El Partido Socialista quiere negociar con la Comisión Organizadora la "seguridad" de las mujeres durante el próximo Encuentro en Rosario. Pan y Rosas en el Frente de Izquierda rechaza una mesa de diálogo con el ministro Pullaro.
Miércoles 6 de abril de 2016
Fotografía : Malena | Enfoque Rojo
¿Una Comisión Organizadora que se sienta con la narcopolicía, o una que se prepara para enfrentar la violencia machista, las redes de trata y para pelear por todos nuestros derechos?
Como ya informáramos, en las distintas reuniones mantenidas con los funcionarios municipales, estos expresaron su preocupación por la seguridad en el próximo Encuentro de Mujeres (ENM) en Rosario. La propia Fein planteó la posibilidad de promover una reunión con el Ministro de Seguridad Maximiliano Pullaro con el objetivo de acordar medidas "securitarias" para las participantes del ENM. Las autoridades locales estiman que llegaran vendedores ambulantes en cantidad, y puesto que esto generaría un peligro potencial de enfrentamiento con otros trabajadores independientes de nuestra ciudad, solicitaron que la Comisión Organizadora (CO) colabore con el control de vendedores visitantes. La verdadera intención que esconden es desplegar a la policía en el territorio, militarizando el ENM. Las mujeres no podemos depositar ninguna confianza en sentarnos a dialogar con nuestros verdugos.
Pullaro es el funcionario político a cargo de la policía santafesina, una de las que exhibe mayores índices de gatillo fácil a nivel nacional. Son los que asesinaron a los jóvenes Jonatan Herrera, Franco Casco y Pichón Escobar, y ocultaron el crimen de los dos últimos tirándolos al río. Pero su currículum es mucho más extenso: se ganaron el mote de “narcopolicía” por la gestión del tráfico de drogas junto a las bandas que gerencian este negocio. Es bien conocido que Toniolli dejó su cargo porque compartía dividendos con los narcos a cambio de protección, o que hay varios policías provinciales procesados por ser parte de la banda de “Los Monos”. Los agentes de La Santafesina S.A. facilitan y encubren las redes de trata y prostutición en localidades como las del cordón de San Lorenzo, donde se encuentran las cerealeras y los puertos privados. Y cada vez que una mujer se atreve a denunciar violencia machista en la comisaría es sometida a nuevos maltratos y humillaciones.
¿Vamos a sentarnos a discutir con los que nos reprimen, como hizo la bonaerense en la marcha de cierre del Encuentro de Mar del Plata? Desde Pan y Rosas sostenemos, como lo hicimos en la plenaria, que no podemos ser parte de una "mesa de diálogo" con los que dirigen la policía que todos los días nos reprime y nos violenta, somos las propias mujeres quienes debemos pensar, debatir y definir criterios de seguridad y cuidado de las miles que seremos parte del ENM.
Es preocupante que un sector de la CO, en especial militantes de Patria Grande, el PCR y kirchneristas, acepten el convite del gobierno "socialista" para negociar los criterios de "seguridad" durante las jornadas del ENM. Esta es una postura política que se está llevando adelante en nombre de toda la CO, aún cuando muchas no estamos de acuerdo. Llamamos a estas compañeras a abrir la discusión en la plenaria, exponiendo las visiones para que podamos decidir entre todas qué postura adoptar, definiéndolo de manera democrática a través del voto: si queremos un Encuentro auto-organizado e independiente de los gobiernos, rechazando la participación en una reunión con el Ministerio de Seguridad, o uno que limite su autonomía, aceptando compromisos políticos con los funcionarios sobre cómo debemos actuar ante la policía.
No hay verdadera autonomía del Encuentro con financiamiento de los empresarios
En la última plenaria la Subcomisión de Finanzas expuso las diversas ideas que de manera creativa comenzaron a impulsar para recaudar fondos. Sin embargo, ante la posibilidad que surgió en una reunión de esta Subcomisión de solicitar colaboración económica a empresas, las compañeras de Pan y Rosas nos manifestamos en abierta oposición, ya que ninguna instancia de organización puede ser verdaderamente independiente si aceptamos la injerencia de los patrones.
¿No sería una hipocresía aceptar aportes de La Virginia, empresa que precariza a cientos de mujeres, que las desecha cuando padecen enfermedades laborales o que apaña el acoso sexual de líderes y supervisores hacia las operarias? Dejar que patronales como -supongamos- Gafa o Briket, financien parte de nuestros gastos, cuando vienen aplicando el ajuste despidiendo a decenas de trabajadores con familias que en muchos casos se quedan sin su único ingreso monetario.
A partir del debate que se abrió la última reunión de Finanzas rediscutió este punto, y se acordó no aceptar financiamiento privado para llevar adelante el Encuentro. Este es un gran paso adelante y un punto de apoyo para discutir la total independencia del ENM frente a los gobiernos y los empresarios.