Asumió el nuevo presidente de la Unión Industrial Argentina. Tuvo un mensaje duro con los trabajadores pero conciliador con el gobierno. Su trayectoria, desde la dictadura hasta hoy.
Lucho Aguilar @Lucho_Aguilar2
Miércoles 9 de junio de 2021 12:43
Este martes asumió Daniel Funes de Rioja, el hombre elegido por la Unión Industrial Argentina (UIA) para representar los intereses empresarios.
Su llegada no sorprende. Es un hombre de la UIA desde siempre. Actualmente es el titular de la COPAL, que nuclea a las grandes alimenticias y la agroindustria. Pero sus servicios comenzaron mucho antes. En 1976, durante la dictadura, ya era representante de las patronales en la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Ya llegaremos a su currículum. Primero veamos cuáles fueron sus primeras definiciones.
Fiel a su estilo, Funes de Rioja marcó la cancha desde el arranque. En la conferencia de prensa virtual luego de la reunión del Consejo General Ordinario de la UIA que lo eligió, dejó claro el pensamiento empresario. Tres frases lo simbolizan.
Ese es el plan “pospandemia” de la UIA. Tener más libertad y “menores costos” para descartar trabajadores (que igual se han seguido despidiendo), que los empleos que se generen sean más precarios y baratos, y que aumente la productividad a como dé lugar. No son los únicos lineamientos, pero son la base de un plan de guerra contra la clase trabajadora.
Algunos medios oficialistas quisieron ver una fuerte interna en la UIA y algunos roces con el Gobierno. Funes de Rioja vendría a ser una vuelta de tuerca a la gestión de Miguel Acevedo. Además toda la prensa económica promocionó un debate entre el empresario Ignacio De Mendiguren, actual funcionario, y la nueva directiva.
¿Cuál es la verdad?
Lo cierto es que la nueva conducción surgió de una lista de unidad entre las distintas cámaras empresarias. Para la UIA es un buen "lobbista" que pega duro pero negocia con todos los gobiernos.
Además, el nuevo presidente intentó mostrar un mensaje conciliador. "Creemos profundamente en el diálogo como mecanismo hacia las tres “C”, credibilidad, confianza y concertación, y para llegar a esa concertación, que no significa que todos piensen igual, sino desde visiones distintas, construir un modelo compatible” dijo el nuevo capo patronal.
Se ve que a Funes le gusta el número tres: el triple cepo, las “tres C”...
Lo cierto es que hasta ahora el Frente de Todos ha mostrado su disposición a “las tres C”. Ha concertado con los empresarios y centrales sindicales un ajuste que le ha dado credibilidad ante los poderosos de que los platos rotos se los cobrarán al pueblo trabajador; además ha viene generando confianza en el FMI de que seguirá pagando la deuda “cueste lo que cueste”.
Pero los empresarios siempre quieren más. Hay que ver cuánto se pueden sostener esos pactos con el malestar que crece.
Breve currículum de un pasado pesado
En La Izquierda Diario ya nos hemos encargado del hombre. Es que ha sido un defensor tan enfervorizado de los intereses de su clase, que dos por tres da la nota.
Como decíamos en ocasión de un cruce que tuvo con la diputada del PTS-Frente de Izquierda Unidad, Myriam Bregman, Funes es “el abogado del diablo”. ¿Por qué?
Por todo eso, malvenido señor Funes de Rioja.
Lucho Aguilar
Nacido en Entre Ríos en 1975. Es periodista. Miembro del Partido de los Trabajadores Socialistas desde 2001. Editor general de la sección Mundo Obrero de La Izquierda Diario.