Desde la agrupación Lillo a la Izquierda entrevistamos a la docente Giselle Rodriguez, investigadora del Instituto Superior de Entomología y de la Facultad de Ciencias Naturales e Instituto Miguel Lillo.
Lunes 11 de mayo de 2020 23:06
Mientras la curva de contagios de la epidemia del Dengue sigue creciendo y las autoridades provinciales apelan al descenso de temperatura para frenar este crecimiento, se conoció por medio del Siprosa el último dato relevante que pone de manifiesto que el mayor número de contagios se produce en los barrios más vulnerables.
Según el parte epidemiológico, durante el fin de semana se conocieron 316 nuevos casos. Sumando un total de 2805 casos, en menos de una semana se dieron 814 casos, superando por más de mil el número de contagiados de la epidemia de 2009, que hasta el momento había sido la más importante.
En este marco, desde la Agrupación Lillo a la Izquierda entrevistamos a la docente Giselle Rodriguez, investigadora del Instituto Superior de Entomología y de la Facultad de Ciencias Naturales e Instituto Miguel Lillo.
Sabemos que suele existir una confusión entre lo que es el dengue y el Aedes Aegyptis. Nos podrías contar ¿cuál es la diferencia?
Si, el Aedes aegyptis es un mosquito que transmite le enfermedad, el virus que es el dengue. Cuando lo adquiere una persona, se enferma con ese virus, se transforma en enfermedad dengue, producida por el virus dengue. Entonces por un lado tenemos el mosquito que es el vector de la enfermedad, el que transmite el virus, y por otro lado la enfermedad que es el dengue, enfermedad que se produce en las personas.
El Aedes Aegyptis siempre existió, pero lo que pasa actualmente ¿es que aumentó su rango de expansión y propagación?
En Argentina está hace mucho tiempo. Luego de una campaña de erradicación que realizó la Organización Panamericana de la Salud a nivel continental, se lanzó un programa de erradicación del vector, y en el año 1.963 Argentina declara al territorio libre de este vector. Pero por varias cuestiones como la falta de inversión y el no seguimiento de los programas de prevención, permitió que prosperen nichos nuevamente y el vector comenzó a expandirse con mucha más fuerza.
En el año 1.986 lo encontraron de nuevo en Formosa. Posteriormente, en 1997 en Salta primero y luego en Tucumán, registrándose así los primeros brotes de dengue en el país. Luego se registraron brotes en 2009, 2016 y ahora 2020 cada vez con mayor magnitud.
¿Podemos decir entonces que los tucumanos nos encontramos frente a una epidemia?
Así es, estamos frente a un brote epidémico. La cuestión de cuándo se declara epidemia la manejan los especialistas, pero si se puede decir ya, que estamos ante un brote epidémico.
¿Hay un lugar en donde el Aedes sea endémico?
No se considera que Tucumán sea una provincia endémica. Pero si crecen las tendencias quizás probablemente llegue a serlo. Hay zonas de Tucumán que presentan temperaturas más altas, entonces reflejan la presencia del vector. Pero también varían entre los brotes, es decir hay que tener en cuenta estas características junto con factores del momento en que se producen los brotes.
¿Qué hay de cierto en que este mosquito se hizo resistente a insecticidas?
Si, el Aedes tanto en su fase de larva o en fase de adulto puede generar resistencia. Se vio esto más en las larvas. Por eso se cambian los insecticidas y se usan químicos cada vez más potentes. Es por esto que se recomiendan las fumigaciones con maquinarias y elementos necesarios llevadas a cabo por expertos y no fumigaciones del tipo "caseras". Las fumigaciones correctas son con el termo nieblas que usan para fumigar en la ciudad. Por supuesto las personas en sus casas no tienen acceso a ese tipo de maquinarias, que solo se recomienda cuando hay brotes de epidemia para acompañar las acciones de saneamiento que se conocen como campaña de “descacharrado”. Además, si la fumigación domiciliaria se hace con la mochila común no es suficiente. En caso de que llegue a afectar a los mosquitos, que es poco probable, puede generar resistencia.
¿En qué lugares de Tucumán están los principales focos?, ¿depende del clima o de la cercanía a cuerpos de agua?
En Tucumán, el Gran San Miguel en si mismo es una zona de riesgo. También Lúles, o hacia el sur de la provincia como ser la ciudad de Aguilares. El mosquito está en zonas urbanas. En los lugares de la provincia que tengan una urbanización marcada con mucha actividad antrópica seguro está instalado el vector.
