Familias campesinas denunciaron que durante el fin de semana recibieron amenazas y un tiroteo contra una familia que lleva 25 años viviendo y trabajando en una finca. La semana pasada había sufrido un intento de desalojo por parte de un empresario que quiere apropiarse de las tierras
Lunes 12 de marzo de 2018 16:36

Fotos: campesinasdecuyo.wordpress.com
La familia Flores, lleva más de 25 años viviendo en esa finca, es una familia campesina y trabajadora de la tierra conocida en toda la comunidad campesina de Lavalle. Desde la Unión de trabajadores rurales Sin Tierra denunciaron la agresión del empresario Sebastián Nebot, quien envió matones que dispararon contra la familia y quienes se solidarizaban con ellos contra el intento de desalojo.
La semana pasada, el día viernes 9, la Fiscal Gabriela García Cobos, de la Unidad correccional 33 dictó una orden de desalojo, a partir de denuncias que realizó Sebastián Nebot por supuesta usurpación de una finca en la que la familia Flores lleva más de 25 años trabajando. Desde la UST denunciaron que "se presentaron más de 30 efectivos policiales con un auxiliar de justicia en la casa de la familia de Beatriz Flores Rollano, con una orden de desalojo y sin mediar palabra ingresaron a su domicilio donde comenzaron a revolver y sacar todas las pertenencias de la familia. Además permitieron ingresar a 3 obreros enviados por el Empresario Sebastián Nebot y un martillero público que se sumaron al atropello e incluso rompieron una puerta que se encontraba cerrada con llave". En la casa se encontraba una joven de 19 años con su bebé, a la que amenazaron, según denunciaron.
"¿Cómo se puede denunciar por usurpación a alguien que lleva más de 20 años como poseedora de la finca? La Fiscal parece no haberse hecho la pregunta y en lugar de derivar la causa a un juzgado civil, optó por criminalizar a la familia campesina y desalojarla", denunciaron desde la comunidad campesina. Además recordaron que el empresario Nebot "ya había estado preso por agresiones a una de las hijas de Beatriz e, incluso tiene una restricción de acercamiento a la propiedad de la familia, a la que viene hostigando desde hace tiempo para obligarlos a salir de la finca, de la que se quiere apropiar".
Ante el operativo policial, se acercaron a solidarizarse con la familia distintos referentes de la comunidad campesina, funcionarios del departamento y organizaciones sociales, quienes lograron la suspensión del desalojo. No obstante, la familia Flores denunció que tras la irrupción en su casa, les faltaba dinero y electrodomésticos.
Tras el violento episodio, vecinos y organizaciones sociales organizaron turnos para acompañar a la familia, ante la amenaza de un nuevo intento de desalojo. Ya en la madrugada del sábado, fueron victimas de un nuevo ataque del empresario: según el relato de los campesinos "los vecinos que estaban en la puerta de la finca sintieron pasar cerca varios disparos y corrieron a refugiarse dentro de la casa".
Desde la UST denuncian que "toda esta situación se suma a innumerables acciones de hostigamiento que Nebot viene cometiendo contra la familia como incendios, ingreso a la casa filmando cuando las niñas se bañan, amenazas, e incluso agredir y herir a una de las niñas con una zapa porque esta le impedía ingresar a la finca". Desde la agrupación campesina también denunciaron al accionar de la justicia que ordenó el desalojo de la finca, la brutalidad policial en el operativo y la impunidad del empresario.