Inflación. Con la carne todavía por las nubes, Alberto amenaza al campo con retenciones o cupos

La inflación sigue impactando en el bolsillo de la mayoría trabajadora. Mientras el Ministerio de Economía pronosticó un 29 % en el Presupuesto 2021, ya en enero según la consultora LCG registró un incremento promedio del 4,7 %.

Según el estudio la carne aumentó 9,1 %, las frutas 8 %, las comidas para llevar 4,2 %, y los productos lácteos y huevos 2,8 %. En muchos casos la carne aumentó 100 % desde el mismo mes de 2020.

Sobre el alza Alberto Fernández declaró que “China era un país que solo importaba carne envasada y había un número limitado de frigoríficos que tenían capacidad de exportar. Ahora, decidió importar carne con hueso, medias reses y el productor de carne tiene la posibilidad de vendérsela al carnicero o vendérsela a China a un precio enorme”.

A lo que agregó “lo que no pueden es trasladar a los argentinos los precios internacionales porque no producen en precios internacionales. Ellos no producen en dólares”.

Ante la situación aseguró que “el Estado sólo tiene dos canales para resolver el problema, dos herramientas que preferiría no usar: subir las retenciones (que en este momento están acotadas) o poner cupos, decir esto no se exporta. Y no hay mucho más tiempo para que decidan”. Y sumó “no estoy contra el campo, estoy a favor de la mesa de los argentinos”.

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Hasta el momento el Gobierno firmó un acuerdo con los frigoríficos exportadores sobre el precio de ocho cortes. El mismo establece la venta de estos cortes durante los primeros tres miércoles de cada mes en supermercados de todo el país y los fines de semana en las principales cadenas de supermercados.

El inicio de la venta de estos cortes durante la semana generó repercusión por múltiples denuncias por faltantes y asegurando que los cortes eran pura grasa.

Las medidas están lejos de aliviar la mesa de millones de familias y el consumo de carne no para de bajar. Mientras tanto el salario cada vez pierde más su poder de compra contra la inflación. El salario mínimo, vital y móvil, donde el Gobierno tiene responsabilidad para fijar el monto, aumentó un 28 % el año pasado, mientras la inflación fue del 36 %.

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