Este domingo 4 de julio continúa el plan de lucha en el hospital y es la cuarta jornada de paro en el turno franquero. Continuamos con un paro de 48 horas la semana próxima. Llamamos a todas las organizaciones sociales, sindicales y políticas a sumar su solidaridad a esta lucha.
Domingo 4 de julio de 2021 16:54
Hospital Garrahan: a pesar de las amenazas de la dirección crece la fuerza del paro - YouTube
Desde muy temprano comenzó el paro en el turno franquero. Una concurrida asamblea debatió las medidas a seguir. Entre todos los debates se destacó la toma de consciencia sobre esta dura pelea, dado que la dirección del hospital, con cuatro consejeros kirchneristas y un consejero macrista, lanzó sus amenazas contra quienes la llevamos adelante. En el vídeo se pueden escuchar las palabras de una compañera protagonista del paro.
Pero también se compartió la experiencia de luchas anteriores, que la dirección no pudo derrotar por necesidades básicas de las y los trabajadores. Se empieza a discutir el lanzamiento de un fondo de lucha para sostenernos, buscar la más amplia solidaridad de los distintos sectores de salud, telefónicos, desocupados, docentes, etc, que están peleando. Así como la solidaridad de organizaciones sociales, sindicales y políticas para enfrentar estos ataques.
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Denunciamos complicidad de las direcciones de UPCN, SUTECBA y el silencio de ATE-CTA, que vienen elaborando un Convenio Colectivo de Trabajo a espaldas de las y los trabajadores y firman aumentos miserables en cuotas y sin bono para salud.
Varias compañeras propusieron buscar otros lugares de corte que hagan más visibles nuestros reclamos. En todos los casos crece la organización de la bronca.
El turno franquero es particularmente golpeado por 14 horas de trabajo, sábados, domingos y feriados, lo que se denomina socialmente penoso. Esto significa que cuando todos descansan y están con sus familias, nuestras compañeras y compañeros están de guardia. Se suma que la dirección ni siquiera está cumpliendo con el pago de los días feriados, en un claro desprecio de la primera línea que vienen sosteniendo las salas desde el comienzo de la pandemia.
Pero no solo se expresa la lucha por nuestras necesidades, sino por las condiciones en que llegan nuestros hijos, nuestros pacientes y sus familias que están cada vez más golpeados por el ajuste.