Desde La Izquierda Diario conversamos con "Kinko" Gallardo, trabajador nucleado en la Cooperativa de Carreros y Recicladores La Igualdad conformada por 1200 carreros de la ciudad de Córdoba. Nos cuenta aquí el recrudecimiento de unas condiciones de vida ya de por sí difíciles, la historia de quienes no pueden quedarse en casa.
Jueves 2 de abril de 2020 19:48
¿Cuánta gente esta nucleada hoy en la cooperativa y cuál es el salario habitual? ¿Recibieron algún tipo de ayuda por parte del Estado en esta situación?
En la actualidad somos 1200 carreros y recicladores. De los cuales 240 estamos nucleados en la beca que otorga la Municipalidad de Córdoba, trabajando un mes 120 y al otro mes los otros 120. Nuestro salario habitual es de 10.000 pesos que nos paga la Muni, pero por fuera de eso llega poca ayuda. Lo que otorgó la Nación, el bono de 10 mil llegó a algunos y a otros no. La realidad es que no sabemos manejar el tema del WiFi o mandar papeles, entonces con la burocracia de estos trámites se nos ha complicado un montón. La mayoría no sabemos ni leer ni escribir, ni tenemos posibilidad de acceso a internet.
¿Cómo afectó su trabajo el coronavirus y el decreto de cuarentena?
La vida del carrero día a día es muy sufrida, de momento no tenemos a nadie atacado por el coronavirus, pero no hace falta ser epidemiólogos, ni enfermeros ni doctores para saber que si le agarra a uno, le agarra a todos. Nosotros trabajamos en el centro o en partes donde viven las clases más altas, recolectando esos residuos, por lo que estamos expuestos a todo tipo de riesgos por entrar en contacto con la basura. A la cuarentena no la estamos pudiendo cumplir por la situación que estamos pasando. Hemos tenido que salir a ganarnos el pan día a día, a salir a juntar cartones.
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Desde que comenzó la cuarentena se han recrudecido los controles policiales, ¿cómo los afecta esto?
Y, la policía nos persigue en la calle, nos maltrata, nos castiga, no nos dejan circular. Nos tienen a las órdenes de ellos, esclavizados, nos quitan los caballos, no nos dejan trabajar. Nos persiguen si está cargado de más o de menos.Entre el Gobierno provincial de Schiaretti, la policía y la organización "Sin Estribos", nos vienen castigando a la comunidad carrera día a día, no hay como zafar de eso y se ha puesto peor.
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El gobierno dice que hay que educar a los chicos por internet, ¿esta realidad llega a sus barrios?
Estamos bastante jodidos con la educación por internet, porque no tenemos para pagar una operadora de cable o internet. Verdaderamente no tenemos forma, nos dicen que vean Paka Paka nuestros hijos, que dicen que pasa contenidos para chicos. Pero no podemos pagar eso. Nuestros hijos están destinados a perder este año, y si seguimos así a condenarlos a que terminen en el carro y sean iguales de analfabetos que los padres.
¿El Paicor les envía la comida para los alumnos?
Nosotros tenemos comedores de los carreros que se están abasteciendo con comida cirujeada, la levantamos de lo que se tira de las panaderías y las carnicerías, no estamos recibiendo ninguna ayuda para poder alimentar a nuestros hijos, ni por parte del Gobierno nacional, ni por parte del provincial, ni por parte del municipal. Tampoco ninguna organización social se ha acercado, ninguno se ha acercado a darnos una mano. Y eso quisiera que por favor quede reflejado. Tampoco tenemos religión, acá no llegan ni los curas, ni los mormones, ni los testigos de Jehová, ni un evangelista, no llegan ni a darnos la palabra para que podamos decidir si queremos ser de alguna religión.
¿Cuáles son sus exigencias como trabajadores organizados?
Como exigencia, nos gustaría que nos reconozca como los trabajadores que somos, para que nuestros hijos puedan tener acceso a cobertura médica, a buena educación. Queremos estar en blanco, no vamos a entregar nuestros carros, eso lo vamos a defender, pero queremos ser reconocidos como un trabajador, como un reciclador.