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Red Internacional
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Editorial. Decimos #NiUnaMenos, decimos ni Macri ni Scioli

Falta una semana para el primer balotaje de la historia argentina. Uno de los grandes ausentes del debate: los derechos de las mujeres. La organización de un gran movimiento de mujeres independiente del próximo gobierno como la única perspectiva del #NiUnaMenos.

Miércoles 18 de noviembre de 2015

El reciente debate presidencial confirmó, entre otras cosas, que hay temas de los que es mejor no hablar para ambos candidatos. Llegado el punto sobre “Seguridad y Derechos Humanos”, Scioli planteó que "tengo un compromiso personal e institucional en la defensa de la mujer. El Papa Francisco nos marcó el camino, las nuevas formas de esclavitud que tienen que ver con la problemática de trata, la violencia de género y los femicidios. Por eso, "Ni una menos" no es una consigna, tiene que ser un compromiso de toda la sociedad." Para recordar a cualquier desprevenido, se trata del candidato que ya prometió decenas de miles de nuevos efectivos de las fuerzas represivas en las calles, las mismas que regentean y garantizan el negocio de la trata; su partido, el FPV, se negó a aplicar las partidas presupuestarias necesarias para hacer efectiva la Ley de Protección Integral a las Mujeres y de la mano del Papa, aprobó la reforma del Código Civil más regresiva de los últimos años. “Por eso me estoy comprometiendo a centros de primera infancia y centros CONIN por todo el país.” Su gran reivindicación en la “defensa de los derechos de las mujeres” son estos centros creados por... el cuestionado candidato a ministro de salud de Mauricio Macri, el conservador del Opus Dei Abel Albino.

Macri, para no quedarse atrás y mencionar al menos al pasar el tema, dijo “nosotros tenemos hogares protegido para el tema de la trata, para cuidar a la mujer, lo hemos hecho con la Corte Suprema y la verdad que estamos muy orgullosos del trabajo, cómo hemos avanzado, con los botones antipánico”. Ningún dato preciso, para no dejar al descubierto que la política del macrismo fue el cierre de los centros de atención contra la violencia y la baja en los presupuestos de Desarrollo Social de la Ciudad.

En algo más importante aún coincidieron ambos: no hablar sobre el aborto, punto en el que se encuentran juntos y en contra, como ya lo manifestaron en varias oportunidades.

Ni globos amarillos…

La historia del macrismo en la CABA muestra, entre otras cosas, que para las mujeres un gobierno encabezado por este derechista será la confirmación de una política abiertamente contra su agenda. Macri fue por siempre un ferviente opositor del derecho al aborto, como lo demostró el veto de la ley Nº 4.318 sancionada en la Legislatura Porteña que incluía el protocolo para abortos no punibles en circunstancias de violación, tal como está contemplado en el artículo 86 del Código Penal. Durante la gestión en la Ciudad, redujo el presupuesto de la Dirección Nacional de la Mujer del 0.1% en el 2007 al 0.06% en el 2015 y le asignó al presupuesto para la aplicación de la educación sexual el ridículo número del 0.001% del presupuesto a la capacitación docente. Para las trabajadoras, la política del PRO es tan nefasta que Juliana Awada, esposa de Macri, es la empresaria más importante del circuito de talleres clandestinos donde la mayoría de mujeres inmigrantes son mano de obra semiesclava bajo terribles condiciones.

…Ni las sombrillas naranjas

En estos 12 años de gobiernos kirchneristas murieron 3600 mujeres por la clandestinidad del aborto. Este es sin dudas una de las cifras más aberrantes de un gobierno que se autodenominó progresista pero jamás quiso, aún con mayoría parlamentaria, tratar siquiera el proyecto de ley por la interrupción voluntaria del embarazo que en cinco oportunidades presentó ya la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto. En la Argentina,  cada tres horas, una niña de entre 10 y 14 años se convierte en madre y 1 de cada 5 desconoce la educación sexual, esencialmente, porque su aplicación está sujeta al libre criterio de funcionarios y directivos.

Para las trabajadoras, Scioli tampoco tiene nada para darnos como se ve con las docentes de la Provincia de Buenos Aires a quienes les adeuda meses de salario y quienes cobran un sueldo muy por debajo de la canasta familiar.  Es que después de una década de kirchnerismo, más del 40 % de las mujeres que trabajan están precarizadas y el mundo laboral es uno de los lugares donde más se discrimina a las mujeres. En nuestro país las mujeres ganan en promedio un 27,2% menos que los hombres. Esta diferencia se expresa en que, por año, las mujeres trabajan 92 días gratis. O, lo que es lo mismo: desde el 1 de octubre hasta el próximo 31 de diciembre no cobrarán por su trabajo. Sin embargo, 1 de cada 3 hogares de Argentina es sostenido por una mujer.

Dos caras de un mismo proyecto

Quedó claro que ambos candidatos tienen una agenda de derecha para descargar el ajuste sobre los trabajadores, la juventud y las mujeres. Sus analistas económicos hablan de una devaluación y proponen que el presupuesto estatal se destine a sostener más policías en las calles. Se preparan para una mayor represión a la juventud en los barrios, a los trabajadores y las trabajadoras que resistan sus planes y para las mujeres que salgamos a defender nuestros derechos. Hoy más que nunca, es necesario que las mujeres reconstruyamos un gran movimiento de lucha por nuestros derechos, independiente de aquellos que gobernarán en los próximos años, porque nada podemos esperar de ellos. El Ni Una Menos es una consigna que queda bien decirla en debates presidenciales o en fotos que rápido pasan al olvido; pero es el camino para las mujeres que decidimos no apoyar ni a Macri ni a Scioli, y que pondremos nuestras energías en reconstruir un gran movimiento que de la pelea no sólo en los lugares de trabajo y estudio sino también en las calles codo a codo con los trabajadores.

Desde el Frente de Izquierda y de la mano de Nicolás del Caño llamamos a darle la espalda a este proyecto de gobierno con dos caras y a organizarnos para enfrentar lo que se viene, empezando por resistir de darle nuestro apoyo a los representantes de las instituciones que nos oprimen como mujeres y explotan como trabajadoras, resistencia que tenemos que fortalecer y que se tiene que mostrar en las calles como lo hicimos el 3J y como lo vamos a hacer este 25 de noviembre en una nueva marcha en el Día Internacional por la no Violencia hacia las Mujeres.