A las escuelas llegaron los libros tarde, no hay vacantes, tampoco calefacción ni los arreglos para pasar el invierno, sin embargo se tuvo la convocatoria obligatoria para realizar la promesa a la bandera junto al Jefe de Gobierno. Hipocresía de una política de maquillaje y las voces de rechazo de la docencia y las familias.
Miércoles 15 de junio de 2016 08:49
Con promesas de “regalitos” y la presencia del jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, el 15 de junio se enviarán micros gratis a las escuelas para llenarlos con niños y docentes con dirección al Parque Sarmiento. La excusa, el acto del día de la Bandera. El objetivo tener la fotografía de la falsa preocupación que el gobierno tiene sobre la enseñanza pública en la Ciudad de Buenos Aires .
En la zona sur, donde las contradicciones sociales duelen, resuena el rechazo y un susurro de bronca. Se tienen aulas superpobladas y en pésimas condiciones y las docentes hacemos malabares no solo para llegar a fin de mes, como todas las familias de nuestros alumnos sino para poder educar en condiciones cada vez mas difíciles.
Desde Lugano, sumándose al rechazo de otras escuelas, las voces se hicieron escuchar y algunas docentes y familias se negaron a concurrir.
G. Maestra de grado: “Creo que el acto es netamente político para mostrarse en los medios. No tenemos que participar porque la realidad es que la presencia del Estado es nula. Faltan cosas básicas en la mayoría de las escuelas como libros y calefacción. Además de la falta de escuelas en la zona sur que provoca una superpoblación aúlica”
M. Padre: “Los padres de 4° grado de la escuela donde va mi hija, nos negamos de manera unánime a que utilicen a nuestros hijos para la foto. Nos indigna que para una salida pedagógica, debidamente fundamentada por las docentes, tenemos que pagar el transporte pero para ir a aplaudir al jefe de gobierno mandan los micros gratis”
A. Maestra de grado: “Se utiliza a los chicos cuando tenemos muchas escuelas en pésimas condiciones sin contar que los libros y boletines llegaron tarde y mal confeccionados y que son nuestra herramienta de trabajo. Se nos utiliza para que salga un acto “lindo”. En el caso de mi escuela se conversó con los padres decidieron que sus hijos no participarían”
“En este año tan especial....”, así comenzaba la invitación oficial del Ministerio de Educación que llegó a las escuelas y remata como forma de comprar a su público, la promesa a los concurrentes de “lindísimos espectáculos” así como “regalos alusivos”. Con solo darse una vuelta por el barrio, se notará que no hay souvenir que tape los vacios estructurales. Hay escuelas con falta de luz y agua.
P. Madre de Lugano: “Como madre de un niño que concurre a la escuela pública estoy en total desacuerdo. El dinero invertido en este tipo de actos debería ser destinado a mejorar la educación no mal gastarlo en campañas mediáticas. Los niños no tienen por que sufrir este atropello”
C. Maestra de grado: “Es un acto demagógico y me da la sensación que lo convocan para lograr los aplausos que hasta ahora no tienen el Jefe de Gobierno, Rodríguez Larreta y la Ministra de Educación, Soledad Acuña. Sabemos muy bien que viene haciendo recortes como en las orquestas infantiles y otros espacios culturales. Ahora nos quieren comprar con promesas de regalos como si con eso nos importara. Las maestras junto con la conducción y los padres decidimos no participar. Esto pasa en la zona sur que es la más olvidada, con aulas superpobladas con 36 alumnos que nos son las condiciones adecuadas para los chicos y los docentes. Por ejemplo la Escuela 18 de Lugano está totalmente abandonada. Por todo esto preferimos que la plata que van a gastar en micros y souvenirs la utilicen en mejoras edilicias por ejemplo...”
Si de banderas se trata, las docentes junto a las familias debemos continuar defendiendo la de la educación pública, poniendo los puntos sobre las “ies” a los gobiernos como lo vienen haciendo los docentes y otros sectores de trabajadores en Tierra del Fuego y Santa Cruz, gobernadas por el FPV. Resulta necesario debatir desde las escuelas un plan de lucha que exija una medida contundente como un gran paro nacional en el que se expresen todas estas demandas y así avanzar hacia una educación que realmente sea pensada para las mayorías.
