Ayer, en conferencia de prensa, el gobernador Gustavo Sáenz volvió a insistir acerca de que la ayuda a las comunidades del norte es un hecho en su gestión. Sin embargo, pobladores de Santa Victoria Este, General Ballivian y Tartagal, afirman que no han llegado bolsones.
Martes 7 de abril de 2020 14:07
En el marco de la crisis socio sanitaria y económica, la situación en el norte de la provincia, y en particular en las comunidades, es más acuciante. Mientras el gobernador Sáenz ayer sostuvo que ya están en marcha en el norte “programas de recuperación nutricional que van a durar 2 años con alimentos terapéuticos para todos los chiquitos en estado de desnutrición en todo el norte de Salta, fórmulas lácteas, más los pozos que se están haciendo, más una cantidad importante que entregamos de ambulancias”, integrantes de comunidades originarias y trabajadores de los departamentos Rivadavia y San Martín afirman que la ayuda no llega.
Un trabajador de Santa Victoria Este comentóque en esa localidad del departamento San Martín, “hay 150 comunidades de distintos tamaños y, fijo o permanente, 3 médicos para todas esas personas. El sistema de traslado es paupérrimo. La ambulancia siempre en mal estado, había una ambulancia en Santa Victoria y una en Alto la Sierra”. Si bien, contó que “ahora donaron dos, claramente es mucho menos la capacidad de traslado que la demanda de hospitalización”.
“Los hospitales siempre tuvieron déficit. Son hospitales de atención básica, no hay equipos sofisticados, solo hay equipos de rayos x y cosas elementales. Ante complicaciones generalmente se los trasladan al hospital de Tartagal”.
Además, “en las comunidades más alejadas, hubo problemas graves de distribución de los bolsones. La gente está pidiendo por favor que llegue la tarjeta Alimentar para que no haya intermediarios en la distribución, ya que no se está garantizando que llegue a todos lados”, sostuvo. Sin embargo, “en la zona no hay acceso a bancos”.
Por su parte, el cacique Modesto Rojas, de la comunidad Lantawos Fwolit Km5, de Tartagal, en el departamento de San Martín, comentó que “todos los días tomamos mate a las 12h, si no hay comida tomamos mate también, y a la noche a veces tomamos mate porque no tenemos para cenar nada”. Y remarcó que durante estos días ha visitado 48 comunidades originarias que “desde que empezó la cuarentena no han recibido nada, todos aquellos que dicen que están mandando ayuda, no están mandando como dicen que lo hacen”.
Al mismo tiempo, una mujer wichí de General Ballivian, también en el departamento San Martín, comentó que en la comunidad wichí Santa María viven unas 400 personas que “siguen reclamando el reparto de bolsones alimenticios, ayer (por el domingo, NdR) tres punteros políticos del intendente no salieron a repartir más que unos cuantos bolsones, sabiendo que la población no puede ni siquiera salir a trabajar. El municipio no respetó la organización de cada comunidad, no fueron avisados los representantes de cada comunidad”. La municipalidad de General Ballivian está hace 25 años en manos del peronista Samuel “Piki” Córdoba, aliado del senador nacional Sergio “Oso” Leavy.
Como venimos planteando desde La Izquierda Diario, se necesitan medidas urgentes para enfrentar la crisis del coronavirus. Proponemos un sueldo de cuarentena de $30.000 para todas y todos los trabajadores precarizados o que viven de changas, sin ningún derecho, ni siquiera el acceso al agua como ocurre en muchas comunidades del norte.