En la primera audiencia declararon los cincos policías implicados en el caso. Una movilización exigió cadena perpetua para los acusados.
Martes 19 de abril de 2016
Pasada las 14, se iniciaron ayer las audiencias del juicio oral y público por el asesinato de Ismael Lucena, lesiones a Marcelo López (ocurridas en noviembre de 2011) y un posterior de encubrimiento y amenazas. En el banquillo de los acusados están sentados cinco policías, quienes declararon ante el tribunal integrado por los jueces Alicia Freidenberg, Dante Ibáñez y Néstor Rafael Macoritto.
Mondino Becero y Antonio Monserrat están acusados como coautores voluntarios en los delitos de homicidio agravado, abuso de armas de fuego agravado y abuso de funciones como integrante de las fuerzas policiales en relación a Ismael Lucena; agregándose lesiones agravadas en relación a Marcelo López.
En tanto, Rubén Tejerina, Antonio Zelarayán y Francisco González serán juzgados por los delitos de encubrimiento agravado, falsedad ideológica de instrumento público e incumplimiento de deberes de funcionario público. A González se le agrega el cargo de amenazas coactivas a Marcelo López.
Los hechos
En el informe realizado pidiendo la elevación a juicio se narran los hechos ocurridos el 11 de noviembre de 2011. Becero y Monserrat, de civil pero portando armas reglamentarias, iniciaron una persecución en el barrio El Gráfico contra dos supuestos ladrones. Al verse perseguidos Ismael Lucena y Marcelo López comenzaron a correr pensando que los querían asaltar. Finalmente, tras efectuar disparos son atrapados por los policías de civil; “te voy a matar chorrito”, le dijeron a López mientras lo apuntaba con un arma. Ismael ya tenía una importante herida en la cabeza por donde perdía sangre. Los policías Tejerina y Zelarayán se hicieron presentes en el lugar y se llevaron a Ismael y Marcelo a la comisaría de Las Talitas, dejando irse a Becerro y Monserrat. Allí González los obligó a firmar un acta donde manifestaban que habían sido agredidos. Dejados cerca del CAPS de El Colmenar, Ismael morirá a las horas en el hospital Padilla producto del politraumatismo craneano.
El 14 de febrero de 2012, pasadas las 14, González se presentó en el domicilio de Marcelo López para amenazarlo con el fin de que López no se presente al careo entre ambos, que estaba previsto para dos días después: “no te presentés porque te va a pasar lo mismo que a Lucena”.
“Si se largan a correr es por algo"
Tanto Becero y Monserrat coincidieron en que iniciaron la persecución luego de recibir un mensaje de texto avisando sobre un supuesto intento de robo. Monserrat admitió realizar un disparo, “viendo que no impacte en nadie”, mientras que Becero manifestó que “en ningún momento hice disparos a Lucena y López, la prueba positiva de parafina no puede ser”. Becero, justificó el accionar por estar en una “zona roja” donde “nos tenían locos con el tema de la inseguridad”.
Con matices, los policías sostienen que estaban persiguiendo un supuesto ladrón ("El Rengo"), como si se eso justificara un homicidio.“Si se largan a correr es porque algo tienen que ocultar”, digo provocativamente Becero en otro tramo de su declaración.
Hoy se reanudarán las audiencias, a partir de las 14, con una primer ronda de testigos.
Exigen cadena perpetua
Desde el mediodía organizaciones políticas y de DDHH realizaron un corte en la intersección de Lamadrid y Congreso en apoyo a familiares de Ismael y a testigos de la querella como Marcelo López, y exigiendo cadena perpetua para los policías asesinos. De la jornada también participó Victoria Moyano Artigas, nieta restituida y integrante del CEPRODH, quien presenció la primera audiencia.
Otro importante número presenció la audiencia, en medio de una actitud hostil por parte de la guardia policial hacia el sector de la querella.
