Nuevamente se intenta descargar los costos de una economía en crisis en la espalda de trabajadores y pequeños comerciantes
Viernes 8 de mayo de 2020 18:23
La referente de la Cámara de Comerciantes de San Miguel de Tucumán e miembro de la Federación Económica de Tucumán, Gabriela Coronel, declaró que “La Cámara de comercio estipula que “un 10% de los comercios van a cerrar” por el impacto de la cuarentena, o sea que 2000 personas se quedarán sin trabajo en la provincia.
Esto sin duda va a tener un efecto devastador en una de las provincia con los índices más altos de desempleo juvenil y trabajo precario, ya que el comercio es una de las principales fuentes de trabajo para la juventud. Mientras tanto el Sindicato de Empleados de comercio ( SEOC) se sienta a negociar con los grandes empresarios como quitarles parte del salario a quienes conserven el trabajo.
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En medio de una economía que se hunde, miles de pequeños comerciantes van a la quiebra, mientras el gobierno nacional y provincial no solo se niegan a tocar los intereses de los grandes empresarios, sino que además los benefician con enorme subsidios y exención de impuestos. En tanto ellos, son los grandes ganadores en toda esta situación, como vemos en los casos de Mercado Libre o las empresas telefónicas.
Sin duda alguna la cuarentena precipitó los tiempos de la crisis, se multiplican los despidos y las suspensiones en todas las ramas, y cómo ya vienen anunciando varios economistas, la perspectiva post cuarentena no parece ser mejor.
Es por eso que se torna urgente la autodefensa de los trabajadores haciendo efectiva la prohibición de los despidos con la lucha de los trabajadores, exigiendo la suspensión de los pagos de la deuda externa, con un plan de obras públicas y el reparto de las horas de trabajo entre ocupados y desocupados sin afectar el salario, con impuestos sobre las grandes fortunas, como lo plantea el proyecto de ley presentado por el Frente de Izquierda, proyecto que tanto el Frente de Todos como Cambiemos se niegan a tratar. Esto permitiría otorgar un salario de cuarentena de $30.000 sin exclusiones, a la vez que se podría destinar una mayor partida presupuestaria para la infraestructura en salud y un plan para la construcción de 100 mil viviendas.
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Ante una situación extraordinaria corresponden medidas extraordinarias, para evitar una escalada mayor en la catástrofe social y económica que recaerá con mayor fuerza sobre los más vulnerables. Hoy las necesidades y la defensa de la vida de las mayorías populares se tornan cruciales, por eso son imprescindibles medidas como ésta.