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Red Internacional
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DÍA DE LA INDUSTRIA. Cristina brindó con empresarios y convocó a continuar con políticas de beneficios al capital

En el día de la industria se realizaron dos actos. Uno en la UIA y otro en Tecnópolis con la presencia de Cristina Kirchner donde les pidió a los empresarios no volver atrás y seguir con estas políticas de fomento de la industria nacional.

Mónica Arancibia

Mónica Arancibia @monidi12

Jueves 3 de septiembre de 2015

Fotografía: DyN / Pablo Aharonian

Ayer por la celebración del 128º aniversario del Día de la Industria, fecha donde se conmemora la primera exportación de manufacturas con destino a Brasil en 1587, se realizaron dos actos de festejo. Uno en la Unión Industrial Argentina (UIA) encabezado por el presidente de la entidad y otro en Tecnópolis con Cristina Kirchner.

Doble esfuerzo del capital y más del trabajo

Cristina pronunció un largo discurso relatando las políticas de los últimos años para la promoción de la industria. Nombrando varias veces a Daniel, la presidenta expresó su apoyo a los integrantes de la fórmula presidencial del Frente para la Victoria porque, aseguró en ellos está "el ADN de la industria".

La mandataria les recordó a los empresarios las facilidades y la ayuda que brindó a la industria, mencionó los créditos al bicentenario por $ 8200 millones y solicitó a los industriales “a seguir con estas políticas, no queremos volver para atrás". También destacó que su gobierno tuvo "la convicción y la perseverancia" de mantener esas políticas "tanto con viento de cola como con viento de frente".

La presidenta afirmó que la Argentina tendrá que "sustituir exportaciones con mercado interno" porque "no solamente se ha caído el mundo sino también nuestros socios comerciales" y aseveró que "vamos a tener que hacer un esfuerzo doble en política, en inteligencia y en cohesiones entre el trabajo y el capital para sustituir esas exportaciones”.

Finalizó brindando con los empresarios “¡Salud!” y aconsejó que "tengan la misma confianza que yo tengo en los que conforman este espacio político, no por lealtad sino por inteligencia.

Fe y esperanza para los empresarios

En el acto que se realizó en la UIA, Scioli solicitó a los empresarios que sean parte de "la próxima etapa de este proyecto que es la del desarrollo de la Argentina" y agregó que en ese proceso se va a producir "la segunda etapa de la industrialización, con más ciencia y tecnología, con más competitividad".

El presidente Héctor Méndez señaló que “no creemos en las falsas antinomias, como la que enfrenta a pequeñas y grandes empresas". En respuesta al titular de la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME), quien dijo que la entidad nació por que "las grandes empresas dominaban a las pymes nacionales".

En cuanto a la década kirchnerista, el titular de la entidad sostuvo que "recién en 2011 recuperamos el PBI per cápita industrial de 1974. Y ahora estamos 4,5% por debajo de entonces. Ni en 2011 estábamos en la panacea, ni ahora es un cataclismo".

Asistieron a la celebración el candidato presidencial por el FPV Daniel Scioli, el ministro de Economía Axel Kicillof, la ministra de Industria Débora Giorgi y el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández. También estuvieron el secretario de UPCN, Andrés Rodríguez. Por el lado empresario estuvieron el próximo presidente de la UIA, Adrián Kaufmann Brea; el próximo secretario de la entidad, Juan Carlos Sacco, Cristiano Rattazzi (FIAT), y Luis Betnaza (Techint), José Urtubey (Ledesma) y José Ignacio de Mendiguren. Los candidatos Macri y Massa no asistieron, así como tampoco la actual presidenta.

Para finalizar su discurso, el presidente de la UIA dijo que "hay que mejorar sustancialmente la infraestructura para bajar costos, hay que administrar inteligentemente y de manera más eficaz el comercio".

La (des)industrialización en la década k

Ni cataclismo ni panacea fue la descripción de Mendez para la época. El titular de la UIA no puede quejarse mucho de una década donde las empresas amasaron importantes ganancias, con sueldos bajos, ventajas impositivas, baja inversión, nuevos convenios flexibilizadores del trabajo y subsidios para el “desarrollo”. Por este motivo también brindó Cristina.

Un pilar importante del relato oficialista es el desarrollo industrial pero los números de la industria contradicen este mito. La participación de la industria en el Producto Bruto Interno (PBI), durante los últimos diez años, rondó el 17% y 19% cuando en la nefasta década de los ´90 representaba un 19%.

Según datos de la ENGE, encuesta que publica el INDEC que toma las 500 empresas más grandes, se observa que en 1993 las empresas industriales manufactureras eran 323, en el 2001 el número descendió a 304. De acuerdo al último dato publicado en diciembre, muestra que en 2013 de las 500 empresas más grandes sólo 285 pertenecen a la industria. Es decir que en diez años de kirchnerismo disminuyeron las empresas grandes industriales y ni alcanzan los valores de los ´90.

La devaluación del 2002 favoreció a la industria pero esa ventaja se empezó a reducir y si bien creció a partir del 2003, disminuyó su crecimiento a ritmos menores o iguales que al resto de los sectores de la economía.

La industria nacional se caracterizó por ser una industria de ensamble donde los componentes de los productos se importan generando una importante salida de dólares y en el país sólo se arman esos componentes importados. De los productos electrónicos, el 95% de sus componentes se compran en el exterior y en el caso de la industria automotriz, privilegiada por el gobierno, sus partes importadas llegan al 70%.

La actividad industrial del año 2014 con respecto al año 2013 presentó un descenso del 2,5%. Si se toma la industria automotriz en el año 2014, la producción registró una baja del 21,2% en comparación con igual período del año anterior.

En 2015, los primeros siete meses la actividad industrial con respecto al mismo período del año anterior presenta bajas del 0,9% en la medición con estacionalidad y del 1,1% en términos desestacionalizados.

A pesar de la situación endeble de la industria, Mendez no cuestiona duramente al kirchnerimo porque los industriales se beneficiaron con la redistribución que hizo el gobierno de una parte de la renta del agro a través de las retenciones para oxigenar artificialmente a una industria débil, también les otorgó a las automotrices múltiples facilidades impositivas y junto a la burocracia sindical armaron a medida de las empresas nuevos convenios de trabajo flexibilizadores donde los nuevos trabajadores que ingresan a las plantas son contratados sin categoría, y hasta cobran un salario 30% inferior. Son los mismos convenios que permiten echar sin problemas a los trabajadores cuando disminuyen sus ventas.
La caída del peso de la industria en el PBI viene de la mano con una fuerte extranjerización de la economía, con una re-primarización y concentración de la producción. La verdadera industrialización no vendrá con fe y esperanza como promete Scioli, sólo otra clase social, podrá llevar adelante esta tarea.


Mónica Arancibia

Nacida en Bs. As. en 1984. Es economista. Miembro del Partido de los Trabajadores Socialistas. Coedita la sección de Economía de La Izquierda Diario.

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