El 1 de diciembre, en una “asamblea extraordinaria” con menos de 200 afiliados, Carlos “el Perro” Santillán y la comisión directiva del SEOM expulsó al delegado de los trabajadores de recolección de Alto Comedero y dirigente del Frente de Izquierda Alejandro Vilca. LID dialogó con el referente del FIT.
Jueves 17 de diciembre de 2015 11:56
¿Por qué la Directiva del SEOM toma esta medida?
Es lamentable. Cuando el gobierno de Macri avanza con los planes de ajuste contra los trabajadores, y cuando Gerardo Morales hace lo propio en Jujuy fortaleciendo el poder judicial y garantizándose una mayoría propia con el nombramiento de dos nuevos jueces para judicializar y regimentar a las organizaciones sociales, el “perro” Santillán y la Directiva apuntan contra los trabajadores y la izquierda. Es un ataque a la libertad sindical que debilita la organización de los trabajadores cuando lo que está planteado es fortalecer nuestras organizaciones e impulsar el reagrupamiento provincial y nacional para enfrentar los ataques que ya empezaron.
¿Por qué una organización que se reivindica combativa expulsa a delegados de izquierda?
La expulsión es la culminación de una escalada de persecución política iniciada a partir de que Santillán y su corriente no aceptaron el método propuesto por el PTS, que implicaba abrir un debate serio del programa fundacional del FIT. Mientras ofrecimos que miembros del SEOM integren nuestra lista con cargos no expectables, como un paso de práctica común en el terreno electoral, mientras organizábamos un debate por clarificar si había, o no, acuerdo con el programa que es de clara independencia política de los trabajadores. Santillán y su corriente utilizaron primero una campaña de calumnias (acusaciones sin pruebas) que fue rechazada por las asambleas de base que me ratificaron como delegado. Luego, además de las calumnias, recurrieron en plena campaña electoral al uso de una patota contra mi persona y los candidatos y activistas municipales del FIT. El proceso de expulsión ni siquiera cumplió con lo que establecen los estatutos burocráticos del SEOM. Nunca pude tener conocimiento de las acusaciones en mi contra para poder defenderme. Por eso también es amplísimo el repudio entre mis compañeros de recolección y en todas las dependencias y sectores de la municipalidad con más de 600 firmas del petitorio impulsado por las asambleas de Alto Comedero que rechaza mi expulsión y afirma que sólo los compañeros que me votaron tienen derecho a removerme. Santillán y la Directiva desconocieron el mandato de las asambleas y el apoyo de los municipales, pero también desconocieron el enorme arco de organizaciones y personalidades sindicales, de los DDHH, estudiantiles, de la política y la cultura de todo el país que se pronunciaron contra mi expulsión y que fue publicado en solicitadas en Pagina 12 y El Tribuno.
¿Cómo sigue la campaña?
Vamos a presentar ante la justicia una cautelar contra este accionar de la Directiva del SEOM que es un verdadero ataque a la libertad sindical, mientras seguimos impulsando la organización de las bases por este derecho elemental.
