Exlíderes del PP, IU, Podemos y burócratas sindicales se suman a la petición de indulto para Griñán

José Antonio Griñán, expresidente de la Junta de Andalucía por el PSOE, fue condenado recientemente a seis años de cárcel por el escandalo de corrupción de los ERE. Su familia ha impulsado una petición de indulto que ya suma 4.000 firmas de distintas personalidades políticas, artistas y deportistas entre otras figuras públicas. Como era de esperar, numerosas firmas provienen de dirigentes del PSOE, el partido de Griñán, pero los apoyos políticos van más allá de excompañeros e incluyen todo el arco parlamentario.

Desde su propio partido, se suman una gran cantidad de exdirigentes encabezados por los expresidentes Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero, a los que se le puede sumar el exvicepresidente Alfonso Guerra, los exministros Josep Borell, Javier Solana, Pedro Solbes, Leire Pajin o Joaquín Almunia, entre otros.

También la derecha ha salido a dar respaldo al exbarón del PSOE. Exparlamentarios del PP como Juan Ojeda, Eugenio Nasarre o Juan Manuel Gómez Angulo, o el exministro de UCD Rodolfo Martín Villa responsable de la matanza de obreros en Vitoria en 1976, son algunos de los personajes que desde la derecha política avalan al exdirigente del PSOE.

Pero lo más indecente es que Griñán también suma simpatías a la izquierda de su propio partido, por lo que encontramos las firmas de Antonio Maillo y Diego Valderas, ambos exdirigentes de IU-A y miembros del cogobierno PSOE-IU en Andalucía. También ha sido suscrito por burócratas sindicales como el exsecretario general de UGT Cándido Méndez y el de Comisiones Obreras Antonio Gutiérrez, así como por José María Fidalgo e Ignacio Fernández Toxo. También se pueden encontrar las firmas de militantes de Podemos como el exJemad y exjefe del gabinete de Pablo Iglesias, el general en reserva Julio Rodríguez.

En conjunto vemos una “solidaridad” entre los políticos del régimen con Griñán, justificando su apoyo con el argumento de que no se “lucró personalmente”, mientras le lavan la cara a un PSOE-A azotado por la corrupción. Quizás hace un par de años habría sorprendido que quienes se consideran herederos del 15-M se esfuercen tanto en cubrir las vergüenzas de aquellos que fueron y siguen siendo el enemigo de quienes acampaban en las plazas reclamando justicia. Hoy en día, es solo un episodio más en la integración en el régimen de Unidas Podemos, que no destaca frente a otras capitulaciones más graves que han ocurrido recientemente.