El 29 de junio se cumple un año de la “Masacre de la Brigada Norte” en la que murieron los jóvenes Ariano Biza y Emanuel Gallardo, a manos de la policía provincial. Entrevistamos a Facundo, Paula -hermano y cuñada de Ariano- y a Noemí -mamá de Emanuel- quienes convocarán a una marcha para exigir justicia. La causa a cargo del fiscal Washington Navarro Dávila está paralizada.
Lunes 13 de junio de 2016 00:01
A pocos días de cumplirse el primer aniversario del asesinato de Ariano y Emanuel entrevistamos a sus familiares para conocer el estado de la causa y poder reflejar como se preparan para el próximo 29. Ariano Biza y Emanuel Gallardo, ambos de 22 años, murieron a causa de un incendio en el calabozo de la Brigada Norte de Tucumán que compartían con otros 16 detenidos. Los sobrevivientes fueron rescatados por los bomberos, que declararon haber encontrado varios cuerpos enroscados entre sí en un baño de 1 m2 donde se apiñaron en busca de aire, en medio de un humo tan espeso que impedía la visión.
Una causa paralizada. Una justicia ciega, sorda y muda
A un año de iniciadas las investigaciones denuncian que la causa está paralizada y no tiene ningún imputado. Recordemos que la guardia de la Brigada Norte a cargo del comisario Cuellar nunca abrió la puerta del calabozo a pesar de ser conscientes de lo que estaba sucediendo. El carcelero que tenía la llave declaró que su superior no le dio la orden para hacerlo, acción que podría haber salvado la vida de Ariano y Emanuel. La Brigada fue completamente remodelada en un claro intento de tapar las pruebas. Todos siguen en funciones.
Al respecto Paula, cuñada de Ariano, nos cuenta: “La causa está paralizada. Vamos a cumplir el año y aún hay muchos testigos importantes que no se los llamó a declarar, ni siquiera se hizo la reconstrucción del hecho. La fiscalía dice que no tiene medios ni el dinero ni nada y que la Corte y provincia se niegan a liberar los fondos para investigar. A esta altura ya se tendrían que haber esclarecido un montón de cosas, de mínima se tendría que haber imputado a los policías y la causa caratulada homicidio”. Facundo, hermano de Ariano, agrega: “Hubo policías que los dejaron morir. Ellos son responsables de no haber ayudado en ese momento a Ariano y Emanuel y deberían haber sido destituidos de sus cargos, deberían estar imputados y presos con prisión preventiva hasta el día del juicio, porque asesinaron a dos personas y tendrían que estar pagando sus errores.”
A raíz de estos sucesos en la Brigada, los fiscales Diego López Ávila y Adriana Giannoni presentaron un Hábeas Corpus ante la Corte Suprema de Tucumán atentos a los más de 600 detenidos que había ilegalmente en comisarías en ese momento. Al respecto, Facundo nos comenta: “Luego de la masacre en Yerba Buena la corte recibió la solicitud de un Hábeas Corpus pidiendo que cesen con las contravenciones y asilamiento de presos en las comisarías. Sin embargo quedó en la nada ya que en la Regional Norte de Tafi Viejo detienen 40 contraventores por cada 2 días y a veces más. Firman con la mano y borran con el codo, hacen y deshacen las directivas de la Justicia como están acostumbrados a hacer en esta institución tan corrupta como es la Policía.”
Noemí, mamá de Emanuel, reflexiona: “Las medidas tomadas por la Suprema Corte son solos palabras que no se convierten en hechos. Es el Estado que tiene los recursos necesarios para organizar el tipo de violencia que sirve para sostener la desigualdad social. Mientras los tres poderes se encubran entre sí, son los jóvenes pobres los que sufren las condenas y la muerte, ya que la corrupción esta encubierta por el estado.”
La fuerza de la organización y la cadena perpetua a los asesinos de Ismael
En estos 12 meses, amigos y familiares de Ariano y Emanuel comenzaron a organizarse para exigir justicia. Organizaron movilizaciones y cortes frente a los Tribunales provinciales. Un festival de Hip Hop que precedió una gran movilización cuando se cumplieron los 3 meses. Convocaron a organizaciones sociales, de derechos humanos y políticas para que apoyen su causa y se pusieron a la cabeza de impulsar la movilización durante el juicio contra los policías asesinos de Ismael Lucena.