Un factor importante es la vegetación que tiene incidencia en la proliferación del vector siempre y cuando este asociado al hombre. Por ejemplo, en el parque Guillermina o parque 9 de julio es poco probable que encontremos al mosquito, pero si en las zonas periféricas en donde se encuentran las personas.
Conocemos que hay asentamientos cerca de basurales y en orillas de ríos o canales. Son lugares donde se prolifera el mosquito, como bien dijiste. ¿Se podría decir entonces que el dengue es una enfermedad asociada a las condiciones de vida, a la pobreza?
El dengue no discrimina, va a afectar tanto al que tenga mucha plata como al que tenga menos. La cuestión es que las condiciones sociales, la desigualdad social, expone al que es más vulnerable económicamente y se expone a los factores epidemiológicos como la urbanización descontrolada, el hacinamiento. Si bien el Aedes no es común en canales o cursos de agua, se dan casos cuando estos cuerpos están relacionados a los domicilios por supuesto. Hay casos en que el patio de una casa es un canal con basura, ahí representa un peligro, porque en los residuos sólidos se crían los mosquitos.
Muchas de las campañas actualmente están enfocadas en acciones de descacharros, evitar espacios de criaderos eliminando recipientes que acumulan agua, colocarse repelente, o en casos más alarmantes fumigaciones en las calles. Pero, ¿existe otro método de accionar que sea mas eficaz?
Lo más eficaz es la participación comunitaria. Básicamente si le reducimos el recurso y lugares donde reproducirse, parece fácil. Pero es difícil mantener un orden que sería lo ideal. Básicamente hay mucha desinformación, hay personas que lo último que puede pensar es en tener ordenado su ambiente o tirar cacharros, porque no tienen tiempo de pensar en esto. Sobre todo, en los sectores más empobrecidos tienen millones de problemas y poca información sobre las consecuencias del desorden o acumulación de cacharros, ya que muchos viven de eso. Entonces es difícil ir contra eso porque en muchos casos es su sustento.
Hace unos días sacamos una nota en este medio donde exponemos que los casos de dengue se aproximan a los 3.000. ¿ Qué conoces de esos casos?, ¿ pensas que el sistema de salud está en condiciones de enfrentar esta magnitud de casos y los que vendrán?
Si, el número de casos ya supera los 2.300, el sistema de salud está en una situación complicada ya que no se contaba con la llegada del Covid-19 y el dengue a estos niveles, menos que se den conjuntamente. La manera de accionar del sistema de salud por ejemplo en la cuarentena, fue ir tirando veneno en las calles.
También la cuarentena impidió que se llegue a acciones de control focal, que son intradomicialiarias, las desinfecciones tiene que ser dentro de los hogares. Pero ante la emergencia del momento han decidido ir trabajando tirando veneno en las calles básicamente.
El sistema de salud lo que hace ahora es diagnosticar a las personas no por serología, sino por nexo epidemiológico. Si vos te contagias y tenes los síntomas del dengue, y estas en una zona de transmisión donde hay un número elevado de casos, por nexo epidemiológico, te diagnostican por dengue. No hay posibilidad de que el sistema de salud pueda reaccionar, ante tan elevada cantidad de casos. El sistema de salud va paliando los casos que van apareciendo. Hay muchos que no se notifican o se tratan en lugares privados. Y de las personas que tienen diagnosticado dengue se calcula que menos del 25% son los que tienen síntomas. El resto, no manifiesta síntomas. Pero son focos de transmisión del virus. Ahí hay un gran problema cuando no se puede detectar los casos que son asintomáticos mientras el virus sigue circulando.
En estas semanas se va a ver una baja porque bajo mucho la abundancia del vector. El frío actual acompañado con la falta de precipitaciones de los últimos días nos da una mano para empezar a bajar el número de casos. Ahora vemos el número elevado porque coincide con la actividad anterior del mosquito porque las personas que muestran los síntomas ahora, fueron picadas hace varios días atrás, por lo tanto, hay un desfasaje entre el ataque del mosquito y la aparición de la enfermedad.
¿Consideras que hoy en la provincia el dengue representa un riesgo mayor que el Covid-19??
El dengue en Tucumán es de circulación autóctona, o sea que hay transmisión del virus en el territorio a diferencia del coronavirus, en mi opinión, del Covid-19 aún no tenemos la transmisión comunitaria. Entonces creo que está más controlado que el dengue. Pero se puede entender desde una perspectiva inesperada de lo que está sucediendo, un sistema de salud que está colapsado evidentemente y no pude solventar las necesidades de todas las personas con coronavirus y los 2000 del dengue, entonces el sistema está preparado como puede, y esta paleando la situación. Lo que es necesario, es que la gente se comprometa y sea responsable del ambiente en donde viven.
