×
×
Red Internacional
lid bot

MARRUECOS. Estallan masivas protestas en Marruecos por muerte de vendedor ambulante

Un vendedor de pescado murió aplastado por un camión de basura al intentar recuperar mercancía confiscada por la policía. En protesta, el fin de semana, hubo masivas movilizaciones en todo el país. Su muerte recuerda el caso de Túnez que desató la Primavera árabe en 2011.

Lunes 31 de octubre de 2016 11:23

La noche del viernes en Alhucemas, en el norte de Marruecos, murió Mouhcine Fikri, vendedor de pescado de 31 años, mientras intentaba recuperar la mercancía que le había sido confiscada por la policía.

El vendedor ambulante transportaba varias toneladas de pez espada, cuya venta está prohibida esta temporada, y su mercancía fue confiscada y arrojada al camión de la basura. Luego el vendedor saltó dentro del camión para intentar recuperarla pero los recolectores de basura accionaron el sistema de trituración del camión con Mouhcine Fikri dentro, provocando su muerte. Según la Dirección Nacional de Seguridad (DGSN) de la que depende la Policía, la muerte fue "accidental", pero diversas organizaciones aseguran que el conductor del vehículo obedeció las órdenes de un policía.

La muerte de Fikri ha provocado una ola de indignación en varias ciudades de Marruecos. En Alhucemas los marineros pararon su actividad el fin de semana, los taxistas realizaron un paro parcial y se convocaron varias protestas. El domingo las movilizaciones se extendieron a otras ciudades como Casablanca, Fez, Tánger, Nador, Marrakech, Uchda y Agadir, con cierres de comercios y manifestaciones. En la capital, Rabat, cientos de personas se concentraron para corear consignas como "Mouhcine fue asesinado; el Majzén (la Casa Real marroquí y su entorno) es responsable".

La gravedad de la situación es tal que el rey de Marruecos, Mohamed VI, que se encuentra de gira por varios países de África, ha ordenado al ministro del Interior, Mohamed Hasad, que se desplace a Alhucemas y emprenda una investigación "minuciosa y profunda".

El incidente y la reacción entre la población local recuerda lo que sucedió en Túnez en 2011, cuando un vendedor callejero, Mohamed Bouazizi se inmoló tras la confiscación de sus mercancías por parte de las autoridades municipales de Sidi Buzid, en Túnez. Bouazizi se convirtió en símbolo de la lucha contra el desempleo, el abuso policial, la corrupción y los gobiernos autoritarios y el caso desencadenó las protestas que pusieron fin al régimen autocrático de Zine el Abidine ben Alí.

Las movilizaciones del domingo en Marruecos fueron convocadas por el Movimiento 20 de febrero, el mismo que había tomado las calles en 2011 para exigir reformas democráticas dentro del marco de la Primavera Árabe. Esas protestas fueron saldadas con reformas políticas limitadas, un mayor gasto público y un endurecimiento de las políticas de seguridad.

Las protestas no podrían haber llegado en peor momento para el régimen marroquí, que se ha estado preparando intensivamente hace varios meses para acoger la cumbre del cambio climático, COP22, que se realizará entre el 7 y el 18 de noviembre en Marrakech.