El jueves, la nieta restituida María Victoria Moyano Artigas, referente del CeProDH y del PTS, visitó “El Cielo por Asalto”, donde se proyectó el documental "El Robo" e invitó a participar de la marcha del 24 de marzo.
Domingo 19 de marzo de 2017 14:17
Luego de haber expresado su solidaridad con los choferes de la línea Este desalojados por la Policía Bonaerense y local mientras reclamaban contra despidos y por mejores condiciones laborales, María Victoria llegó al Cielo por Asalto junto a sus compañeros de militancia Jorge "Turco" Sobrado (ex detenido desaparecido), Manuela Carricondo (hija de desaparecidos) y la abogada María Luz Santos Morón, para presenciar la proyección de “El Robo”. Este documental producido y dirigido por Carlos Asseph, relata su vida y militancia que ya lleva más de tres décadas.
El documental refleja las vivencias de la década del ’70 donde tanto en Argentina como en Uruguay, los trabajadores luchaban para cambiar este mundo de raíz. La clase trabajadora, con el apoyo del movimiento estudiantil y los sectores populares, cuestionaron duramente a la sociedad y se organizaron para luchar por un horizonte distinto.
A lo largo del documental, María Victoria intentó poner en jaque no únicamente a los responsables de su apropiación, ni a los efectivos del Pozo de Banfield donde tenían en cautiverio a sus padres, María Artigas y Alfredo Moyano, y lugar donde ella nació, sino a todo el aparato estatal que persiguió aquellos intereses.
Es decir, que incluso la apropiación de bebés respondía también al plan sistemático de exterminio de la clase trabajadora, que llevaba adelante las Fuerzas Armadas en complicidad con muchísimos sectores. Es por eso que es importante remarcar que hoy, a días de cumplirse un nuevo aniversario del golpe militar, quedan 400 hijos apropiados por encontrar. Para ello, se necesita abrir los archivos de la dictadura, que ningún gobierno democrático quiere hacer.
Al finalizar la proyección, María Victoria tomó el micrófono y le dijo a los jóvenes: "Ustedes son la nueva generación, la que no cree que la historia es ajena, sino que se hizo, en parte, carne de ella. En un momento donde el gobierno nacional ataca a la lucha que vienen dando los organismos de derechos humanos por reconocer a la dictadura del ’76 como un genocidio. Hay un intento de volver al relato de guerra sucia, cuestionando la cantidad de desaparecidos. Nosotros gritamos bien fuerte que son 30.000, que no olvidamos y no nos reconciliamos".
"El plan económico y político que quiere llevar adelante Macri y su séquito de CEOs no puede realizarse si no hay una mínima legitimidad de las Fuerzas Armadas del Estado. El ataque a los trabajadores y estudiantes que salimos a luchar, los DNU como lo fue el Protocolo Antipiquetes, hijo primogénito del Proyecto X, no puede llevarse adelante si el brazo armado no se fortalece", dijo Vicky frente a una audiencia que la escuchaba atentamente.
A 41 años, marchamos independientes de los cómplices
María Victoria también hizo eje en la importancia de marchar este 24 de marzo y por qué hacerlo con el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia. Como bien mencionó, hace muchos años que en nuestro país en cada nuevo aniversario hay dos marchas. Y explicó la razón por la cual los organismos de derechos humanos pertenecientes a la izquierda, independientes de los gobiernos y el Estado, principalmente, deciden optar por no mezclar las banderas.
Desde el regreso de la democracia, hace 34 años, tanto los gobiernos de Alfonsín, Menem, De la Rúa, el de los Kirchner, hoy día el de Macri, tuvieron la intención de dejar en el pasado la sangre y la lucha de los 30.000 compañeros detenidos desaparecidos.
"Hace algunos años que el kirchnerismo, como fuerza política, también convoca a marchar cada aniversario del Golpe. A diferencia, desde el espacio Memoria, Verdad y Justicia no queremos mezclarnos con genocidas como César Milani, con un carapintada como Berni, que reprimió en la Panamericana a los obreros de LEAR, con la burocracia rancia de Pedraza, que asesinó a Mariano Ferreyra, con la policía Bonaerense que hizo desaparecer cinco años a Luciano Arruga, ni mucho menos con genocidas que intentaron volver a sus casas como Miguel Osvaldo Etchecolatz, principal sospechoso en la desaparición de Jorge Julio López", explicaron desde el CeProDH.
Al “gobierno de los derechos humanos" y su doble relato hay que responderle este 24 de marzo con las calles colmadas diciendo que no olvidamos, no perdonamos y no nos reconciliamos, porque la memoria, la verdad y la justicia son nuestras banderas.
El viernes 24 es la cita de honor. Hagamos temblar las plazas del país, porque los que se llevaron nos dirían, como bien lo expresó Andrés Rivera en El Verdugo en el umbral, "sean sabios y, acaso, piadosos. Caminen sobre nuestros huesos: somos puente".