Dos nuevas denuncias contra Easy Call. Sumá tu denuncia enviando Whatsapp al +54 9 341 5851691 o por correo a [email protected]
Viernes 29 de julio de 2016
Sin lugar a dudas Easy Call es uno de los call centers de Rosario que más denuncias de maltrato acumula. La Izquierda Diario sigue recibiendo mensajes de trabajadoras y trabajadores. Todos ellos tienen un común denominador: el atropello y la prepotencia cotidiana por parte de supervisores, Recurso Humanos y la patronal.
Esta semana sumamos dos nuevas denuncias de dos trabajadoras, ambas madres y empleadas de Easy Call. A continuación reproducimos su testimonio.
“Hace años que empecé a trabajar en Easy Call. Cuando quedé embarazada, me cambiaron de grupo inmediatamente casi como una especie de castigo. Me sentí mal, obviamente estaba muy sensible por el embarazo. Después me pasaron a Dynatac, otro call center del mismo dueño. Una tortura. Literalmente te escuchan todas las llamadas y si no les gustaba una palabra que dijiste, te llaman para hablarte. Una y otra vez. Te dicen a los gritos que llegues a los objetivos, que vayas los sábados a trabajar sin cobrar. Si no, te tenés que bancar charlas de moral.
Ahora me encuentro haciendo un tratamiento médico y la empresa no paga la licencia. Me presenté a los controles que me pidieron, pero nada. El sueldo miserable que nos pagan no alcanza para nada, y en mi caso se agrava porque sostengo una familia. Con todos los gastos que eso implica nunca se llega a fin de mes. Traté de comunicarme con el sindicato, pero la verdad que no obtuve buenas respuestas cuándo fui”.
Te dicen que al cliente le tenes que mentir, mentir y mentir
“Trabajo actualmente en Easy Call. Digo la verdad no aguanto más pero necesito el trabajo porque tengo hijos. Tengo que aguantarme el maltrato de la supervisora y de la coordinadora todos los días. Están buscando que renuncie. Me tratan mal delante de mis compañeros, pero ellos se dieron cuenta que me agarraron de punto. Pero como no tienen nada para echarme, porque llegó a horario, llegó a los objetivos, entonces no tienen forma de echarme. Me llaman de calidad y me dicen: “vos no podes mentirle a los clientes”. Yo les dije ustedes me obligan a mentirle a los clientes, porque desde el momento que yo le digo al cliente que el abono es de 115 pesos, ya le estoy mintiendo porque el abono en realidad es de 230 pesos. Cuando yo hice la capacitación lo único que me dijeron es que hay que mentir, que hay que mentir y que hay que mentir. Y ahora quieren usar esto mismo que nos obligan a hacer para echarme”.