La Plata. Familiares de Lolo Regueiro: “El gobierno de Kicillof nos mintió y encubre a los culpables”
Se cumplen seis meses de la represión de la Policía Bonaerense en la cancha de Gimnasia. En diálogo con La Izquierda Diario, la familia del hombre caído a los pies de los represores afirma que la causa está llena de irregularidades. Desde el kirchnerismo les ofrecieron dinero por silencio. ¿Qué rol jugó un funcionario mano derecha de Julio Alak esa noche en el Hospital San Martín?
Probablemente la causa por la muerte de César “Lolo” Regueiro este año sea elevada a juicio oral y público. Raro. En casos donde está en debate el accionar de la Policía (sobre todo la Bonaerense), los expedientes demoran años y llegar a juicio es una excepción. Además, en esta causa están bajo la mira altos funcionarios políticos de la provincia de Buenos Aires, un condimento extra en un año crucial, electoralmente hablando.
Lo cierto es que este jueves se cumple medio año de aquella noche en el bosque platense, donde a la vista de toda la sociedad la Policía Bonaerense descargó infinidad de cartuchos y gases contra miles de hinchas de Gimnasia y Esgrima La Plata que llenaron el estadio para ver a su club en un partido importante contra Boca Juniors. El saldo fue de un muerto, miles de afectados en sus vías respiratorias, heridos de bala de goma (algunos de gravedad) y decenas de detenidos sin razón.
En la causa judicial que investiga la muerte de Regueiro, bajo la carátula de “estrago culposo”, están procesados Eduardo Aparicio, titular de la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte (Aprevide), el comisario Sebastián Perea, titular de la Departamental La Plata, su par Juan Manuel Gorbarán, titular de la Comisaría Novena de La Plata en ese momento, el oficial Nahuel Falcón, quien le disparó a quemarropa al camarógrafo de TyC SportsFernando Rivero y el expresidente del club, Gabriel Pellegrino. La “investigación” la lleva adelante el fiscal Juan Minucci, titular de la UFI 5 platense y la causa se tramita en el Juzgado de Garantías 6 a cargo del juez Agustín Cripo.
A seis meses de aquella fatídica noche, La Izquierda Diario conversó con Sergio Regueiro, el hijo de César. “Lolito”, como le llaman quienes lo conocen, no se guarda nada. Cómo transita la familia estos seis meses sin su ser querido, qué irregularidades ven en la causa y quiénes creen que son los culpables.
¿Cómo está la familia hoy?
Estamos a la espera de que cambien la carátula de la causa. El fiscal insiste en que fue un estrago culposo pero nosotros sabemos que, de mínima, fue doloso. Como culposo es excarcelable, por eso hasta el momento no hay nadie detenido. Una vergüenza. Nosotros apuntamos a los máximos referentes que estaban a cargo esa noche de todo el evento: Pellegrino, Aparicio, Perea y Gorbarán, el jefe del operativo. Cada uno tuvo una parte de responsabilidad y están encubriendo a todos los que están debajo de ellos y esa noche salieron a cazar gente. Queremos que se hagan cargo. El fiscal tiene que cambiar de opinión.
Recordemos que el primer fiscal (Martín Almirón de la UFI 8 de La Plata) se apartó de la causa al poco tiempo de abrirse el expediente. Desde entonces la “investigación” quedó en manos de Minucci
Sí. El primer fiscal, pese a que no mandó siquiera a secuestrar las armas que se usaron esa noche los policías, había caratulado la causa como estrago doloso. ¿Qué pasó con el nuevo fiscal, no tiene los huevos bien puestos para cambiar la carátula? Dice que para él se actuó “con imprudencia”. Pero esto es como si los policías hubieran estado ante un semáforo en rojo, sabían que no podía cruzar, cruzaron igual y mataron a una persona. ¿De qué “imprudencia” habla el fiscal? La Policía se entrena para actuar en casos así, acá no hubo ninguna imprudencia. La única que nos queda es llegar a juicio y, como particulares damnificados, exigirle al juez que cambie a estrago doloso. Igual, por más que les den perpetua ya nos arruinaron la vida. Mi viejo tenía mucho para disfrutar de su familia, de sus nietos. Pero fue a ver un partido de fútbol y no volvió más.
¿Les dijeron cuándo podría ser el juicio?
Por lo que fuimos averiguando, quieren elevar la causa a juicio lo más pronto posible, porque dicen que ya no hay mucho que investigar. Pero en realidad se investigó lo que ellos quisieron. Sabemos que no se recabaron todas las pruebas correspondientes y también que tanto apuro puede ser por el año electoral. Pero bueno, que se haga un juicio para nosotros es importante. Está difícil, lo sabemos, pero también la gente sabe que esa noche salieron a cazar gente.
Hasta ahora, ¿qué es lo que ustedes saben sobre lo que pasó esa noche?
