Transcurridas 7 horas de elección de delegados en el Fader, que eran fiscalizadas por ambas listas, la conducción de UTE impugna las elecciones para restringir el derecho de los docentes a votar.
Martes 16 de mayo de 2017 11:12
El día lunes 15 de mayo en la Escuela Técnica N°6 "Fernando Fader", se realizó la elección de delegados docentes para el sindicato UTE, había pasado tanto tiempo de la última que los docentes presentes no recordaban cuando había sido.
Se presentaron dos listas, una ligada a la conducción del sindicato y otra que planteaba la necesidad de tener un sindicato independiente de todos los gobiernos. La docencia de la escuela aprovechó la ocasión para debatir sobre la lucha docente de este año, la responsabilidad de la conducción celeste de Suteba, Ute y Ctera en la merma de la lucha, así como el rechazo a los descuentos y la suspensión de las jornadas EMI y ESI.
La elección comenzó a las 9 de la mañana con la presencia de fiscales por ambas listas y también de Cristina Rubio, secretaria de Técnica de UTE. Luego de que votaran los docentes candidatos, se acercó a votar Iván Tagliaferri, preceptor de la escuela afiliado a UDA. Los representantes de la conducción de UTE intentaron impedir su voto, amparándose en un instructivo que subieron a su página web este año, donde aseguran que sólo podrían votar sus delegados por UTE los docentes afiliados a ese sindicato y los no afiliados a ningún otro sindicato.
Iván defendió la necesidad de realizar elecciones de delegados lo más participativas posibles ya que la organización y unidad de los trabajadores es la única forma de enfrentar el ajuste del macrismo y expresó "en sus discursos son todos inclusivos, en sus actos pregonan y se llenan la boca hablando de la unidad docente pero después en su proceder son bastante sectarios e individualistas". Los miembros de la lista Marrón que estaban participando de la elección: Constanza Rossi, como candidata docente de la escuela, y Hernán Cortiñas, como fiscal, también se sumaron a esta pelea lográndose un acta que permitía a todos los docentes de la escuela expresar su voto, tal como establece la ley de asociaciones profesionales N° 23.551, y el estatuto vigente del sindicato que establece: “La elección de delegados de escuela: serán electos por el voto secreto y directo de todos los docentes de la escuela, o turno de la escuela, que se desempeñan”.
Sin embargo, luego de 7 horas de elección, y habiendo votado una amplia proporción de los docentes que trabajaban ese día en el establecimiento, Alejandro Brecciaroli y Cristina Rubio, miembros de la directiva del sindicato, impugnan la elección con el argumento de no haber seguido un reglamento que contradice derechos establecidos por ley y el propio estatuto del sindicato.
Es de suma gravedad el accionar de la conducción celeste de Ute/Ctera que pretende restringir los derechos y la participación del conjunto de la docencia en las elecciones de delegados, en el marco de ataques sistemáticos del gobierno nacional y los provinciales a los docentes y a los trabajadores en general. La razón de fondo es evitar que se exprese desde abajo la bronca que genera el accionar de la actual conducción, que no sólo sabotea todo intento de auto organización docente, sino que también intenta llevar la fuerza que demostró la docencia en las calles hacia la campaña electoral del PJ, como se demostró en los discursos de la Marcha Federal Educativa que juntó 400.000 trabajadores en la Plaza de Mayo.
Todo esto no hace más que hacerle el juego al macrismo que buscó transformar la lucha docente en una polarización entre el macrismo y el kirchnerismo. Por eso necesitamos delegados que peleen no solo contra cada ataque de los gobiernos a la educación pública y sus trabajadores, sino que también lo hagan desde una perspectiva independiente de cualquier partido con intereses patronales. Que luchen por una mejor educación de verdad, que se propongan cambiar las condiciones de enseñanza, forjando una fuerza que muestre que para mejorar la educación es necesario trabajar y enseñar de otra manera: reduciendo la jornada laboral a 6 horas, siendo para la docencia con 4 horas frente cursos y 2 horas para capacitarse, planificar y corregir, cobrando un salario mínimo igual a la canasta familiar; y con un presupuesto que permita que ningún pibe se quede sin vacante, que las escuelas que no estén superpobladas ni se caigan a pedazos y con comedores donde nuestros chicos estén bien alimentados. Para conquistarlo es necesario fortalecer esta organización desde abajo y construir una corriente de cientos que peleen por esta perspectiva.