El verano tucumano no da tregua, pero el acceso al agua no es universal. La Sociedad Aguas del Tucumán (SAT) decide quiénes pueden tener acceso a la red de agua potable sin importar que este servicio es de vital importancia, pero incluso quienes reciben agua de red tampoco lo hacen de la mejor manera.
Sábado 1ro de febrero de 2020
En Tucumán el acceso a agua potable parece "mucho pedir". El servicio de red es negado a más de 67 asentamientos que se encuentran en el Gran San Miguel de Tucumán. Y esto, ¿por que?
El servicio de agua de Tucumán se encuentra privatizado en manos de la SAT, que ve en el derecho al agua un jugoso negocio.
Según la ley 6445 la privatizadora debe evaluar la capacidad de pago de la población. En 2016 la instalación de la red al barrio costaba alrededor de 80.000 pesos y para brindar el servicio a cada hogar otro $30.000 aproximadamente.
Pero en decenas de asentamientos sin recursos, en lugar de una red en sus hogares tienen una canilla comunitaria es decir un caño de agua para todo el barrio.
Desde la empresa y con el aval de las instituciones gubernamentales responden que al vivir en un asentamiento la empresa sospecha de que no podrán pagar el servicio. Parece que ahí es donde se termina el derecho humano.
La calidad, te la debo
En los últimos meses hubo numerosas quejas de vecinos sobre el color, sabor y olor del agua que salía de sus canillas; parecía sacada de una laguna estancada más que de una planta potabilizadora.
Numerosas demandas e investigaciones sostienen que el agua "potable" de Tucumán contiene Arsénico en cantidades peligrosas para la salud. Si bien el Arsénico es un metal que se encuentra en las capas terrestres, con una adecuada inversión en la planta potabilizadora esto podría ser tratado adecuadamente.
Pero en Tucumán los ríos que son la principal fuente de agua están expuestos en forma permanente a la contaminación por los desechos de los ingenios y su forma de producción nociva.
El año pasado el Tribunal Oral Federal permitió a los empresarios del ingenio La Corona la suspensión del juicio por contaminación ambiental a cambio de una compra de $150.000 en elementos para el Hospital de Niños de la Provincia; una suma ridícula teniendo en cuenta que los daños a la salud y al ambiente son irreversibles y que una empresa de tal magnitud tiene ganancias millonarias.
¿Qué Locura es está?
Las cuatro avenidas principales del Gran San Miguel de Tucumán se encuentran empapeladas con precauciones sobre los golpes de calor con los escudos del Ministerio de Salud Pública y el Gobierno de la Provincia, acompañados del slogan “Cuidando el futuro” de campaña de Manzur.
Con temperaturas que alcanzaron los 40° durante este verano, hubo barrios que estuvieron semanas sin agua. En un barrio ubicado en la banda del Río salí, la distribución municipal de agua la barrio terminó causando disturbios y heridos entre los mismos vecinos que se peleaban por obtener unos litros de más.
Las empresas parecen ser las que siempre salen victoriosas; el gobierno crea mecanismos que amparan el negocio de la SAT. Muy diferente sería si en verdad el agua fuese un derecho y no un fuente de ganancias.
Estatizar el servicio de agua bajo control de trabajadores y usuarios es la única opción para garantizar este servicio básico de modo universal y de alta calidad.