la licencia eso no afecta su licencia por paternidad de 15 días que se extiende por 5 días más en caso de parto múltiple.
A nivel nacional resulta casi imposible avanzar hacia una mejora en este tipo de licencias. Uno de los últimos proyectos sometido a análisis aumenta el plazo de la licencia a 100 días totales y extiende la licencia por paternidad a 15 días. Claramente es una pequeñísima modificación y ni siquiera así logró llegar a discutirse en la Cámara de Diputados.
Este estancamiento tiene una explicación, del otro lado del mostrador están la Unión Industrial Argentina, las Cámaras Empresariales y la Cámara Argentina de la Mediana Empresa, quienes se oponen sistemáticamente a que este proyecto se transforme en ley.
Es que en definitiva el centro de la discusión no es si se aumentan los días de licencia o si las mismas abarcarán a más progenitores. El tema es que ampliar los derechos de los trabajadores va en la dirección opuesta de los intereses de las patronales.
Para decirlo en otras palabras, las patronales solo reconocen un derecho cuando se transforma en un beneficio directo para aumentar sus ganancias.
La dilación en aprobar los cambios en la Ley de Contrato de Trabajo por parte del Congreso es la prueba más contundente de la connivencia que los liga a los sectores del poder económico.
Porque mientras muchos de ellos con una mano agitan las banderas del cambio, con la otra sostienen el escudo de protección e impunidad sobre los grandes capitales para que puedan perpetuar la opresión y explotación de toda la clase trabajadora.
