El doctor Hugo Levato, investigador superior del Instituto de Ciencias Astronómicas, de la Tierra y del Espacio (ICATE-CONICET), ananlizó el avance anunciado en torno al primer agujero negro que la ciencia volvió “visible”.
Domingo 14 de abril de 2019 20:00
El agujero negro “observado” con el proyecto EHT está ubicado en el centro de la galaxia M87, a 53.3 millones de años luz de nuestro Planeta.
Lo esencial es invisible a los ojos es una frase que le sienta bien a los agujeros negros. Siquiera la luz puede escapar de su fuerza gravitacional, por lo que no podemos verlos directamente, sino observar los efectos sobre la materia que pudiera haber a su alrededor, tal como ocurrió en este caso.
El astrofísico Hugo Levato comentó a la Agencia CTyS-UNLaM que “la existencia de los agujeros negros ya era conocida, lo nuevo es que es la primera vez que se tiene una imagen de este tipo”.
“Para construir estas imágenes, se han unido ocho radiotelescopios de distintas partes del mundo para apuntar al mismo lugar y al mismo instante”, indicó Levato en referencia al proyecto Event Horizon Telescope (EHT). Y agregó: “Con ello, se aumentó fuertemente la resolución, la cual está ligada a la distancia que haya entre los telescopios con los que se observe”.
El poder de resolución alcanzado fue tremendo. Levato nombró el ejemplo dado por la NASA: con la resolución obtenida por estos ocho telescopios, una persona sentada en un café de París podría leer un diario en Nueva York.
Podría hacerlo con esa resolución, pero no con esos radiotelescopios. Porque estos instrumentos observan algo que escapa a nuestra vista, tal como son invisibles a nuestros ojos las ondas de las radios AM y FM, por ejemplo.
“Una radio FM puede funcionar en 100 megahertz por ejemplo, en tanto que hay frecuencias que son de uso astronómico y están protegidas incluso por la legislación y no pueden contaminarse”, relató el experto.
Los radiotelescopios operan a frecuencias muchísimo más altas que cualquier radio oficial o clandestina. Levato contó que hay radiotelescopios que pueden llegar a funcionar en centenares de gigahertz, por lo que la diferencia es bastante grande y se podría decir que distintos fenómenos del Universo operan en distintas frecuencias.
El Universo en distintas frecuencias y la posible participación de Argentina
En el pasado, lo detectado por los radiotelescopios era traducido en un rodillo de papel y una aguja que iba graficando. “Hoy, hay otras técnicas que transforman lo detectado a alguna imagen que se puede ver en un monitor en una oficina”, describió el investigador.
Participaron ocho observatorios en España, EE.UU. y Chile en este hallazgo. Participó, por ejemplo, el proyecto ALMA ubicado del lado chileno del desierto de Atacama, el cual tuvo un costo de más de mil millones de dólares.
Investigadores argentinos han ideado el proyecto LLAMA, el cual, con una modesta inversión, se prevé instalar una antena en la Puna salteña, con el objetivo de que pueda actuar en conjunto con los radiotelescopios de ALMA en Chile.
“Con la antena de LLAMA se podría participar de estos descubrimientos, pero la concreción del mismo no es ajeno a la situación económica de Argentina”, analizó el investigador Levato. Lo cierto es que con una antena en Salta es como si se tuviera un radiotelescopio virtual de 225 kilómetros de diámetro al actuar en conjunto con las 66 antenas dispuestas en Chile.
El agujero negro “observado” con el proyecto EHT está ubicado en el centro de la galaxia M87, a 53.3 millones de años luz de nuestro Planeta. En tanto, hay muchos agujeros negros en nuestra Galaxia y el más grande entre ellos está ubicado en el centro de la misma. Mide 3.4 millones de veces el tamaño del Sol y quienes vivimos en la Tierra podemos mantenernos tranquilos, porque estamos muy lejos de este gigante oscuro.
“Si nuestra Galaxia fuera uno de esos espirales que se usan contra los mosquitos, nuestro sistema solar estaría ubicado en el segundo O tercer anillo, pero comenzando a contar desde afuera”, graficó Levato a la Agencia CTyS-UNLaM.