Tierra para vivir. Desalojos en el barrio Tío Rolo de Rosario

Con siete móviles de la GUM, policía provincial y gendarmería, en un operativo ilegal porque no presentaron ninguna orden judicial destruyeron una vivienda. El operativo formó parte de un intento de desalojo de trece familias asentadas alli hace 6 meses, las y los vecinos afirman que el lugar era antes un basural, hay familias y niños que vienen sufriendo el hostigamiento hace tiempo, siempre sin orden judicial y sin informarles si esos terrenos son fiscales o de un privado.

Vecinos denunciaron en Telefe Rosario que el día de ayer en un operativo ilegal agentes de la Guardia Urbana Municipal junto a fuerzas provinciales y federales fueron a derribar las casas de 13 familias del Barrio Tío Rolo. La guardio Urbana municipal se llevaron las chapas y maderas con las que se habían construido una de las viviendas y se llevaron lo poco que tenían.

Un joven declaraba "cada vez que vienen a tumbar vienen sin una orden, cada vez que les pedimos una orden se llevan lo que pueden, destruyen alguna casa y se van, vinieron los de la GUM y rompieron a mazazos una vivienda".

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Como venimos reflejando en La Izquierda Diario el déficit habitacional ha empeorado mucho con el transcurrir de la pandemia y la crisis económica. Ya en el 2016 la ONG Techo había informado un relevamiento en el cual en el conurbano de Rosario y su aglomerado metropolitano hay 50 mil familias viviendo en 174 asentamientos informales, con múltiples déficits en cuanto a condiciones de vida y hábitat. Con 4 años de por medio y sin políticas de parte del Estado para garantizar una vivienda digna a todas estas personas, con una crisis profunda que se agravó con la pandemia, podemos considerar que este número ha crecido aún más.

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Para atender a los proyectos del lobby de las constructoras y la especulación inmobiliaria los funcionarios de Estado y los partidos del régimen están dispuestos, mientras le dan la espalda, o peor aún, responden con violencia policial, a las miles de familias que piden el derecho a una vivienda. Así trata el Estado a los sectores populares, ninguneando sus necesidades y con los grandes medios de comunicación llenando de mentiras las luchas que llevan a cabo; mientras que a grandes empresarios como Vicentin y a la policía asesina les brinda todas las concesiones que piden.