La dirigente estuvo esta tarde en el programa Otra Vuelta de Tuerca, conducido por Dante Leguizamón.
Jueves 7 de marzo de 2019 21:12
En su programa Otra Vuelta de Tuerca, que se emite por Radio Universidad, el periodista Dante Leguizamón estuvo conversando sobre los debates que atraviesan el movimiento de mujeres hacia el 8 de marzo con tres integrantes de la Asamblea Ni Una Menos Córdoba: Noe Argañaraz, dirigente de Pan y Rosas (PTS), Soledad Díaz García, miembro del Plenario de Trabajadoras (Partido Obrero) y Florencia Freijo periodista y representante del colectivo Ni Una Menos Córdoba.
Algunas de las discusiones fueron sobre las consignas planteadas en este nuevo Día Internacional de las Mujeres, cómo se organizan las discusiones en los lugares de estudio y de trabajo y la participación de varones en la movilización.
Sobre el renacer del movimiento feminista, Noe planteó que un factor importante es que, a nivel internacional, las mujeres somos el 40 % de la clase obrera y más del 50 % estamos precarizadas. “Yo soy estudiante universitaria pero también trabajadora precaria, en negro, como la mayoría de la juventud y como la mayoría de las mujeres jóvenes. Hay una combinación de factores, está la cuestión más democrática de derechos elementales como que no haya más femicidios, el aborto legal, la separación de la Iglesia del Estado. La juventud es protagonista de grandes fenómenos y el movimiento de mujeres tiene gran composición juvenil. La palabra patriarcado se ha vuelto una palabra de uso común entre las jóvenes”.
Otra pregunta del periodista fue sobre el proceso que se dio el año pasado en torno a la votación de la legalización del aborto en el Congreso. Para Noe, lo más conmovedor “fue la presión que se generó afuera; las asambleas en todas las facultades y en los colegios secundarios junto a las docentes. La discusión en el Congreso y el lobby parlamentario fue producto de un fenómeno muy profundo desde abajo. Se le llamó ‘la revolución de las hijas’ porque realmente fueron discusiones muy grandes sobre el aborto, sobre la sexualidad, la educación sexual integral, se cuestionó el pensamiento binario. Lo conmovedor es lo progresivo de toda esa transformación que tiene algo de cultural, pero que va de la mano de cuestionamientos estructurales”.
Sobre los posicionamientos políticos al interior del movimiento de mujeres, la dirigente de Pan y Rosas explicó que “hay sectores políticos que dijeron que la consigna de legalización del aborto no es estratégica porque es un año electoral, cuando fue el motor central el año pasado. La Asamblea va sintetizando esas peleas. Por ejemplo, los casos de niñas obligadas a ser madres este verano se dieron en Jujuy, que tiene un gobierno de Cambiemos y Tucumán, que tiene un gobierno justicialista. Ambos llevan adelante esa política aberrante, y uno de los debates de la Asamblea fue cómo hacemos para no retroceder en esos derechos fundamentales y cómo podemos hacer, unidas en las calles, para enfrentar estos sectores”.
Por último, se discutió sobre la participación de varones en la marcha. “Hay un gran sentido común en el movimiento de mujeres de pensar que la solidaridad está relacionada al sexo y al género. Pero nosotras creemos que yo como joven estudiante precarizada no tengo nada que ver con Carrió, por ejemplo. Se termina perdiendo el enemigo, que es el Estado, es el patriarcado y es el capitalismo. Y, además se va fragmentando la fuerza que tenemos, cuando tenemos que pelear por la mayoría de la población. El feminismo socialista plantea que los sectores más oprimidos tienen que participar: la diversidad sexual, las mujeres precarizadas e inmigrantes”, planteó Noe.
Estas discusiones son algunas de las que atraviesan el movimiento de mujeres. Las compañeras de Pan y Rosas, feministas y socialistas, saldremos mañana a las calles con los trabajadores y los sectores populares para enfrentar el ajuste de Macri, los gobernadores y el FMI, para conquistar nuestros derechos y para tirar abajo este sistema capitalista que nos condena a la miseria.