Partimos de la definición de que no se invirtió en materia de investigación por muchos años en nuestro país, entonces ¿cómo consideras que estamos como provincia ante esta instancia tan necesaria de vigilancia entomológica?
Estos años de falta de inversión, la desaparición del ministerio de salud y muchas cuestiones que eran importantes para nosotros, que habían tenido un crecimiento en los años anteriores, de repente fue como muy brusco el cambio, pero en estos momentos la situación no nos deja otra que preocuparnos en la actualidad. Por ejemplo, sacamos un proyecto de desarrollo tecnológico con el municipio de yerba buena y justo se corto por la cuarentena. Pero la situación ya la veníamos previniendo desde septiembre, porque los casos en paraguay y Brasil eran muy elevados y siempre que pasa eso, Argentina tiene que estar alerta porque la transmición empieza por casos importados, no tenemos una cepa autóctona espontanea, o sea que cuando se vieron en septiembre en Brasil o Paraguay había que prender alertas. Como aquí llegó un poco tarde no se tomaron las medidas.
El Siprosa se comunicó con nosotros y nos pidió colaboración para el monitoreo del Aedes Aegyptis. Colocamos trampas en dos sitios que fueron foco, de cada uno tomamos 10 sitios donde colocamos las ovitrampas y un sitio de control en horco molle (donde no había casos hasta hace unos días), en total de los sitios vamos a monitorear al vector durante 1 año teniendo un sistema de vigilancia temprana.
En septiembre cuando se restablezcan las condiciones y ya aparezcan los primeros huevos, se notifica la presencia de actividad del vector. Es decir, la aparición del huevo indica que las poblaciones están en buenas condiciones. A mayor abundancia de huevos mejor son las condiciones de las poblaciones de aedes aegypti. Extrapolando los datos, se puede ver en qué zonas hay mayor riesgo para aplicar acciones de control más efectiva sin gastar tantos recursos.
Consideramos que es preciso contar con aptitudes técnicas y establecer mecanismos nacionales de toma de decisiones para que se puedan usar en la formulación de estrategias y su implementación. Entonces en las grandes conglomeraciones urbanas hoy estan padeciendo el dengue, por ejemplo el conurbano bonaerense, ¿conoces qué estrategias se están aplicando a nivel nacional?
Bueno, las provincias responden a Nación, es una cuestión vertical. Tucumán está tomando acciones de monitoreo temprano, a nivel nacional se llevan a cabo lo que te comentaba como las fumigaciones. Pero está en manos de cada a provincia y municipio, de llevar a cabo las acciones de control que muchas están subsidiadas por la Nación.
Por último, ¿qué otros ejemplos en cuanto a prevención podes citar, que sean necesarios desde la entomología, relacionados a la salud pública para combatir la epidemia?
Bueno básicamente es tan sencillo que a veces es complicado. La única que nos queda es eliminar los recipientes que acumulen agua. Generar un orden en el ambiente, evitar los microbasurales con residuos sólidos cerca de las personas. El mayor problema es dentro de los domicilios. Los problemas por lo general son por manzana, cuando aparece un caso enseguida se contagian los familiares y los vecinos ya que los mosquitos no tienen un amplio rango de vuelo, no se aleja mucho del lugar donde nació. Trabajar de manera comunitaria con los vecinos y controlar los recursos que nosotros podemos brindar.
El Aedes aprovecha mucho el agua que esta acumulada en ambientes crípticos. Y que no detectamos o no vemos a simple vista. Se recomienda tirar lo que no se usa, tapar todos los recipientes, limpiar las canaletas o cisternas en los techos. Para la salud publica lo que sirve es la participación comunitaria y la bajada de información a los sectores que no tienen accesibilidad. Ahora cuando el mosquito comienza a bajar en cantidad de población, va desapareciendo y después muchos se olvidan, entonces el mosquito sigue proliferando en los residuos, y eso después es un problema.
Las acciones de control químicas y todas las campañas de control focal, hay que dejarles al sistema de salud, o sea fumigaciones, saneamiento, que ellos nos ayuden. Básicamente hay que hacer un trabajo conjunto entre la comunidad y los sistemas de saneamiento y de salud.
Ante las condiciones estructurales sostenidas hace años y la falta de un plan de obras públicas, es urgente que los diferentes gobiernos lleven adelante una política integral en salud y prevención, que se destine recursos a la investigación de posibles vacunas. Debe garantizarse también la entrega de kits con elementos de higiene, la desinfección, descacharrización y la entrega masiva de repelentes para todas las familias trabajadoras que en el marco de la cuarentena se encuentran desocupadas o cobrando la mitad de sus sueldos.