No hay duda de que fue una represión de la Policía. En su momento se barajó que podía ser una interna policial. Eso no lo sabemos. Sí es cierto que, casualmente, unos días antes había cambiado el jefe de la Departamental. No sé si fue una “cama” para él o para Berni. Lo que sí sé es que mataron a mi viejo. Hoy vas a cualquier partido y está toda la zona del monumento (en las afueras del estadio, NdR) cercada por un operativo. Si es por seguridad, ¿por qué no lo hicieron también esa noche? También dicen que la AFA no había autorizado a Pellegrino a vender entradas de protocolo, pero al principio decían que sí. Bueno, que cada uno de las explicaciones que tengan que dar y veremos quién miente.
Lo que ustedes también saben es que Lolo tenía sangre en la cabeza y en la camiseta que llevaba puesta
Sí. En el Hospital San Martín una de mis hermanas le tocó la nuca a mi papá y se manchó la mano con sangre. Después le pusieron un parche. Y la camiseta la entregamos nosotros al Juzgado para que la periten. Me acuerdo que Matías Quiroga, el secretario del fiscal, me dijo irónico que no podíamos descartar que fueran manchas de ketchup. A pesar de que se perdió la cadena de custodia, la camiseta “habla”. Ya confirmamos que esa sangre es humana. Desde hace meses nos dicen que no hay insumos para hacer los análisis de ADN. La pericia para saber si es sangre de él recién se va a hacer el 9 de mayo. Si se confirma, se va a demostrar que estuvo herido, algo que no fue asentado en la primera autopsia, donde sólo se dijo que murió de un paro cardíaco. No sabemos si recibió balazos de goma o si lo golpearon con un gas, algo a esta altura imposible de determinar ya que las armas nunca fueron secuestradas y no se puede saber quién disparó.
¿Cuáles son las dudas más importantes que siguen sin responderse?
Nosotros tenemos un montón de dudas sobre lo que pasó. Esa noche hubo muchas cosas oscuras que todavía no se esclarecieron. Mi viejo tenía una herida en la cabeza, una de mis hermanas lo comprobó, y eso no quedó asentado en el Hospital San Martín. Gracias a la participación de (la médica forense) Virginia Créimer en la segunda autopsia, que se hizo a pedido nuestro, sabemos que en el cuerpo había rastros de un golpe en la cabeza. ¿Por qué ocultaron todo desde el primer momento?
Y, mirá, nosotros tenemos muchos videos de esa noche. Aunque muchos están editados, pudimos recabar un montón de información. Por ejemplo, se ve a personas de civil juntando cartuchos alrededor del estadio sin que la Policía haga nada. Los cartuchos que figuran en la causa son sólo los recolectados en la tribuna Centenario, pero disparos hubo alrededor de todo el estadio. También metieron en la causa pedazos de baldosas que, según ellos, les tiraba la gente. Pero en los videos se ve que nadie tiró esas baldosas. Quieren justificar lo injustificable.
¿Por qué pensás que, en un hecho que quedó a la vista de todo el mundo y donde hubo tanta gente afectada, siguen sin hacerse cargo?
- Yo creo que ninguno se hace cargo porque tienen banca de arriba. Casi todos le echan la culpa sólo a Pellegrino por la venta de entradas de más. Pero la culpa es de todos, no sólo del más perejil. Se cubren entre ellos porque saben que una condena por estrago doloso, como estamos pidiendo, puede llegar hasta los veinte años. Si logramos que se cambie la carátula es posible que los que están implicados hablen y digan quién dio las órdenes. Y también podemos llegar más alto, quizás a Berni o al propio (gobernador) Axel Kicillof. Porque detrás de esto está el Gobierno. Por eso le ofrecieron plata a mi vieja.
¿Cómo fue que les ofrecieron plata?
Mi mamá fue a un acto en Avellaneda (el 27 de diciembre, donde habló Cristina Kirchner, NdR), obviamente a pedir apoyo para la lucha por justicia para mi papá. Ella llevaba un cartelito que solamente decía “justicia por Lolo Regueiro”. Pero apenas lo mostró le pidieron que lo bajara porque si no se iba a tener que retirar. Después una persona allegada al gobierno nacional se le acercó, le dijo que pensara que tiene hijos y nietos y le dio un papel en blanco para que ella pusiera los ceros que quisiera. A los pocos días también se acercó la hermana de Cristina a mi casa con el mismo mensaje. Pero ni a mi mamá, ni a mis hermanas ni a mí nos van a comprar. No tenemos miedo, no nos van a callar y vamos a ir a fondo por mi viejo.
