Ayer los trabajadores de WEG ganaron una dura batalla. La patronal tendrá que pagar los días de asamblea permanente. Ahora hay que romper el piso de las paritarias.
Sábado 20 de mayo de 2017
La lucha de los trabajadores metalúrgicos de WEG en Córdoba fue de largo aliento, con más de un mes de quite de colaboración y asamblea permanente como mediadas de fuerza en las tres Plantas.
Te puede interesar: en WEG hay asamblea permanente por suspensiones
Crónica de una lucha
Después de las elecciones de delegados en marzo, se comenzó a negociar un aumento por encima de la paritaria, ya que el salario promedio es de $11.500 con dos categorías.
No se llegó a ningún acuerdo y los trabajadores responden con un quite de colaboración. La empresa contraataca con 100 suspensiones, que representan más de la mitad de los obreros. Los trabajadores reaccionan y, con asamblea permanente de dos días como medida de fuerza, logran la vuelta de todos los suspendidos y restitución de las horas caídas.
La patronal realiza una oferta salarial de $1000 por arriba de la paritaria, pese a la disposición de la mayoría de los compañeros de seguir peleando. La dirección de la UOM que encabeza Rubén Urbano insistió que había que agarrar lo que había porque podían a haber despidos.
En una asamblea dividida, se votó aceptar la oferta de la empresa, con los ánimos de ir por más en unos meses.
La empresa leyó esto como una debilidad, porque lo siguiente que hizo fue no querer firmar el acuerdo si no había un compromiso de aumentar un 15% la producción, además de poner una cláusula en donde si un mes la producción no llega a los niveles deseados, nadie iba a cobrar el aumento.
La empresa tenía un objetivo doble, por un lado aumentar los ritmos de producción y, por el otro, atacar a los trabajadores de la Planta 2, caratulados como “los rebeldes”.
Este acuerdo fue rechazado de plano, ya que mostró que la empresa no estaba dispuesta a cumplir.
Mientras las negociaciones en el Ministerio de Trabajo continuaban, la empresa pegaba carteles en la fábrica donde comunicaba que, de no volver a un ritmo normal de producción, iba a aplicar todas las medidas punitivas que estén a su alcance.
El martes pasado, la patronal no pagó las horas caídas, al mismo tiempo que desconoció el acuerdo que estipulaba una suba en el ítem del comedor y el presentismo del recibo de sueldo, con lo cual los trabajadores vuelven a retomar la asamblea permanente como medida de fuerza.
La asamblea que cambió el curso del conflicto
El jueves pasado se desarrolla una importante asamblea en el turno tarde, impulsada por la Planta 2, con el objetivo de unificar a las tres Plantas, donde los trabajadores votan sacar el conflicto a la calle. Esta decisión fue realizada por los trabajadores sin la presencia de los delegados. Hasta ese momento los delegados, mandatados por los trabajadores, gestionaban las negociaciones en el Ministerio el Trabajo.
Ayer viernes, y por la presión de las bases organizadas en asamblea, la dirección del sindicato se tuvo que hacer presente en la fábrica, acompañando las medidas que habían dispuesto los trabajadores con quema de cubiertas y concentración en la puerta del establecimiento.
Así se logró la conciliación obligatoria que retrotrae todo el conflicto al inicio, obligando a la patronal a pagar los días caídos por la asamblea permanente.
Los trabajadores de WEG ganaron el primer round en una dura lucha contra la multinacional de capitales brasileros. La fuerza de la unidad obrera, materializada en la asamblea, consiguió este triunfo que infla de moral a los trabajadores para lograr ahora romper el techo de las paritarias y conquistar un salario digno.