El vicepresidente segundo de Rosario Central, Ricardo Carloni, denunció el martes que su vehículo fue dañado cuando lo dejó unos minutos estacionado esa mañana en San Luis y Oroño. El dirigente no sabe de dónde proviene el ataque pero dijo que investigará "hasta las últimas consecuencias".
Mauro Yasprizza @mauroyas
Sábado 18 de octubre de 2014
"Dejé 20 minutos el auto estacionado en Oroño y San Luis, lamentablemente lo encontré roto, con las puertas abiertas, me rompieron los vidrios y lo rayaron todo, además dejaron un mensaje (un insulto) el cual fue escrito en el capot”, expresó Carloni refiriéndose al ataque recibido. “Voy a llevar esto hasta las últimas consecuencias. Estamos viendo si hay cámaras en esa zona", indicó el recientemente elegido dirigente “auriazul” que integra la comisión directiva de la institución de Arroyito. "Pregunté a la gente y nadie vio nada, es sospechoso, son hechos raros", agregó.
En referencia a la agresión, estimó que no sabe de dónde puede venir, "no sé a quién atribuírselo, vengo sufriendo varios atentados. La verdad es que duele un poco esto, ojalá estemos fuertes para sobreponernos a estas intimidaciones”. Pero no solo el pope “canalla” sufrió este acto vandálico. Otro de los que tuvo que padecer esta especie de atropello fue el volante Fernando Barrientos. El ex volante de Lanús toleró un ataque a su vehículo por un grupo de hinchas “rojinegros” a la salida del partido frente a River.
La situación vivida por Barrientos se trató de un grupo compuesto por hinchas que se llegaron hasta su vivienda, cercana al Coloso, y le rayaron su camioneta que estaba estacionada en la puerta. Fernando Barrientos hizo pública la denuncia, una vez realizada la presentación en una comisaría, pero sostuvo que no quería hablar del tema y focalizarse en el clásico.
Pero no solo el central está pasando por situaciones lamentables en la previa del derby rosarino. Lamentablemente, ñuls, vive similares actos de cobardía extrema. En la pasada noche del miércoles, en horas de la madrugada, una de las tiendas oficiales, ubicada en la zona sur de la ciudad (San Martín al 4800).
Los autores del ataque rompieron una reja, la vidriera para luego ingresar y llevarse una importante cantidad de artículos. Sebastián, uno de los propietarios del negocio, manifestó los pormenores del atraco, al que por el momento lo atribuyó a un delito común que no tendría conexión con el clásico del domingo.
Pero este no es el fin de la historia. Hay una versión muy fuerte que resuena hoy por hoy en la “Chicago Argentina”. Según se pudo corroborar, en la semana que estamos transitando, hubo una visita de hinchas caracterizados a uno de los barrios privados que es habitado por jugadores ñubelistas. Lo que hasta el momento no se pudo chequear con veracidad es si al “country Kentucky”, la visita fue a modo de sostén, aval hacia los players que residen o el consenso fue otro.
Tristemente y de esta forma se están llevando a cabo las horas previas al duelo entre “leprosos y canallas”. La violencia les viene ganando a ambas instituciones. Ojala que el domingo las casacas tomen la posta de la racionalidad y que la cordura reine en el antes y en el después de la fiesta pagana más celebrada por los rosarinos. El fútbol debe primar por sobre la irracionalidad.