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Red Internacional
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BRASIL // CRISIS ECONÓMICA. El gobierno del PT impone acuerdos con reducción salarial

Buena parte de los trabajadores con negociaciones salariales en este segundo semestre logarán como máximo reponer el índice de inflación, en algunos casos en cuotas, gracias a los ajustes de Dilma y el PT.

Miércoles 14 de octubre de 2015

Fotografía: Esquerda Diario

En las actuales negociaciones los aumentos reales por encima de la inflación, que fueron la clave en las negociaciones de los últimos años, serán concedidos a un número menor de la población asalariada. Además, aumentó el número de trabajadores que acepta reducir los salarios a cambio de evitar ser despedido.

Los ajustes en la industria automotriz y en las montadoras dirigidas por el PT (en las afueras de San Pablo), atacan diversas conquistas sociales de los trabajadores, facilitan los despidos, las suspensiones y Programas de Retiro Voluntario (PDVs). La CUT (central sindical vinculada al PT) y la CTB (vinculada al PCdoB) son las grandes aliadas del gobierno de Dilma en esta devastación de derechos laborales, aceptando la flexibilización laboral a través del PPE (Programa de Protección al Empleo, que se parece más a una protección hacia los empresarios). Son los programas que estas burocracias sindicales tratan de aplicar en fábricas como Volkswagen, Mercedes-Benz y la Ford.

Este año, hasta el mes de agosto, ya se firmaron 111 acuerdos colectivos con reducción nominal de los salarios, casi la mitad de ellos en San Pablo. En 2014 fueron solo 4 registros con negociaciones que redujeron la nómina de pago, según un estudio de la Fundación Instituto de Investigaciones Económicas (Fipe), basado en datos del Ministerio de Trabajo y Empleo (MTE). El año pasado, los trabajadores conquistaron un aumento real promedio por encima del 1% en las negociaciones celebradas todos los meses. Este año, con excepción de enero, los reajustes están por debajo del 1% o se limitan a reponer la inflación. En julio, el resultado fue negativo -0,3%. Los datos tienen en cuenta todos los acuerdos salariales firmados en el país.

Estos resultados pudieron ser alcanzados por la estrategia de las mencionadas burocracias sindicales de la CUT / CTB o Força Sindical, que fragmentan y aíslan las luchas de resistencia de los trabajadores quienes salen debilitados frente a la patronal. Para colmo, la CUT y CTB lanzan junto a sectores como el MTST y el PSOL el Frente “Pueblo Sin Miedo", supuestamente para luchar contra los ajustes.

El poder de negociación

Las negociaciones salariales en los próximos meses serán muy difíciles, afirma Hélio Zylberstajn, coordinador de la investigación de Fipe y responsable por el site salários.org.br: “Por un lado, hay inflación acumulada de casi un 10% y recesión y, por el otro, las empresas tienen dificultad para reajustar su nómina de pagos, pues no venden sus productos”.

Incluso si el segundo semestre está marcado por negociaciones de sectores con mayor poder de negociación, como metalúrgicos, químicos, bancarios y petroleros, el embate será complicado, admite José Silvestre Prado de Oliveira, coordinador de relaciones sindicales del Departamento Intersindical de Estadística y Estudios Socioeconómicos (Dieese).

De las 25 negociaciones analizadas por el Dieese entre julio y agosto, el 90% lograron alcanzar la inflación. Oliveira dice que los resultados de los acuerdos del segundo semestre deben ser similares a los del primero, con aumentos reales al menos para el 70% de los trabajadores.

El relevamiento del Dieese tiene una muestra menor que la de Fipe. En el primer semestre, según esta encuesta, el 68,5% de los acuerdos cerraron por encima del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) y 14,6% por debajo de ese índice. Fue el peor resultado para los trabajadores desde 2008, cuando comenzó una nueva metodología de investigación. En 2014, el 93% de los sectores habían tenido un aumento real.

Unidad para enfrentar los ajustes

Es innegable que la burocracia sindical intenta convencer de que la flexibilidad de los contratos de trabajo, la tercerización y la precarización son "mejores opciones" que los despidos. Luchar contra los ajustes es una fábula para estos burócratas atrincherados en sus puestos "lucrativos", no trabajan desde hace años y acostumbran a los trabajadores a que no es posible luchar en defensa de los puestos de trabajo ni barrer los ajustes. Creemos, por el contrario, que es posible enfrentar los ajustes. Unificando a los trabajadores y la juventud contra el gobierno del PT de Lula y Dilma y sus socios políticos de la derecha y la burocracia sindical. Es necesario poner en pie un plan de lucha coordinado por los trabajadores, comenzado por los lugares de trabajo afectados por los despidos.