Santilli pidió “dejar las elecciones” para 2023. La ministra Losardo criticó a Larreta. De fondo, una discusión donde las necesidades de las mayorías populares no tienen importancia.
Miércoles 2 de diciembre de 2020 12:37
Como una suerte de (mal) remake de la eterna lucha entre unitarios y federales, la pelea por la coparticipación entre el Gobierno nacional y la administración de la Ciudad de Buenos Aires sigue su curso. En las últimas horas hubo reclamos cruzados, chicanas y presiones sobre la Corte Suprema de Justicia.
La pelea volvió a escena desde el fin de semana y tuvo su escena principal a lo largo del lunes en la Cámara de Diputados, cuando se puso en el temario de una sesión especial el punto en cuestión.
La maratónica reunión -duró alrededor de 18 horas- terminó con media sanción al proyecto de ley que modifica la coparticipación que el Gobierno nacional le envía a la Ciudad de Buenos Aires. En la votación, los diputados del Frente de Izquierda Unidad se abstuvieron. En su intervención, Nicolás del Caño denunció que se trataba de una disputa que no beneficiaba a las grandes mayorías populares.
La respuesta del Gobierno de Larreta fue inmediata. En una conferencia de prensa denunció al Gobierno nacional y afirmó que buscan llevar “a los porteños al límite del sometimiento”. Apostando al miedo y refiriéndose a los fondos destinados a la Policía de la Ciudad, se preguntó “¿quieren sacarle la Seguridad a la gente para que la calle sea tierra de nadie y que barrabravas violentos puedan tomar la Casa Rosada como el otro día?”.
Este miércoles, respondiendo específicamente a esas declaraciones, el ministro de Obras Públicas de la Nación, Gabriel Katopodis, afirmó que "los fondos para la Policía de la Ciudad están garantizados". En declaraciones radiales indicó que el Congreso de la Nación “ordenó” la coparticipación.
En la conferencia Larreta directamente apuró a la Corte Suprema de Justicia. “Necesitamos que la Corte se manifieste para restablecer el federalismo que se quebró. Porque hoy es la Ciudad pero mañana puede ser cualquier otra provincia”, afirmó en relación al recurso presentado por el Gobierno de la Ciudad frente al máximo tribunal.
Este miércoles fue la ministra de Justicia la encargada de responder estas críticas del jefe de Gobierno porteño. Desde su cuenta de Twitter, Marcela Losardo la que se mostró preocupada porque Larreta “pareció ejercer una inapropiada presión a la Corte Suprema”.
A la funcionaria se le “olvidan” todas las “presiones inapropiadas” que su propio Gobierno ejerció contra la casta judicial. La velocidad con la que transcurren los hechos coopera a esas omisiones. Pero no pasaron ni dos meses de aquel pedido explícito de Alberto Fernández a la Corte Suprema para que decidiera en favor del oficialismo en el caso de los jueces Bruglia y Bertuzzi.
Los cruces y las peleas no terminaron allí. Diego Santilli, vicejefe de Gobierno de CABA, se lanzó a criticar a Máximo Kirchner. Lo hizo afirmando que sería bueno “dejar las elecciones para 2023”. La afirmación es una respuesta a lo que el jefe de los diputados oficialistas dijo en la Cámara baja el martes por la madrugada.
Ese día, en su discurso de cierre, criticó a Larreta como eventual futuro candidato presidencial y afirmó que “el país terminó endeudado y patas para arriba” cada vez que un jefe de Gobierno porteño fue presidente.
Macri, por su parte, cargo contra los diputados ligados a Schiaretti que votaron a favor y se mostró confiado en que la Corte Suprema termine fallando en contra de la resolución.
Dominada por el oficialismo ayer la Cámara de Diputados atropelló nuevamente las instituciones, los derechos de los argentinos y el federalismo. La ley que aprobaron saquea el presupuesto de la Ciudad y pone en riesgo la seguridad, la salud y el bienestar de millones de personas
— Mauricio Macri (@mauriciomacri) December 2, 2020
Hay que recordar que el origen de esta disputa está atado a la resolución que tomó el Gobierno de Alberto Fernández para poner fin a la protesta de la Policía Bonaerense que tuvo lugar en el mes de septiembre.
En ese entonces, el Gobierno nacional recortó por decreto fondos a la Ciudad de Buenos Aires para otorgar un aumento de remuneraciones a los efectivos de esa fuerza. Es decir, cedió abiertamente al chantaje de una de las mayores mafias del país.
Ahora, en la discusión reabierta entre el Ejecutivo nacional y el de la Ciudad de Buenos Aires, no hay en debate nada que pueda beneficiar a las grandes mayorías populares.