×
×
Red Internacional
lid bot

Tribuna Abierta. Europa en crisis (parte 2)

El objetivo de este artículo es dar una explicación sociológica del contexto europeo, pero sin desligarse del análisis marxista.

Lunes 6 de febrero de 2017

Crisis de los partidos liberal-burgueses

Durante el periodo neoliberal, los gobiernos con democracia liberal transitaron por un escenario político marcado, por un lado, por el fuerte condicionamiento de aceptar las políticas económicas impuestas por el mercado. Implicó políticas impopulares de marcado carácter clasista (benefician al mercado en detrimento de los trabajadores). Por otro lado, la hegemonía indiscutida del neoliberalismo en la política, y su afirmación que no existe alternativa al orden existente derivó en una visión apolítica que implicó que los partidos de izquierda se han desplazado cada vez más a la derecha aceptando y reproduciendo los valores liberales (derechos individuales, elecciones periódicas, pluralismo político, debate público y políticas de mercado).

Por lo tanto no hay diferencia entre izquierda y derecha ya que la izquierda desecho su programa social en favor del individuo competitivo que el liberalismo moldeo. Ambas tendencias, en los hechos, se convierten en un pilar fundamental en el mantenimiento del orden liberal tanto a nivel económico como a nivel político y que, en medio de una crisis económica, política y migratoria, su incapacidad de proponer alternativas significativas resultó en un desprestigio y pérdida de credibilidad de las formas políticas liberales que hoy se encuentran en una profunda crisis.

El mismo orden neoliberal –orden elitista marcado por el clasismo a favor de la burguesía europea- condujo a concebir un nosotros/ellos en donde “nosotros” es la sociedad neoliberal, el mercado sus partidos políticos y sus valores, mientras el “ellos”, (todo aquel que critique el liberalismo) son presentado como enemigos absolutos del orden y del consenso, adjudicándose la idea de civilización, identificada con los valores del liberalismo occidental como lo mejor a lo que la humanidad puede aspirar y legitimada políticamente en el “pluralismo político”

“Carl Schmitt criticaba a los liberales por utilizar el concepto de humanidad como un arma ideológica de expansión imperialista y entendía la ética humanitaria como un vehículo del imperialismo económico (…) reconocía la fuerza retórica de esta identificación con la humanidad, utilizada por el liberalismo para presentar como ilegitima cualquier oposición a su reinado (Mouffe, 2007: 84-85).

En ese sentido las invasiones imperialistas que llevaron a cabo, tanto gobiernos como partidos políticos liberales, a Medio Oriente y norte de África (Afganistan, Irak, Libia y Siria) siempre han sido en el nombre de “los valores de la democracia liberal” (mercado imperial y pluralismo político), identificados con los valores de la humanidad. Es decir, una justificación para saquear países ricos en recursos naturales y hacer picadillo a su población mientras lo justifican con su discurso civilizatorio.

Mientras, al interior de la Unión Europea se descarga la crisis económica sobre los trabajadores, expresadas en las reformas de ajuste combinadas con políticas racistas como en el caso de Francia que a partir de los atentados terroristas endureció sus políticas contra los migrantes, incluso Francois Hollande, extendió el estado de excepción, producto de las políticas antiinmigrante. El gobierno liberal de Alemania cuya cabeza Angela Merkel avanzó en la semicolonización económica de Grecia, mientras gobiernos de Macedonia Servia y Croacia restringen el acceso a los migrantes que huyen de las guerras imperialistas. (Lupe y Lotito 2015)

Es decir, el mismo sistema liberal sentó las bases de la crisis en la que se encuentra inmersa ahora, donde la nueva configuración de lo político está marcado por tensiones luchas contra las élites del consenso y entre distintos grupos y partidos radicales tanto de izquierda como de derecha que cada vez más van socavado el prestigio y credibilidad de las élites liberales.

Desde la crisis de 2008 a la fecha los trabajadores dieron una gran lucha desde el estado español hasta los Balcanes. Sin embargo las direcciones burocráticas al interior del movimiento obrero y subordinadas a los partidos liberales para controlar a los trabajadores pudieron desviar el descontento social por vía electoral. Es un hecho que los trabajadores en Europa están reconfigurando su subjetividad.

Para romper con el dominio burgués es necesario forjar un partido de trabajadores que, aparte de ser un partido de combate y anticapitalista, con miras al comunismo, sea un partido donde los trabajadores se agrupen a partir de una poderosa forma de identificación colectiva: NUESTRA CLASE social. Esta forma de identificación colectiva genera solidaridad al interior de la clase trabajadora e históricamente genera gran temor a la burguesía, por eso la necesidad de la burguesía de la burocracia sindical.

Bibliografía

Mouffe, Chantal. 2007 (2011). Entorno a lo político. Fondo de Cultura Económica

Lupe, Santiago y Lotito Diego (enero 11 de 2016. Copyright 2016-www.estrategiainternacional.org). Europa en crisis entre la reacción y el neoreformismo. Santiago Lupe y Diego Lotito, disponible en http://www.estrategiainternacional.org/Europa-Entre-la-reaccion-y-el-neorreformismo?lang=es (consultada el 01 de enero de 2017).