Alfaro vetó el proyecto de Boleto Universitario Gratuito presentado por el peronismo, que se niega a implementarlo en la provincia. Podría postergarse hasta 2019.
Lunes 23 de abril de 2018
Este lunes el Intendente de la capital, Germán Alfaro, vetó el proyecto de Boleto (BUG) que había sido aprobado el pasado 13 de abril mediante una ordenanza impulsada por los bloques legislativos que responden al PJ y Fuerza Republicana.
El proyecto presentado, con 10 votos a favor y 8 del oficialismo en contra, establecía la gratuidad de hasta 4 pasajes diarios para los estudiantes universitarios y terciarios con domicilio en San Miguel de Tucumán y para los acompañantes terapéuticos de las personas con discapacidad.
El veto total a la iniciativa implica que los concejales no podrán volver a tratarlo hasta 2019. Para justificarse, Alfaro argumentó que el proyecto fue realizado a las apuradas y sin información de la cámara empresaria del transporte y de la UNT.
De esta manera, la implementación del BUG queda nuevamente supeditada al cálculo político y las maniobras de ambos bloques: del peronismo (y su incondicional aliado, Fuerza Republicana) porque no ha mostrado ninguna intención en aplicar el BUG en la provincia; de Cambiemos porque prefiere guardarse está módica, acaso la única, concesión hasta 2019, año electoral.
Otra celeridad han demostrado ambos bloques para votar al unísono el aumento a libro cerrado de las tarifas del transporte público superiores al 33%, tanto en la capital como en toda la provincia.
Para un sector que sólo en 2017 recibió más de 1032 millones de pesos en concepto de subsidios directos del Ministerio de Transporte de la Nación, que recibe un subsidio al gasoil, y que tiene un mercado cautivo con tarifas superiores a las de la Ciudad de Buenos Aires por tramos mucho más cortos, otorgar el boleto universitario gratuito es un medida con un costo mínimo (8 millones de pesos mensuales, según las estimaciones de la intendencia).
Sin embargo, los recursos para implementar esta medida mínima ni siquiera serían aportados por los empresarios, sino por la recaudación impositiva bajo control del municipio.
El proceso de tomas de facultades de 2013 puso en agenda el reclamo por el boleto universitario gratuito, que al día de hoy sigue siendo objeto de especulaciones políticas. El movimiento estudiantil debe retomar la lucha por el boleto educativo universal (para docentes y estudiantes), gratuito y para todos los niveles.