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Red Internacional
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Vidas precarizadas. Enfermera del hospital Garrahan resiste y evita desalojo junto a sus hijas

El pasado miércoles en la localidad de Lomas de Zamora, Estela logró resistir y frenar el violento intento de desalojo. La propietaria quiso imponer un aumento del doble de lo acordado en el contrato, dejando encerrada a las hijas de Estela y cortándoles el agua. Frente a la imposibilidad de pagar los alquileres es necesario multiplicar la resistencia. Empezar por ser miles en las calles para derrotar la Ley Bases, el DNU y el conjunto del plan de ajuste de Milei.

Sábado 8 de junio de 2024 12:29

Cada vez son más las familias trabajadoras a las que se les hace imposible pagar el alquiler. Esa es la consecuencia de la desregulación del costo de los alquileres, que deja a 10 millones de inquilinos a expensas de la usura y un avance de la violencia sobre las familias trabajadoras y populares. La situación de nuestra compañera Estela, es un caso más de esta problemática.

En este contexto, la dueña de la casa que alquila Estela, quiso imponer la duplicación del costo del alquiler, muy por encima del contrato vigente. Para lograrlo llevó adelante un violento desalojo ilegal. Encerró a dos adolescentes en su casa, les cortó el agua, y separó a su hija de 7 años de su madre, quien durmió 3 días en el auto estacionado en la puerta de la casa.

Lo que vivió la compañera no es violencia aislada, es un caso más de la violencia organizada por el DNU. Con familias enteras en situación de calle y en la pobreza, como lo vemos en los barrios y todos los días en los hospitales públicos. Con los salarios licuados por la inflación, la precarización de las vidas de millones avanza.

Gracias a la solidaridad y difusión de la situación, Estela logró imponer el cumplimiento de la cautelar que indica que tiene que volver con sus hijas a la casa. Cerca de la madrugada se terminó de hacer efectiva la medida de la fiscalía. Estuvimos junto a Patricio Sandrini, abogado de Estela y su familia.

Las periodistas que se acercaron a la casa de nuestra compañera destacaron: “Los aplaudimos en la pandemia y ahora los echamos de la casa”. La realidad es que los aplausos son de la gente, pero desprecio de los distintos gobiernos. Sucesivamente, vaciaron la salud pública y avanzaron con la precarización laboral. Estela tendría que haber estado en su trabajo como enfermera de niñeces y sus familias y, no haber pasado 3 noches defendiendo su casa y a sus hijas. Es la situación de millones.

Este avance sobre nuestras condiciones de vida nos afecta en todos los sectores. La salud pública colapsa por esta situación. Miles de personas que se quedan sin obra social, recurren a un sistema público vaciado, sin recursos y con insuficiente equipo de salud. No hay salud integral sin vivienda, educación, con malnutrición y niveles de pobreza.

Es este contexto el que permite que personas aisladas se empoderen para violentar a toda una familia. Tampoco ningún organismo de protección de menores estuvo presente, con miles de despidos en estas áreas del estado. Incluso, terminaron de cerrar el Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad, hay miles de despidos en estatales, vaciando programas específicos de asistencia a víctimas de situaciones de violencia.

Un ejemplo que muestra que la salida es la resistencia

Durante los tres días que Estela se vio obligada a dormir dentro su auto en la puerta de la casa, recibió la solidaridad de vecinos, estudiantes, compañeras y compañeros de trabajo, familia, amigos y de la asamblea vecinal autoconvocada de Lomas de Zamora. De esa forma y con la difusión de su caso, logró imponer el cumplimiento de la medida cautelar que ganó a su favor, volver con sus hijas e impedir el desalojo.

Este es un ejemplo más de la importancia de confiar en la unidad de nuestras fuerzas. El gobierno de Milei está mostrando la cara más brutal del ajuste en curso, incluso para sus propios votantes. El escándalo de Pettovello, quien prefiere dejar que se pudra la comida antes de dársela a los comedores, el ataque a jubiladas y jubilados, quienes fueron cobardemente reprimidos por la policía de Bullrich en el Congreso. Somos miles con bronca, mientras las burocracias sindicales peronistas llaman a marchar sin paro, impidiendo que se exprese toda nuestra fuerza.

Tenemos que dejar de luchar separados y de responder a cada violencia por separado. El triunfo de Misiones muestra el camino. En una lucha contra el gobierno de Passalacqua y contra las direcciones sindicales, duplicaron salario, lograron la suspensión de las sanciones a referentes y la devolución de los días descontados. Una muestra de que se puede imponer a la CGT y a la CTA un paro y plan de lucha nacional, hasta derrotar el ajuste.