Creo que nos subestimaron. Mi viejo fue toda la vida peronista y, por más que tenía relaciones con mucha gente, siempre se ganó la vida laburando. Siendo empleado municipal, en el último tiempo además laburaba de remise con su auto. A mí me llamó mucho la atención cómo, apenas pasó todo esto, (el ministro de Justicia y Derechos Humanos) Julio Alak se acercó a la familia a ofrecer ayuda. No sé con qué fin lo hizo. Lo que sí sé es que un funcionario, que es su mano derecha, esa noche se acercó al hospital con la excusa de dar una mano con el tema del traslado del cuerpo. Pero el cuerpo de mi papá sufrió todo tipo de manoseos. En su momento, shockeado y dolorido, a esa persona le agradecí el gesto. Pero después nunca más se comunicó conmigo y caí en la cuenta de que era todo una mentira.
Sabemos que te estás refiriendo a Norberto “Chucho” Gómez, exconcejal kirchnerista de La Plata y actual director de Verificaciones de Anses. Él fue quien la noche del 6 de octubre apareció en el Hospital San Martín para ofrecerles ayuda, ¿no?
Exacto. Hace poco fui a una plaza donde ellos hacían una mateada para la campaña electoral. Sólo fui a pedirles justicia. Estaban Alak y sus funcionarios. Cuando llegué pusieron cara como si hubieran visto al Diablo. El ministro se puso nervioso y sólo me decía “qué hacés Lolito”. Mientras Gómez, que lo tenía a diez centímetros, se hacía el distraído y ni me miraba. Se ve que tienen el culo muy sucio.
¿En todo este tiempo se acercó a la familia algún funcionario, nacional, provincial o municipal con información precisa y certera, aunque fuera parcial, sobre lo que pasó esa noche y quiénes fueron los culpables?
No, nadie. Ni pruebas ni nombres. Por eso nos preguntamos con qué fin vinieron a nuestra casa diciendo que estaban a disposición. Al día de hoy nos seguimos enterando de cosas nuevas que hacen para encubrir.
Cuando ves todo lo que pasó en estos seis meses, ¿qué es lo que más bronca te da?
Para mí es una vergüenza que haya habido una muerte y ellos sigan ejerciendo sus funciones como si nada. Yo mismo los sigo viendo a Perea y a Aparicio cuando voy a la cancha. Es como si acá no hubiera pasado nada. A los policías al menos deberían haberlos puesto en disponibilidad. Y Aparicio tiene un cargo político en el ministerio de Berni. Nos da mucha impotencia ver que siguen como si nada.
¿Qué te pasó esta semana cuando viste a Berni golpeado por compañeros del colectivero asesinado?
Es que el Gobierno encubre a Berni en todas las cagadas que se manda. La de mi viejo no fue la primera ni la última. Por eso esta semana le pasó lo que le pasó. La gente está cansada. Nosotros siempre fuimos con la verdad. Yo hablé con él, le pedí ayuda y me tomó el pelo. Su gente me mató a mi papá. Si yo hubiese estado el lunes con esos colectiveros en la General Paz, posiblemente hubiera reaccionado igual.
Recién decías que Berni, Kicillof y Alak subestimaron a la familia, ¿por qué pensás que lo hicieron?
Nos subestimaron porque somos una familia humilde, de clase media baja, laburadores. Pensaron que podían arreglar ofreciéndonos plata. Pero nosotros, con lo poco que tenemos, éramos felices con mi viejo vivo, comiendo todos los domingos en familia. Hoy sus nietos lloran pensando que en algún momento su abuelo va a volver. Pero si bien me enoja que cada vez que convocamos a una marcha participa poca gente, sé que el pueblo no se olvida y tiene claro qué pasó.
La última, ¿por qué creés que en los medios se le fue dando cada vez menos bola al caso de tu papá?
Y es parte de lo mismo, todos se cubren. A los periodistas y medios en general me gustaría decirles que no tengan miedo, que no está prohibido pedir justicia por mi papá. Los primeros días les tenía que pedir por favor que no nos invadieran la casa, pero ahora parece que se olvidaron de todo. Hoy no quieren sacar nada a la luz. Cuando arrancó el torneo este año pudimos entrar a la cancha antes del partido para mostrar nuestra bandera. Todo el estadio se sumó al pedido de justicia. Pero justo ese momento no fue televisado. ¿Por qué la AFA obliga a ocultar eso?
Nació en La Plata en 1975. Trabajó en diferentes oficios (tornero, librero, técnico de TV por cable, tapicero y vendedor de varias cosas, desde planes de salud a pastelitos calientes). Estudió periodismo en la UNLP. Ejerce el violento oficio como editor y cronista de La Izquierda Diario. Milita hace más de dos décadas en el Partido de Trabajadores Socialistas (PTS) | IG @saturdaniel X @saturnetroc
Si sos de Provincia de Buenos Aires:
Ponete en contacto y organizate con el PTS en el Frente de Izquierda o con Pan y Rosas en tu trabajo, lugar de estudio o barrio.