A propósito de esto Facundo nos dice: “El fallo contra los asesinos de Ismael Lucena es un gran avance para la lucha contra el gatillo fácil. Es como un antes y un después para estos asesinos, empleados del gobierno de turno. Representa una demostración de que con la lucha y el apoyo social unido en la misma causa se puede triunfar. Como la lucha que tenemos contra este aparato represor del pueblo y asesino de nuestros jóvenes, en cada barrio de nuestra provincia y en el país. Creo que si todos nos ponemos la camiseta de la clase a la que pertenecemos podemos luchar para que estas personas dejen de lastimar a nuestra juventud, nuestro futuro y el de nuestros hijos.”
Paula nos cuenta como lo vivió ella: “El fallo de Ismael lo viví con un nudo en la garganta porque fue una mezcla de sentimientos encontrados. Es un gran apoyo a la lucha. Muestra que si se puede. Si se puede. Que es tediosa, dolorosa y un montón de cosas. Pero si se puede ganarle a la maldita policía, a esa gran familia mafia que es la policía.” Y Noemí agrega, contundente: “La condena a los asesinos de Ismael Lucena va quedar en la memoria de todos los que sufrimos la muerte de nuestros hijos en manos de la maldita policía, policía que mata con total impunidad.”
“Esta lucha pidiendo justicia es para que a ningún pibe más le pase lo que le pasó a mi hermano”
Es una frase que sale de la boca de Facundo con mucha fuerza. Les preguntamos qué mensaje les gustaría trasmitir a los jóvenes y trabajadores de la provincia, y agregó: “Y para que ninguna familia sufra el maltrato y dolor que nos deja esta institución, como lo hizo con nuestra familia. Es para que los jóvenes podamos salir a la calle sin necesidad de estar cuidándonos de que aparezca una patota de la brigada y te golpee y maltrate como están acostumbrados a hacer desde los tiempos de la dictadura. Queremos mostrar que tenemos derechos como seres humanos y personas independientes, que podemos definir lo que nos hace bien y lo que no, no nos pueden obligar, tenemos derecho a sentarnos fumar o tomar una bebida sin que te la quiten y te corran a tu casa, como si ellos fueran dueños de la calle. O que te revisen pateándote y gritándote para que les tengas miedo y puedan hacer lo que ellos quieran con uno. Porque ellos están para cuidarnos no para atormentarnos y llevarnos sin ninguna prueba, sin saber dónde nos llevan o que nos van a hacer, sin avisar a nuestras familias, dejando como si ellos tendrían más derechos que nosotros con sus atropellos.”
Paula: “Me gustaría poder trasmitir que si se puede. Que hay muchos casos de gatillo fácil en Tucumán olvidados pero hay que tener valor y fuerzas. Que si se puede y que hay que seguir luchando. Porque hoy fue Ariano y Emanuel, pero mañana puede ser cualquiera de nosotros”.
Y Noemí, con mucha confianza en su voz: “A la juventud que salgan a las calles, que alcen su voz. El derecho es de ellos que no se dejen pisotear por un estado que no les brinda ninguna seguridad. Y a los trabajadores que salgan a luchar consecuentemente en todos sus niveles, contra las patronales, su gobierno y su estado. Ellos reprimen la protesta social, los luchadores seguimos sufriendo los golpes del estado a través de sus balas, sus palos y sus leyes escritas para hacernos ver como criminales.”
El 29 a las calles
“El día 29 nos organizamos para pedir que las autoridades del poder judicial actúen con celeridad y respeto ante la masacre de la Brigada Norte y al grito de A Emanuel y Ariano los mató la policía. Justicia x nuestros hijos.” Nos cuenta Noemí que están organizando una movilización para ese día que se concentrará en las puertas de los tribunales provinciales. Esperan ser acompañados por diversas organizaciones de derechos humanos, sociales, políticas y estudiantiles.
Facundo nos trasmite como se preparan: “Tenemos mucho dolor pero más fuerzas. Seguimos exigiendo el derecho a la verdad y la justicia. Tenemos una justicia muy “pobre” aquí en esta nefasta provincia, a las personas de bajos recursos nos cuesta creer ya que no tenemos los recursos económicos como los del comisario Cuellar y el jefe Mansilla de la Dirección Regional Norte, que estuvo a cargo de la masacre el año pasado y el cual fue ladero del exgobernador.”
Paula: “Yo me preparo con mucha tristeza y congoja. Porque el dolor pesa en el corazón. Ya se va a cumplir un año y es una mezcla de sentimientos, de tristeza, de angustia, de impotencia. Un dolor profundo esa vida arrebatada que era parte de las nuestras. Con esta muerte me doy cuenta que las personas si somos indispensables en esta vida. Una sigue viviendo pero el dolor de esa pérdida pesa todos los días desde que te despertás hasta que te vas a dormir. Pero a la vez ese dolor es el motor para seguir luchando por justicia. Ariano y Emmanuel presentes ahora y siempre.”