Este mediodía se conocerá si es ratificado por el fiscal jorge Medina. El funcionario judicial está cuestionado por los abogados de Marcelo Macarrón, acusado de matar a su ex esposa.
Lunes 26 de junio de 2017 10:06
Quizá el fiscal de Río Cuarto, Daniel Miralles, no haya leído a Lenin. Pero el viernes pasado, cuando renunció a seguir investigando el femicidio de Nora Dalmasso (51); el fiscal dio “un paso atrás, para luego dar dos adelante”, frase acuñada por el revolucionario ruso en uno de sus escritos de 1904.
Es que el mismo viernes, los abogados Marcelo Brito y Gustavo Liebau –defienden al viudo Marcelo Macarrón (58), acusado de haber asesinado a su esposa Nora Dalmasso- llegaron a Río Cuarto con un escrito de más de 40 páginas para recusar al fiscal Miralles “por haber adelantado opinión”, sobre el crimen ocurrido el 25 de noviembre de 2006 y que conmocionó al país.
Minutos antes de que los defensores de Macarrón presentaran el pedido de recusación ante el juez de Control Daniel Muñoz, Miralles los sorprendió presentando su renuncia a seguir investigando el crimen –lo hizo ante el fiscal de Cámara Medina-, acusando a Brito de haberlo ofendido moralmente.
Es que el defensor Brito -ex fiscal General durante el primer Gobierno de José de la Sota- y su socio Liebau pidieron la “recusación con causa” del fiscal Miralles por considerar que en su última conferencia de prensa dada hace una semana, el pasado lunes, “adelantó opinión, de manera manifiesta o solapada al utilizar ciertas expresiones de manera espontánea y responder preguntas concretas que le formularan”.
Según los defensores del viudo Macarrón -acusado de haber asesinado a Nora Dalmasso la madrugada del sábado 25 de noviembre de 2006-, la frase que complicaría a Miralles para seguir al frente de la investigación sería la siguiente: “La presencia genética de Macarrón es muy grande”.
Brito sostuvo ante los periodistas de Río Cuarto que “ese mismo día muchos medios nacionales hablaron de que el fiscal había anunciado que la causa estaba a juicio después de la feria y esto está prohibido por la ley penal”.
Y agregó que “el fiscal puso al desnudo que no tiene ningún interés en investigar la verdad histórica sino que quiere enviar a juicio al hoy imputado Marcelo Macarrón”.
Para la defensa del viudo, “no puede seguir interviniendo como investigador quien ha anunciado anticipadamente lo que va a hacer”. Afirmación que va dirigida contra Macarrón.
Además, la dupla Brito-Liebau también le solicitó al juez Muñoz que declare nula toda la prueba que la Cancillería de Uruguay envió a principios de este año. Considera que fue obtenida ilegalmente por Miralles cuando viajó a Punta del Este: “El fiscal fue a Uruguay como si fuera un sheriff internacional, violando todas las leyes procesales”, ironizó Brito el pasado viernes, en medio de un show mediático en la puerta de los Tribunales de Río Cuarto.
Esa mañana, los defensores del viudo Macarrón desplegaron un show que los puso como los ganadores de la contienda contra Miralles, un fiscal con quién tienen un fuerte encono desde el mismo día que se hizo cargo de la investigación.
Sin embargo, la jugada del fiscal, tuvo una lógica leninista: dar un paso atrás, para dar dos adelante: lejos de querer abandonar la causa más emblemática de la Justicia cordobesa, Miralles busca que su jefe, el fiscal Jorge Medina, no le acepte la renuncia y lo ratifique en la investigación del asesinato de Nora. Se estima que hoy al mediodía, Medina tendrá listo su dictamen de apoyo a Miralles.
Además, el juez de Control Daniel Muñoz resolverá en el transcurso de la semana, si acepta o rechaza el pedido de recusación contra el fiscal Miralles; pero en los Tribunales de Río Cuarto confiaron a La Izquierda Diario que “el escrito de Brito es una de las tantas chicanas que presentó a lo largo de su defensa, porque si hay algo claro es que el juez no puede adelantar opinión; pero el fiscal es acusador desde el momento que investiga el homicidio”.
Con ese razonamiento, se desprende que la defensa de Macarrón recibirá un revés, que se convertirá en un nuevo apoyo del sistema judicial de Río Cuarto hacia Miralles, quién saldrá fortalecido y podrá transitar las últimas semanas hasta que eleve la causa a juicio.
Durante casi una década, el fiscal Javier Di Santo tuvo la investigación paralizada. Pero el 16 de febrero del año pasado, Daniel Miralles se hizo cargo del caso, y un mes después, con las mismas pruebas colectadas por Di Santo, decidió imputar al viudo Marcelo Macarrón por el asesinato de su esposa Nora Dalmasso.
Miralles sostiene que este médico traumatólogo viajó clandestinamente desde Punta del Este hasta Río Cuarto, mantuvo sexo con su esposa, la asesinó ahorcándola; y luego regresó al país vecino. Apoya su acusación en la abundante presencia de ADN de Macarrón en la escena del crimen y el cuerpo de la víctima; y en la ventana horaria que permitió realizar el viaje.
Tras dos meses de investigación con el viudo acusado de homicidio agravado por el vínculo, el 24 de mayo de 2016 el fiscal y su secretario viajaron a Punta del Este para recabar precisiones sobre la estadía de Macarrón y la posibilidad de volar en forma ilegal hacia Río Cuarto.
El lunes pasado, ante periodistas de Río Cuarto, Miralles anunció que una vez que llegue una reconstrucción virtual en 3D del homicidio, estará en condiciones de cerrar la instrucción y elevar la causa a juicio.
Con estas jugadas propias de un ajedrecista, Miralles busca que la corporación judicial de Río Cuarto haga frente común con él, para enfrentar a Brito, un hábil jugador de la política judicial cordobesa con estrechas relaciones con el poder de turno.